Qué difícil es fotografiar la blancura de la nieve. Hay que conformarse con los contornos, lo que la limita, el accidente de un edificio, una peña, el convoy ferroviario de mercancías.
Ha nevado en gran parte del país como hacía décadas que no caía la nieve y la noticia es eso, que nieva. Salimos a ver nevar como si el gesto nos pudiera devolver algo que perdimos quién sabe cuando.
A diferencia de la tormenta, la nieve se adensa en la tierra, la apelmaza y calma, como si sanara la sed de mayo.
Después del día jubiloso, veo ahora anochecer sobre la ciudad nevada y no puedo evitar la tristeza. Como en los cuentos de Navidad en los que una cerillera se moría lentamente, ensoñada y frágil. Me imagino ahora un páramo entero lleno de mujeres y hombres congelados, quietos en el último gesto en el que les sorprendió la muerte. Dicen que morir por congelación es una muerte dulce, pero que los rostros de las víctimas no sonríen por ese motivo sino por la tirantez del frío. Basta con eso, dejarse ir hacia el sueño. Los muertos por congelación de los cuentos de Navidad buscaban la emoción y provocaban nuestro llanto y temores infantiles. Y ahí quedaban, quietos en la última página del relato, esperando una primavera que jamás llegaba.
Recuerdo aquellos grandes radiadores de hierro de los edificios públicos y de las mejores casas de la ciudad. Desde la casa sin calefacción de mi infancia, se me antojaban guardianes de un espacio tan prohibido como el paraíso.
El Diccionario de la Lengua Española define la nieve como el agua helada que se desprende de las nubes en cristales sumamente pequeños, los cuales, agrupándose al caer, llegan al suelo en copos blancos. Todo lo que es la nieve comienza cuando se termina de leer la última de esas palabras.
7 comentarios:
La nieve, blanca y silenciosa, la nieve.
No es necesario que nieve, llevamos tiempos helados, especialmente en temas culturales.
Estremece el agua helada, hieren los cristales, los copos blancos y algodonosos caen dulcemente a la tierra agradecida. La nieve presenta muchas caras, ya en su definición. No siempre es fotogénica y puede ser cruel.
Vamos a asomarnos a la ventana. Feliz día nevado y helado.
140 personas duermen habitualmente en la calle en esta ciudad. Invisibles la mayoría. Supongo que muchos de ellos hacen cola en la parroquia del Carmen para comer. He visto colas igual de largas en las pastelerías en Reyes. Sin mezclarse, claro.
Un abrazo
Como dice Sor Austringiliana, la nieve es una de la más polimórficas sustancias. Aquí, por partes iguales hizo daño y a la vez ha dejado una belleza difícil de olvidar en un lugar, Aranjuez, que ya es bello de por sí.
Yo me he liado a hacer fotos pero tienes razón, en algunas se ve la nieve blancura total, en otras es más oscura, dependerá de la perspectiva, no lo se.
De todas formas, hemos disfrutado como niños con la nieve, tantos años sin ver tanta nieve, creo que no veía tanta desde mi niñez. Y estos días he vuelto a ser niña otra vez.
Besos enormes.
Aún conservo nieve en el jardín y la terraza de mi casa, pues nadie me la roba y ahí sigue, impoluta, bella, pero cuando pasa ya casi una semana, un poco pesada. Hasta los gorriones, están deseando que se vaya, pues picotean entre esa nieve, buscando alguna brizna verde para comer. Les eché migas de pan y presurosos, han venido a comerla.
Besos
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