En uno de los patios de los Reales Alcáceres de Sevilla, me llamó la atención un naranjo. No me engaño: la plantación de ese árbol fue decidida por un paisajista. Incluso el primer naranjo que se plantó en ese Alcázar en la Edad Media o los primeros melocotoneros que hacían nevar en Sevilla en cada primavera. Juego mentalmente, durante unos minutos, el viejo debate entre lo natural y lo artificial. Paradoja de erudito, porque lo que aquí triunfa es un cierto sentido de la civilización.
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Incluso cuando admiramos la belleza de una selva la civilizamos.
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La belleza nace siempre de la sorpresa. Esta sorpresa no tiene qué producirse en una conmoción mental, basta con abrir los ojos a lo cotidiano.
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Recordar la belleza es construirla.
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Navego en los textos del pasado y me dejo llevar por el asombro de la belleza. A veces nace de una loba amamantando a un cachorro humano.
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El poema como apunte.
9 comentarios:
La belleza se disfruta desde la mirada interior. Así se siente. Así llega.
Un beso.
Bello es lo que nos hace sentir bien.
Mira que le tengo manía a Sevilla o mejor, a los sevillanos, pero reconozco que cada vez que voy me gusta más.
Disfruté mucho de Sevilla y sus Reales Alcáceres. La belleza está a nuestro alrededor, sólo hay que ser capáz de verla y apreciarla.
Besos
Dos milagros, uno detrás de otro: la elegancia de la arquitectura y el estallido en forma de fruta de la naturaleza. La mirada, a ratos, se va a un lado y, puede que luego, al otro. Es una foto hipnótica: los arcos árabes o la gracia de una rama que soporta un peso esférico.
Déjate inundar de olor a azahar en un paseo primaveral al levantar el día en Sevilla, te enamorará.
¿Dónde quedó la autentica belleza natural no contaminada? Quizás en la disposición de las tierras y los mares y en el propio cielo.
La belleza se hermana con la sorpresa y quizás por ello solo lo extraño puede ser bello.
Pasear por los Alcáceres de de Sevilla, es sentir y disfrutar la Belleza con mayúscula. Me encantan.
Besos
La belleza es poesía. La poesía belleza... Todo lo que llega y sorprende, lo que permanece intacto, oculto... Incluso lo que está ahí siempre y no reparamos en ello. Sentir belleza es detenerse a mirar.
Gracias.
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