Camilo José Cela es un nombre indiscutible en la literatura española del siglo XX. Controvertido como persona debido a sus perfiles biográficos menos elogiables, muy popular como personaje público (amado y odiado a partes iguales, nunca indiferente), algunas de sus obras han pasado a la historia de la narrativa española y se quedarán siempre ahí y no solo la primera de ellas, La familia de Pascual Duarte (1942), que contribuyó a la renovación del género en la postguerra, sino otras como Viaje a la Alcarria (1948), La colmena (1951) o Madera de boj (1999). Su trayectoria como escritor fue también fecunda en premios, entre los que destacan el Nobel (1989) y el Cervantes (1995). Con Cela ocurre como con otros escritores con presencia pública tan poderosa, que provoca tal rechazo a sus enemigos literarios y políticos que no verán en él ninguna cualidad ni admitirán nada bueno en su obra. Pero esto desaparecerá con el tiempo.
Lo que el tiempo ha ido emborronando es la importancia de Camilo José Cela como editor creando Alfaguara en 1964 o al frente de Los papeles de Son Armadans, revista cultural publicada desde 1956 hasta 1979 en la que otro excelente escritor, Caballero Bonald, fue secretario de redacción. Los papeles de Son Armadans, publicada en Palma de Mallorca, significó una apertura cultural en el régimen franquista permitida tanto por las buenas relaciones de Cela con el régimen dictatorial como por la época -coincide con la política de reconocimiento internacional de la España franquista en el mundo occidental-. Cela supo detectar el momento oportuno y sacar adelante una publicación de calidad en la que tuvieron espacio escritores y artistas mal vistos por la censura franquista o, incluso, prohibidos como Rafael Alberti, Max Aub, Emilio Prados o Luis Cernuda.
Una de las características más importantes de la revista fue la introducción de ilustraciones de grandes pintores del momento como Picasso, Miró, Tápies, los integrantes del Grupo el Paso, Manuel Viola, etc., a los cuales dedicara números monográficos de carácter extraordinario. A este aspecto sustancial de la publicación se dedica la exposición Cela: Literatura y arte. La pintura a través de Papeles de Son Armadans que se muestra ahora en la Sala municipal de exposiciones de la iglesia de Las Francesas (hasta el 9 de julio) tras el Círculo de Bellas Artes de Madrid, como primer paso de su gira por otras ciudades. Comisariada por Camilo José Cela Conde, hijo del escritor, y María Toral Oropesa, su organización se debe a la Fundación Charo y Camilo José Cela (lo que nos sitúa en el contexto de los problemas que tuvo la herencia de Cela tras su segundo matrimonio) con la colaboración de Acción Cultural Española.
Una exposición que sorprenderá a los que no conozcan esta faceta del escritor y la importancia de Los papeles de Son Armadans para la cultura española del siglo XX. Una recomendación para los que la visiten: no pasen sin ver el vídeo documental que se exhibe.
5 comentarios:
holi pedro si vieras mi cara de desconcierto cuandoveo toda esta literatura...no soy de esto pero bueno a veces escribis sobre tus perspectivas y ahi si siento que puedo comentar..ya que soy un cero en literatura e historia...
besines pedro y que estes muy bien
SAU
Agradeço-te o aumento dos meus conhecimentos, neste caso particular sobre Cela - de quem nunca li nada, embora soubesse que teve muitos e variados prémios.
Abrazo fuerte, amigo mio
No me la perdere
Ni idea de esto, Pedro. Si viene por aquí o cerca iremos. Muchas gracias.
Un abrazo
Otro autor que no hemos leído en La Acequia y creo que tiene buenas obras para leerle.Ahí te lo dejo
Besos
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