Del agobio se sale respirando, llenando los pulmones de aire limpio y fresco en la mañana de esta primavera castellana que, para no faltar a su condición, es irregular y mudable. Desde diciembre, este blog ha pasado por una larga temporada de silencio que nunca pretendió definitivo. Pero la urgencia del día a día reclamaba toda la atención. Aquí he construido un espacio que ha sido un poco de todo: información, opinión, trabajo y no trabajo, refugio y comunicación. Es tanto lo que me ha dado que ya es parte esencia de mí. Publico en La acequia desde el 11 de octubre del año 2006 y es, sin duda alguna, el proyecto más largo y constante de mi vida salvo la vida misma, de la que a veces uno se olvida cuando camina enfurruñado de un lado para otro. Se está acabando el curso y restan aún unas semanas de agobio, pero todo comienza ya a oler a azul agua, que es también cielo caricia. Respiro. He visto volar un globo por encima de la ciudad y he pensado en eso, en la necesidad del aire.
11 comentarios:
A veces nos falta oxigeno... Respira... Respira hondo... Y sigue escribiendo por favor... Te echamos de menos en La Acequia, también nuestra, asi lo siento yo.
Un abrazo, Pedro y mucho ánimo.
Yo iba en ese globo, o en otro parecido, respirando el aire de la Tramontana y tocando con mis manos los campanarios de los pequeños monasterios de sus cumbres. Eran maitines, amanecía a nuestro alrededor... y brindamos con cava el anuncio de un nuevo día.
Entonces aprendí a respirar, a mirar de frente y a no esperar nada que no llegase por su propio camino.
Un abrazo, profesor.
P.D.
Todo vuelve al redil, te he echado de manos.
Saludos
O en la necesidad de volar permanentemente, ¿no?
Al ir temprano a por el pan, el aire era fresco. Queda el agobio del resto del día.
Andaba yo ayer sin aire, apenas me llegaba para el camino más cercano...
Y andaba también pensando en esta acequia que nos refresca y "desagobia" en tantas ocasiones.
Pensaba en que por dónde andaría el dueño que nos suministra la dosis necesaria de agua...
Y héte aquí que los pensamientos parece que son leídos y zas, ¡apareció el profe más querido de la blogosfera!
¡Albricias y congratulations!
Creo que lo del globo no sería mala idea, tal vez por esas alturas el aire sea más limpio, tal vez se pueda uno aliviar de tanto ahogo...
La vida tiene eso, que a veces no nos encontramos de tan anudados que estamos.
¡Aire, aire!
¡Bienvenido y bien hallado, don Pedro!
Abrazo grande.
;)
Que no nos falte el aire ni el azul.
Bienvenido de nuevo a esta parte de tu esencia, con aire, azul agua, cielo caricia y buenos amigos.
Hay temporadas de agobio pero pasan, como todo pasa en la vida, pero lo bueno es pasar(como dice la canción) y entretanto la vida nos regala cambios y nuevas etapas.... Aprovechémoslas.
Te comprendo, como muchos de tus habituales. No te disculpes, la vida normal suele ser así. Y te sigo leyendo.
Un abrazo
Me quedo con ese "oler a azul agua, que es también cielo caricia", donde puedes respirar, mientras el globo vuela y todo se ve desde lo alto, con otra dimensión.
Besos
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