domingo, 12 de noviembre de 2017

Ser gato


Ser gato y subirse a una tapia para ver la puesta del sol. Ya en la postpuesta, estirarse digno y elegante, desescalar y salir a cazar ratones. Qué armoniosa soberbia la del felino.

10 comentarios:

José A. García dijo...

Quién compartirá su suerte...

Saludos,

J.

Myriam dijo...

León tenías que ser....
:-)

Besos

LA ZARZAMORA dijo...

Como diría Galdós:
¡¡¡"Miau"!!!
Besos, Pedro.

Emilio Manuel dijo...

No me gustan los gatos ni de lejos.

andandos dijo...

Y qué vida tan placentera. Desde aquí te lo digo: propón un día, un sábado que haga todavía frío, para que quedemos a cenar, por ejemplo, algunos (y algunas, no sé si hace falta decirlo) de los lectores habituales aunque no presenciales (o sí) de tu blog. Y discutamos el lugar y la excusa mínima para hacerlo.

Un abrazo

Mavi dijo...

¡Ay, quien fuera gato! me encantan los gatos, en mi casa "me dejan vivir" dos preciosos; no hay animal mas elegante e independiente que ellos.
besicos
Mavi

mojadopapel dijo...

Subir a la tierra y bajar al cielo!

Manuel Díaz dijo...

Gato alado.

Ele Bergón dijo...

Silencioso, observadora, temeroso, exigente, tranquila y en especial libre, muy libre. Así veo yo al gato y en especial a la gata.

Besos

impersonem dijo...

La madre naturaleza (y alguna que otra técnica genética) ha dotado a cada criatura de habilidades innatas... los gatos tienen esa posibilidad de una forma, nosotros también, de otra....

Me gustan los gatos, en realidad casi todos los animales...

Abrazo