La famosa casa torcida de Saldaña nos enfrenta a lo razonable. A un arquitecto no se le ocurriría construir nada así hoy en día y no se le otorgaría la licencia de habitabilidad. Sería demolida. Este edificio ha tenido varios usos desde el siglo XVI. Según a quien se oiga, se torció debido a un hundimiento del terreno o se construyó así para facilitar la carga y descarga de cereal desde los carros. Quizá un demonio juguetón pisó en la viga de madera por la noche, para estropear la labor de los que levantaban la casa. Es de imaginar la cara de estos a la mañana siguiente. Se darían con el codo, prometiendo que a juguetones no les ganaba ni el diablo y, en un alarde de orgullo, lo dejaron así. No se ha caído, no. El diablo salió perdiendo.
A veces las cosas salen así, a contradiós y así se quedan. Que venga otro y lo arregle, pero ya sabemos cómo dura lo provisional por estas tierras.
9 comentarios:
Lo de "que venga otro y lo arregle", no es cosa nueva en este país, así nos va.
Al final, siempre hay quien escribe derecho sobre renglones torcidos,
¡Me encanta ese "a contradiós"!
No es nada nuevo pasarle el problema a otros y lamentablemente así nos va. Últimamente da todo mucha tristeza, menos mal que el diablo no se ha salido esta vez con la suya.
Un abrazo enorme y buen comienzo de semana, Pedro.
Que sobreviva el edificio, se siga o no torciendo, es una hazaña de quienes lo levantaran. Muchos edificios con aluminosis de la época franquista se vinieron abajo o están en ruinas. Hay diablos y diablos, acaso son protectores -como en mitologías orientales- y no cargan con las culpas de los beatíficos humanos que con frecuencia son causantes de desastres.
Son "los renglones torcidos de Dios" diseñados por un diablo cojuelo ;)
Besos, Pedro.
Me has hecho sonreir con tu escrito
tienes luz en la mente del teclado
un abrazo
Muy irónico tu texto...
Besos
Cerca de donde yo vivo, hay una catedral que está haciendo el Sr. Justo, en Mejorada del Campo, que también debe ser un milagro, en este caso, seguramente de Dios, pero nadie, hasta ahora y que yo sepa, ha querido firmar el proyecto.
Este monje que fue de la orden del Cister, tuvo que salirse o le echaron, por su mala salud, sin embargo, él a sus más de 90 años ahí sigue y sigue haciendo su catedral que ya es bastante grande.
Si se tiene mucha fé, erre que erre, se sigue en ello.
Besos
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