lunes, 9 de octubre de 2017

Tomar el sol en un banco


Hoy ha sido un buen día para tomar el sol. En la Universidad aún no se ha encendido la calefacción y en los despachos y en las aulas hace frío en las primeras horas de la mañana. Después de unas horas releyendo a Machado, salí al jardín central de mi Facultad y me senté en un banco, para calentarme como hacían los viejos en la solana de los pueblos o en la fachada encalada de las casas, al sol de otoño. Se está bien así, sentado mientas el cuerpo entra en calor, viendo pasar tan deprisa a tanta gente, de un lado para otro. Como si tuvieran de verdad algo importante que hacer.

7 comentarios:

Abejita de la Vega dijo...

Un buen día para tomar el sol y reflexionar sobre el arte y la literatura.

Emilio Manuel dijo...

Día templado y soleado, un banco en un pequeño parte, un libro en la mano ¿que más se puede pedir?.

DORCA´S LIBRARY dijo...

Hay placeres que son sencillos y sin embargo, placenteros. Nada mejor que sentarse al sol, ver pasar a la gente, e imaginarse las historias que pueden llevar a cuestas.
Saludos.

Myriam dijo...

Machado y sol, muy buena combinación. Lejos del mundanal barullo.

Besos

Paco Cuesta dijo...

Un viejo y cansado banco.

Campurriana dijo...

Nunca mejor dicho, lo de las prisas y sus intenciones.

andandos dijo...

Lo que más me gusta, con el paso de los años, y literalmente, es no hacer nada.

Un abrazo