Durante el presente curso hemos leído, de octubre a junio, una selección de novelas de María de Zayas (de su obra Novelas amorosas y ejemplares), La sirena de Gibraltar de Leandro Pérez, Don Juan Tenorio de José Zorrilla, La noche que no paró de llover de Laura Castañón, Pedro Páramo de Juan Rulfo, El hombre pez de José Antonio Abella, Juana la loca. La cautiva de Tordesillas de Manuel Fernández Álvarez, Akúside de Ángel Vallecillo, Los refugios de la memoria de José Luis Cancho y El pisito de Rafael Azcona. Unas han suscitado más interés que otras pero el conjunto es bien diverso y abre mucho el abanico de lo que suele leerse en los clubs de lectura al uso. Os invito a reflejar con vuestros comentarios las opiniones sobre lo leído en esta ocasión, más de diez años después del inicio del club.
Como es habitual, ha predominado el género narrativo en varios formatos (novela, novela breve, distopía...) pero también hemos abordado otros géneros como el teatro y, por primera vez, una biografía y un texto autobiográfico. Este año ha faltado la poesía, a la que parecen ser más reacios los lectores que siguen este club y cuya ausencia suelo compensar con muchas reseñas de poemarios en este blog. Los autores son de distintas épocas y hemos alternado autores vivos y autores ya fallecidos.
Como es habitual también en este club, hemos mantenido encuentros con algunos de estos autores (Leandro Pérez, José Antonio Abella y José Luis Cancho) y se frustró por el temporal de nieve el previsto con Laura Castañón.
También hemos aprovechado los títulos leídos para hacer excursiones que nos ayudaran a comprenderlos y con un excelente resultado tanto en el interés de lo visto como para estrechar las relaciones entre los lectores: José Zorrilla nos llevó a Valladolid con motivo de las celebraciones del bicentenario del autor y la reina Juana a Tordesillas para visitar los lugares en los que pasó sus últimos años.
Finalmente, el cierre de curso lo celebramos en otro espacio de gran interés: el palacio de la Isla de Burgos, actual sede del Instituto de la Lengua de Castilla y León, que nos puso sus instalaciones a nuestra disposición en una organización perfecta y una acogida cariñosa que agradecemos.
Ha sido un curso intenso y ahora toca descansar leyendo lo que a cada uno le apetezca porque el verano siempre ha sido un tiempo asociado a la lectura.
Como sabéis, admito sugerencias de lecturas en los próximos días: podéis dejarlas como comentarios en Facebook o en este mismo blog. O hacérmelas llegar por correo electrónico.
Como es habitual, ha predominado el género narrativo en varios formatos (novela, novela breve, distopía...) pero también hemos abordado otros géneros como el teatro y, por primera vez, una biografía y un texto autobiográfico. Este año ha faltado la poesía, a la que parecen ser más reacios los lectores que siguen este club y cuya ausencia suelo compensar con muchas reseñas de poemarios en este blog. Los autores son de distintas épocas y hemos alternado autores vivos y autores ya fallecidos.
Como es habitual también en este club, hemos mantenido encuentros con algunos de estos autores (Leandro Pérez, José Antonio Abella y José Luis Cancho) y se frustró por el temporal de nieve el previsto con Laura Castañón.
También hemos aprovechado los títulos leídos para hacer excursiones que nos ayudaran a comprenderlos y con un excelente resultado tanto en el interés de lo visto como para estrechar las relaciones entre los lectores: José Zorrilla nos llevó a Valladolid con motivo de las celebraciones del bicentenario del autor y la reina Juana a Tordesillas para visitar los lugares en los que pasó sus últimos años.
Finalmente, el cierre de curso lo celebramos en otro espacio de gran interés: el palacio de la Isla de Burgos, actual sede del Instituto de la Lengua de Castilla y León, que nos puso sus instalaciones a nuestra disposición en una organización perfecta y una acogida cariñosa que agradecemos.
Ha sido un curso intenso y ahora toca descansar leyendo lo que a cada uno le apetezca porque el verano siempre ha sido un tiempo asociado a la lectura.
Como sabéis, admito sugerencias de lecturas en los próximos días: podéis dejarlas como comentarios en Facebook o en este mismo blog. O hacérmelas llegar por correo electrónico.
El próximo jueves facilitaré los primeros títulos que leeremos el próximo curso y la información para poder seguir el Club de lectura tanto en su formato presencial como en el virtual.
