Como un charco de sangre ve España Chaves Nogales. Un charco de sangre en el que se han desatado los instintos más primarios del ser humano tras el golpe de estado fallido de los militares sublevados contra el gobierno republicano legítimo y la guerra civil que siguió. En el Prólogo de A sangre y fuego afirma que quien salga vencedor de la barbarie que aún continuaba será un dictador, de una o de otra ideología, revolucionario o fascista y que de forma inevitable contará con el apoyo de unas potencias internacionales y la oposición de otras:
En lo interior, un gobierno dictatorial que con las armas en la mano obligará a los españoles a trabajar desesperadamante y a pasar hambre sin rechistar durante veinte años, hasta que hayamos pasado la guerra. Rojo o blanco, capitán del ejército o comisario político, fascista o comunista, probablemente ninguna de las dos cosas, o ambas a la vez, el cómitre que nos hará remar a latigazos hasta salir de esta galerna ha de ser igualmente cruel e inhumano. En lo exterior, un Estado fuerte, colocado bajo la protección de unas naciones y la vigilancia de otras.
Afirmaba eso después de comprobar lo ocurrido en los primeros meses de la guerra civil y de su conocimiento directo de la Rusia soviética y la Italia fascista. No se equivocaba demasiado en su pronóstico el autor, solo que aún no había llegado la II Guerra mundial y la guerra fría, que prolongó cuarenta años y no veinte al dictador que salió vencedor.
Habitualmente se simplifica la guerra civil española convirtiéndola en un choque entre dos bandos: nacionales y rojos, leales y sublevados, revolucionarios y fascitas. Ya durante la misma guerra. En todo conflicto resulta más fácil y útil para la propaganda de uno y otro lado construir de forma maniquea el enfrentamiento que andar en disquisiciones que debiliten las fuerzas. Las guerras no entienden de sutilezas. También le fue muy útil este maniqueísmo al dictador que gobernó España las décadas siguientes. Esta simplificación hace que se nos olvide que la mayor parte de la población suele encontarse en el medio de las fuerzas extremas y que su adhesión a uno de los bandos es más fruto del azar, del instinto de supervivencia o de las debilidades humanas. Quizá aún no estemos en condiciones de aceptar plenamente que la realidad fue más compleja a pesar de que ya hay suficientes documentos, testimonios, libros de historia y obras de arte que lo demuestran. Ni siquiera sé si hoy se le ocurriría a alguien una película como La vaquilla de Luis García Berlanga (1985).
Chaves Nogales se declara "un pequeñoburgués liberal, ciudadano de una república democrática y parlamentaria". Con su trabajo intelectual se hacía la ilusión de motivar el espíritu de sus compatriotras y provocar en ellos el interés "por los grandes temas de nuestro tiempo". Pero la sublevación de los militares contra la república le pone en situación de riesgo porque con su posicionamiento contrario a los movimientos revolucionarios y fascitas "había contraído méritos bastantes para haber sido fusilado por los unos y por los otros". Fiel a la república liberal, sigue por sentido profesional al frente del diario Ahora incluso después de haber sido colectivizado por los obreros y gracias a la tolerancia con la que se le permitía trabajar a pesar de ser conocido su rechazo hacia la revolución. Cuando el gobierno republicano abandona el Madrid cercado por las tropas franquistas para trasladarse a Valencia, él no lo sigue y marcha al exilio, convencido de que entre los dos bandos que se le ofrecen "es preferible meterse las manos en los bolsillos y echar a andar por el mundo, por la parte habitable de munco que nos queda". Ninguno de los dos extremos se lo ha perdonado aún. Gracias a su condición de intelectual y a sus contactos, encuentra acogida en París y dedicarse a la escritura.
Salió de España a mediados de noviembre de 1936 y da por concluido el manuscrito de A sangre y fuego en mayo de 1937. Para entonces ya tenía una reconocida trayectoria profesional como periodista y como escritor. Al abordar A sangre y fuego pretende combatir precisamente los extremos de ambos bandos. