Hace unos días, descargó una fuerte tormenta sobre la ciudad. Normalmente, después de la lluvia los colores parecen limpios, como recién estrenados de un estuche escolar. Sin embargo, ese día, el agua pareció llevarse cualquier color y dejó el mundo en un extraño sepia. Pongo aquí esta fotografía, que no he pasado por ningún filtro, para constatarlo. Desde entonces, la vida no se ha recuperado. Mi vida, al menos.
11 comentarios:
Dale tiempo al tiempo.
¿Un poco alicaído?.
No hay de qué preocuparse. Tras la tormenta el tiempo paralizado irá retornando a la ciudad y con él, el resto de sus atributos.
Identificamos el sepia con lo antiguo pero, en contra de lo que parece, esa tonalidad no es fruto del paso del tiempo sino, por el contrario, el efecto de un baño químico específico para preservar del paso del tiempo a la fotografía. Es decir, vivir en sepia no es vivir en el pasado sino vivir en un presente que no envejece. No sé cuál de las dos cosas me inquietan más.
El sepia da paso a otros colores, poco a poco.
Hermosísima foto.
Un abrazo.
Seguro que con la lluvia llegaron arenas de siroco. Una pátina inquietante.
Salud
Francesc Cornadó
Es un tópico lo de que "tras la tempestad viene la calma", pero no está exento de cierto grado de razón. Al tiempo...
Pues el sepia es un color con un fuerte significado, tan atractivo estéticamente como de una inquietud nostálgica, casi atemporal. La lus de ese momento quiso convertir el paisaje en una fotografía de los años veinte del veinte.
El tiempo, tam mudable como nosotros mismo
Preciosa foto
Estupenda foto. Lo mismo parece diferente. Y el paso del tiempo todo lo cura, al menos nos enseña a sobrellevar las cosas.
Un abrazo
El verdor llegará. Siempre lo hace. Aunque sea un poco mas huérfano.
Pues mira, esa luz, ese color sepia, también es hermoso.
La vida, a veces, se nos deslava, y no hay otra que esperar a que nos vuelvan a sacar los colores.
Paciencia.
Besos.
;)
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