domingo, 22 de octubre de 2017

Atardecía en el gallinero


Que otros piensen por nosotros, decía una y otra vez el gallo sin cabeza mientras corría en círculos. Que otros piensen por nosotros, que otros piensen.
Atardecía en el gallinero.

10 comentarios:

Abejita de la Vega dijo...

Y se oyeron los escandalosos cacareos de lo que no piensan pero hacen mucho ruido. A Ramón Gómez de la Serna le hubiera gustado.

Emilio Manuel dijo...

Es lo fácil, aunque siempre tiene consecuencias.

Saludos

andandos dijo...

La foto desde el punto de vista de una gallina, creo.

Un abrazo

pancho dijo...

Entraron dos gallos con cabeza al atardecer y revolucionaron el gallinero, un gallo no se rinde hasta que ya está bien muerto como decía la canción.
Pensar cuesta trabajo y si es para escribir, no te digo nada. Habrá que dejar la pereza a un lado y ponerse para que no sea sólo un pollo el que piense.
¡Vaya foto!

María dijo...

Me gusta la foto, por ese rayo de luz de esperanza.

Besos.

Paco Cuesta dijo...

Y las gallinas escuchaban encantadas.
Un abrazo

dafd dijo...

¿Y qué pasa cuando "otros" tampoco piensan?

Mavi dijo...

No sé, pero me estremece pensar en ese gallo sin cabeza...
un saludo
Mavi

Myriam dijo...

¡Un relato muy gráfico!
Espero que de tanto voltear no llegue hasta aquí. Al gallo, me refiero.

Besos

LA ZARZAMORA dijo...

Siempre estarán esas gallinas cacareando y sin pensar, esperando que los demás lo hagan por ellas, y cuando cese el temporal, esgrimir las ideas de otros como suyas...
Pobres gallos, pobre gallineros.

Besos, Pedro.