lunes, 23 de noviembre de 2020

A lo que salga

 


De vez en cuando ocurre que tengo ganas de escribir, pero no sé qué, como cuando se quiere vivir, pero no encuentras las razones de por qué hacerlo, tan solo una cierta vaga idea de que hay que seguir adelante, mientras no se rompa el hilo. En esos momentos escribo para que no se quiebre ese frágil hilo.

He de contar en algún sitio que he estado en lo que fue playa fluvial en la ribera del Duero y hoy es prado y que es más hermoso así, con la playa ganada por la hierba y los árboles. Un poco antes de que el Duero crezca por las aguas entregadas por el Pisuerga, el río no parece frontera ni contener vocación de historia, como si fingiera ser solo río.

Se quita importancia el río, como si no tuviera más carta de presentación que su manso fluir hacia el mar. Como las palabras que fingen ser solo palabras y no llevar dentro el cauce de la tristeza.


8 comentarios:

Sor Austringiliana dijo...

Las palabras buscan su cauce, son un río, y la tristeza su paisaje. Lo encuentran. Aciertan.

Emilio Manuel dijo...

Y que el hilo no se rompa, así podemos seguir durante toda la vida.

impersonem dijo...

Los ríos son las "venas" de la Tierra... y en las palabras habitan sentimientos... dicho fe: "De la abundancia del corazón, habla la boca"...

Abrazo

Fackel dijo...

Escribir para que no se pierda el frágil hilo...no tanto el de la escritura como el del sentido de la vida. ¿O es que no es lo mismo?

Ele Bergón dijo...

Sí, a veces ocurre que necesitas escribir, pero no salen las palabras.

Playa de hierba y árboles que nacen de la arena o tierra.

El río en su fluir hacia el mar, siempre oculta una canción, interpretada de diferentes formas.

Besos

Myriam dijo...

Ánimo y fuerza. Vendrán días mejores y basta con SER, como el río. A veces sucede que tendemos a sobre-exigirnos y de ahí la fatiga y la desilución. BESOTES

XuanRata dijo...

Puede ser que cuando no hay de qué escribir se escriba lo que más importa. A lo mejor es la oportunidad que aprovechan las palabras para decirnos.

Fluye en esa imagen un río. También el río puede fluir sin agua que llevarse.

Ahora me arrepiento de no haber regresado antes a esta acequia.

Un abrazo.

andandos dijo...

Hay una parte de "profesionalidad", de hábito, en la mayoría de las artes. Trabajas un rato, el que te hayas impuesto, por profesionalidad, solo porque hay que hacerlo, sin muchas más vueltas ni ganas. Te lo cuento, pero ya lo sabes, estoy seguro.

Un abrazo