lunes, 9 de diciembre de 2019

Me he dejado algo


En la estación de Chamartín me tomé el segundo café del día. Iba de paso entre cientos de personas que regresaban a casa después de los días de puente. Pensaba en que me había dejado algo. No allí, no en el tren que me llevó hasta Madrid. Más abajo. Recordé la vista del Guadiana, casi mar, desde el mirador. La luz, el color esmeralda, el sosiego. Pagué el café, cabizbajo.

11 comentarios:

María dijo...

Siempre dejamos algo en los lugares donde hemos estado.

Besos.

Emilio Manuel dijo...

No le des muchas vueltas, seguro que, no muy tarde, volverás para recuperarlo.

Saludos

Fackel dijo...

Todo olvido o sensación de olvido reclama siempre una recuperación: retornar al lugar y recuperar lo presuntamente olvidado.

Francesc Cornadó dijo...

Recordando la vista del Guadiana, el color esmeralda y el sosiego, no me extraña que marcharas cabizbajo.
Saludos
Francesc Cornadó

Edurne dijo...

Siempre nos dejamos algo, aunque a veces es transitorio, porque siempre está ahí para cuando volvamos a recuperarlo...
Besos.
;)

Sor Austringiliana dijo...

Siempre se queda algo.

La seña Carmen dijo...

¡Cómo añoramos la mar los de tierra adentro!

impersonem dijo...

No te lo dejaste, lo trajiste grabado en la retina, guardado en la memoria y sentido en el corazón... tú no estás allí, pero aquello está en ti...

Abrazo

XuanRata dijo...

Te acompañará el Guadiana a donde vayas, apareciendo y desapareciendo cuando menos te lo esperes.

Ele Bergón dijo...

Allí te dejaste algo, pero siguió contigo en la memoria.
Cuando vuelvas no se habrá ido, aunque quizás sea distinto.

Besos

LA ZARZAMORA dijo...

El resabio de una limosna que cupo en unas manos abiertas antes del regreso al puño cerrado.

Besos, Pedro.