Hoy, al día, le ha dado por hacerse de noche, por no perder la costumbre.
Solo se explica el mundo
cuando una brizna
se reposa en tu mano.
Mírala,
tanta ternura
ahora,
que ya no se estremece
de frío,
guarecida del mal.
© Pedro Ojeda Escudero (2020)
8 comentarios:
El ciclo se repite: crepúsculo y aurora, siempre igual y siempre diverso. Nos estrtemecemos y sólo nos queda guarecernos del paso del tiempo.
Saludos
Una brizna es un Universo.
La generosidad de las manos produce milagros.
Suscribo al comentario de LUIS A. que me precede.
Besos
La vida son las cosas pequeñas, las que podemos controlar, aunque se tarda tiempo en saberlo.
Un abrazo
Tan delicado como la seda, tan bello como el crepúsculo.
Un abrazo enorme.
Que belleza Pedro, la sutileza es la reina...
me gusta ser la brizna.
Beso,
Ali
Ella es así:
Arropa con ternura
la leve brizna.
Besos
Publicar un comentario