martes, 1 de octubre de 2019

La flor del cardo seca


La flor del cardo es de color púrpura pálido. Cuando se seca es aún más hermosa. Esencia escultórica en la que nada distrae de la forma. En algunas culturas, la flor seca, además de utilizarse en la medicina tradicional o en los utensilios textiles para cardar la lana, es protectora contra el mal. Hoy he colocado una flor de cardo seca a la puerta de mi corazón y de mi casa.


12 comentarios:

Marina dijo...

La flor del cardo seca. Que curioso. Es como colocar una escoba de palma del revés detrás de una puerta.
Ya sabes Pedro, las brujas siempre lo llevamos todo a nuestro terreno ;)
Besos.

Emilio Manuel dijo...

No te niego que es bonita, pero no olvidemos qe es una flor muerta.

Fackel dijo...

Hay que ver lo que se ha despreciado a esta planta y lo espectacular que es.

Sor Austringiliana dijo...

No sé qué decirte, a mí esos rituales.. Te deseo que el mal se mantenga fuera de tu casa y el cardo que adorne...

LA ZARZAMORA dijo...

Me parece una excelente resolución.
Un abrazo enorme, Pedro.

Francesc Cornadó dijo...

La flor del cardo podría inspirar a algún escultor para que la convirtiera en un capitel o en un ornamento arquitectónico como se hizo con el acanto.
Salud
Francesc Cornadó

El Deme dijo...

Hay veces en que la belleza aparece en los sitios más inesperados.

Rita Turza dijo...

Me parece preciosa.

Un abrazo enorme.

Luis Antonio dijo...

Tengo entendido de que el cardo seco es un símbolo tradicional que se coloca en las puertas de entrada de los caseríos de Euskadi como representación del astro diurno y que desempeña las mismas funciones místicas atribuidas al sol. Ahuyenta a los malos espíritus - genios de las enfermedades, de la tempestad así como de los rayos. Es un símbolo de paz y desarrollo...

Un abrazo

Ele Bergón dijo...


Reconozco que la flor del cardo, me gusta tanto florida como seca, pero solo puedo contemplarla porque tiene demasiados pinchos.

Besos

Campurriana dijo...

Me la dejaron en la ventana una vez. Aún pienso en qué me querían decir...
Y quién.

impersonem dijo...

No conocía esa acción protectora de la flor del cardo...