viernes, 11 de diciembre de 2020

Ahora, que ya no se estremece

 


Hoy, al día, le ha dado por hacerse de noche, por no perder la costumbre. 

Solo se explica el mundo
cuando una brizna
se reposa en tu mano.
Mírala,
tanta ternura
ahora,
que ya no se estremece
de frío,
guarecida del mal.

© Pedro Ojeda Escudero  (2020)

8 comentarios:

Francesc Cornadó dijo...

El ciclo se repite: crepúsculo y aurora, siempre igual y siempre diverso. Nos estrtemecemos y sólo nos queda guarecernos del paso del tiempo.
Saludos

Sor Austringiliana dijo...

Una brizna es un Universo.

Luis Antonio dijo...

La generosidad de las manos produce milagros.

Myriam dijo...

Suscribo al comentario de LUIS A. que me precede.

Besos



andandos dijo...

La vida son las cosas pequeñas, las que podemos controlar, aunque se tarda tiempo en saberlo.

Un abrazo

Rita Turza dijo...

Tan delicado como la seda, tan bello como el crepúsculo.

Un abrazo enorme.

Alimontero dijo...


Que belleza Pedro, la sutileza es la reina...
me gusta ser la brizna.
Beso,
Ali


Ele Bergón dijo...

Ella es así:
Arropa con ternura
la leve brizna.


Besos