Me fijo en esta hierba que se despereza al sol de enero. Ya la luz se alarga. Por estas tierras aún queda invierno, pero allá -¡el bajo Guadiana se enreda en la marisma, el cielo azul y amable la brisa en el brote tierno del almendro!- se anuncia la primavera. Aún queda invierno por aquí, sin embargo. Necesario y frío, severo y castellano. Está desnudo el campo, ofreciendo su verdad sin disimulo. En las mañanas el frío te recuerda que es enero. ¡Enero fértil camino de la primavera!
7 comentarios:
Es curioso que ahora nos creamos que vamos más adelantados en el calendario que cuando éramos niños. Parece que exigimos primaveras sin darnos cuenta de que para que éstas florezcan tiene que haber la fecundación secreta de los meses invernales. Castilla es como siempre, aunque aún no sepamos muy bien si el cambio climático realmente está alterando tanto las temperaturas que en cuanto no tenemos bajo cero nos parece estar en abril. Los programas meteorológicos, como contundente producto televisivo que es, alteran también nuestra concepción del tiempo de hombres arraigados a nuestro suelo. Convierten al tiempo en espectáculo y película. Ah, y generan estrés.
Queda invierno y es bueno detenerse ante un humilde hierbajo que puede con él.
Que el frío de invierno nos traiga cálidas primaveras.
Besos.
Los dedos del invierno continúan haciéndose sentir.
Saludos,
J.
Ahora cuando te escribo, se está cumpliendo lo que escribe Laura Castañón y que hemos esperado durante casi todo el año. Por fin, La noche que no paró de llover y continúa en la mañana. Hace frío y parece como si la primavera quisiera primero estar arropada por las gotas de lluvia, antes de empezar a brotar.
Besos
Por aquí también queda invierno y esta lloviendo mucho, lo que es bueno.
La primavera llegará, como todo.
Besos
Eres una persona de pueblo, rural en el sentido de siempre, y creo que no lo puedes evitar, aun en el caso de que quisieras.
Un abrazo
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