5 comentarios:
Si yo tuviera que elegir de entre todas las lecturas me quedaría, por este orden, con Abella, al que me ha gustado volver a leer en un relato que considero magnífico, y después a Rafael Azcona, que ha sido para mí un descubrimiento.
Al señor Pérez nos lo podíamos haber ahorrado, y en su lugar haber leído a una de esas señoras que también escriben cosas policíacas, por equilibrar la balanza no más.
Lo mismo digo del señor Vallecillo, con todo su premio, que allá el jurado y su conciencia.
La señora Castañón y el señor Cancho pasan la prueba, y con los clásicos no me meto, que esos son sagrados. A ver cuándo leemos a Rosalía de Castro, el gallego es un idioma muy hermano al que no deberíamos renunciar los castellanos, o alguna de esas poetisas hispanoamericanas que ya no están con nosotros, pero que tanto nos dejaron.
En cuanto a la biografía es sin duda un género interesante al que acudimos poco, pero quizá esta biografía no era la más idónea, pues sobre Juana I de Castilla se sigue escribiendo todavía, no obstante no fue viaje perdido.
De los encuentros presenciales guardo tan grato recuerdo que solo deseo que se repitan.
¡Gracias, Pedro y Paloma, por todo!
Un abrazo, amigos del club.
Como veterana de este Club desde la lectura virtual del Quijote,
me alegra una vez más haber participado con aportes a siete lecturas de las diez propuestas por ti. Espero poder seguir participando si los títulos o los autores, o ambas cosas, me resultan interesantes y mis compromisos me lo permiten.
Sí, debo decirte que me gustaría no repetir autores, con tantos buenos como hay, independiente de sexo, religión o color :-), pasados (a mejor vida) y/o presentes. También conoces mi gusto por los ensayos y crónicas, memorias o biografías.
Ya sabes cuanto me ha gustado haber podido participar de los eventos por el Aniversario de Zorrilla en Valladolid, cuyo recuerdo siempre me acompañará.
Besos y gracias por todo lo que nos das.
Abrazos a los compañeros de lectura en ambos formatos.
Llevo en el club de lectura virtual desde el otoño de 2008 y en el presencial desde el de 2013 y sólo un libro, en todos esos años, me resultó totalmente imposible.
Este curso, he disfrutado mucho con la mayoría de los libros. Con el grito de libertad femenina en la Zayas, don Juan Tenorio enamorado de la pureza absoluta, las batallas interiores de amor y culpa en la novela de Laura Castañón, quien fue "El hombre pez" porque la tierra le negaba todo, Juana de Castilla la loca porque así convino a padre, esposo e hijo, José Luis Cancho y su refugio de la memoria de escritor para no ser más “el chico que cayó por la ventana”, Rodolfo y Petrita buscando “El pisito” y una salida desesperada a la vida que los tenía atrapados...¡Una gozada todos esos! ¿Y los viajes? En Valladolid, el personaje Zorrilla saldría a nuestro encuentro, tan interesante o más que su don Juan. Y, en Tordesillas, doña Juana nos contaría in situ su encierro.
Ya sé lo que me dejo. De "La sirena de Gibraltar" me gustó el personaje del hijo cantando las cuarenta al padre, la gente buena no mata, papá. No soy de novela negra…Un abrazo al paisano, de Burgos y de los Vadillos.
De Vallecillo, le reconocí más valor que Gerineldo para publicar un libro abstruso, él mismo lo definió así en mi blog, donde tiene su casa. Gracias, Javier. Leí la mitad de tu novela, está muy bien señalado el fondo común de todos los nacionalismos criminales y excluyentes pero...no pude con ese Akúside de estética de cómic.
Un balance muy positivo. El curso que viene seguiremos disfrutando de lecturas, comentarios y algún viajecillo...terrestre no más.
Muchos besos y muchas gracias, Pedro.
Incluso en Comala, con el rencor vivo de Pedro Páramo, aunque estemos bajo tierra y tardemos en darnos cuenta. Una vez que entramos, ya no salimos, seguro que vuelvo a leer "Pedro Páramo" de Juan Rulfo.
Bueno, como otros años, me gustaría leer algún libro de las literaturas periféricas, pero lo que escojas me parecerá bien, como siempre. Tu cumples, yo, no siempre.
Un abrazo
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