jueves, 14 de enero de 2021

La voz narradora en Algunas historias no sirven para escribir canciones de amor de José Ignacio García

 

No hay buena narración si el autor no halla la voz narradora adecuada. Se cuenta que Margarite Yourcenar reescribió varias veces la historia de lo que serían finalmente las Memorias de Adriano hasta dar con la clave de que fuera el propio emperador, Adriano, el que dirigiera una larga epístola a su sucesor, Marco Aurelio. No es solo cuestión de decidir que la historia se cuente desde una persona verbal u otra, sino que esta empuja la perspectiva, el tiempo narrativo y hasta el género en el que se inscribe. Siendo esto clave para una novela, lo es más en un relato breve, en el que nada puede fallar y nada puede remediarse porque todo ha de resolverse en muy pocas páginas.

El conjunto de diecinueve relatos que componen Algunas historias no sirven para escribir canciones de amor de José Ignacio García es un ejemplo de sabias decisiones al respecto, felices hallazgos que permiten el ingreso del lector por la puerta adecuada a la historia que se cuenta en cada relato. Bastaría con la ingeniosa segunda persona del relato que abre la colección, Galanes. Como es sabido, la segunda persona es la más difícil de manejar y sostener en una narración y debe tener una razón que vaya más allá del mero alarde técnico. Y en Galanes tiene una poderosa razón que solo se desvela bien avanzado el relato. A esta segunda persona se le añade la tercera de La señorita Jéster Sú, que provoca el distanciamiento irónico necesario con la fábula, o de Héroes de hojalata, un prodigio de narración que nos sumerge en tiempos pasados gracias al tratamiento que se hace de ella y el retrato de personajes y ambientes. La primera persona de Solitario, hace que el cuento sea aún más sorprendente y tremendo porque el narrador guarda fielmente el secreto hasta el final. El juego con las personas narrativas de los relatos que siguen los hacen oscilar en una variedad que agradece el lector porque cada uno de ellos responde también a un género diferente, entre el costumbrismo y el análisis de los comportamientos humanos. Hasta Wine room, que nos ofrece las dos caras de la misma historia, dos primeras personas que la han vivido y que la abordan desde sus perspectivas particulares para ofrecerle al lector la posibilidad de construirla desde su propia lectura. El libro termina con un relato en primera persona, que se va confesando a sí misma su desgracia historia lo que el lector intuye y no puede hacer nada para evitar.

De esta manera, Ignacio García escribe cada relato desde una persona narrativa que lo configura, que le da forma para levantar cada uno desde el ángulo adecuado para contarlo. A partir de ahí, cada historia se llena acertada y coherentemente de personajes y ambientes y el autor se permite modular el tono que hace de cada uno de los relatos una experiencia diferente y del conjunto un edificio sólido de pisos habitados en los que suceden estas historias como mundos propios. El lector sube o baja por las escaleras o el ascensor para disfrutar de lo que le aguarda en cada uno de los rellanos.

Continuamos el próximo jueves.

Aviso para los participantes en el Club de lectura presencial

La evolución de la pandemia por COVID-19 en la llamada tercera ola, provoca que no podamos reunirnos presencialmente. Las instituciones con las que colaboramos habitualmente (Universidad de Burgos e Instituto de la Lengua de Castilla y León) tienen cerradas sus instalaciones para todo lo que no sea el funcionamiento ordinario de las mismas, por cuestiones sanitarias, y todo nos lleva a ser lo más prudentes posibles. Por este motivo, la sesión anunciada para el día 26 se candela en su formato presencial y los participantes recibirán la próxima semana, por correo electrónico, un saluda mío, una ficha del libro que estamos leyendo y enlaces a vídeos con comentarios de la misma. El día 26 recibirán un enlace a un comentario en vídeo que grabaré para orientar la lectura y responder a las preguntas que se me planteen por correo electrónico. Todo antes que detener completamente el funcionamiento del club. Sé que sabréis comprenderlo.

Noticias de nuestras lecturas

María Ángeles Merino regresa al blog para comentar el libro de relatos de José Ignacio García, del que alaba el título como un microrrelato en sí mismo. En su entrada enlaza el último relato con el primero como los que más impacto le han causado y selecciona las canciones de su juventud en las que sí había este tipo de historias. Seguro que todos los lectores se ven reconocidos.

Paco Cuesta, que rompió el fuego en este regreso del club de lectura, alaba también el título del libro y quizá siente nostalgia de esas historias que sí pueden dar lugar a canciones. Con lucidez, analiza cómo a los protagonistas de las historias les ocurre que no pueden realizar sus deseos.

Recojo en estas noticias las entradas que hayan publicado los blogs amigos. Entrada del Club de lectura cada jueves (salvo casos excepcionales) en este blog.

Para conocer la forma de seguir las lecturas de este club y sus características y la lista del presente curso, pinchar sobre este enlace.

ADVERTENCIA: Las entradas de La Acequia tienen licencia Creative Commons 4.0 y están registradas como propiedad intelectual de Pedro Ojeda Escudero. Pueden ser usadas y reproducidas sin alterar, sin copias derivadas, citando la referencia y sin ánimo de lucro.

4 comentarios:

Sor Austringiliana dijo...

Añoraré las reuniones presenciales pero la salud es la que manda y el club no se detendrá, con tu trabajo y la ilusión de todos. Gracias, Pedro.

Ele Bergón dijo...

Primero intentaré buscar este libro cuyo protagonista es el inmortal y polifacético AMOR, tarea un poco difícil por los tiempos que corremos, pero el por el título, el tema, los comentarios de María Ángeles y este que dejas tú en la entrada, me atrae bastante hacerlo. Además de cumplir con el Club de Lectura de esta Acequia, que no dejo de visitar, aunque no sea por días seguidos.

Besos

Sor Austringiliana dijo...

José Ignacio García en sus relatos maneja de maravilla el "mira quién habla y el lector se sumerge con toda facilidad en la historia, disfruta de ella, la vive y a ver con qué nos sorprende en la siguiente.
La historia de la cartera debería servir para una hermosa canción de amor, atentos los cantautores.

La seña Carmen dijo...

No será la única segunda persona que aparezca en el curso.