lunes, 30 de septiembre de 2019

Mientras me llega la alegría: la flor de la alfalfa, de la achicoria, de la barba cabruna, del abrojo, del gordolobo y del taraje


La flor de la alfalfa, de la achicoria, de la barba cabruna, del abrojo, del gordolobo, la flor del taraje. Salgo de mí mismo para buscarlas, apenas a unos cientos de metros de mi casa, en los solares, en los parques descuidados, en las cunetas no tratadas, en las aceras no transitadas del polígono. Las busco antes de que el otoño y el frío las acalle, aprovechando este veranillo de San Miguel que ha venido amable y a tiempo. Me echo a tierra para verlas de cerca, para fotografiarlas. Cuánta belleza en sus formas diminutas, en sus colores, cuánta certeza en ser, en la certidumbre con la que se manifiestan. Qué fragilidad y fortaleza.

¿No son ellas más que nosotros? ¿No somos nosotros en ellas?






  



10 comentarios:

Marina dijo...

A mí me gusta el tomillo...pero esa es una historia que nunca te he contado y ya se pasó el tiempo de entregar historias. Nada importa amigo, a mí sigue gustandome el tomillo.

dafd dijo...

¿Verdad que las flores son un extraño y extraordinario fenómeno? Es tan manido decir que son un regalo de la naturaleza que da miedo repetirlo, pero es que es así. La naturaleza es en sí todo regalo y la flor es su capricho poético. Aquel con que atrae a los insectos y nos bendice y redime a los humanos.

Sor Austringiliana dijo...

Nos enseñan fortaleza.

Myriam dijo...

... Y sencillez

Myriam dijo...

Besos

Emilio Manuel dijo...

La barba cabruna, del abrojo, del gordolobo, la flor del taraje,bonitos nombres de plantas.

Doctor Krapp dijo...

Son bellas como sus nombres. Yo estoy en pleno combate con las malas hierbas y quizás no esté ahora mismo muy sensible a las bellezas desnudas que siembran los caminos y las cunetas.

LA ZARZAMORA dijo...

Somos parte de un todo en comunión. Sí.

Besos, Pedro.

Ele Bergón dijo...

Las flores del otoño que andan por ahí medio escondidas, pero que también tienen su belleza. A mí me gustan las quitameriendas y me alegra verlas por los prados y praderas, agarradas a la tierra, en su color morado con un centro de amarillo.

Ese es el nombre que le dan por mi pueblo, pero seguro que tiene otro que desconozco.

Besos

impersonem dijo...

¡Cuántas cosas me descubre esa forma tuya de mirar la naturaleza y tu forma de contar lo que ves en ella! Me haces ver cosas que me habían pasado desapercibidas...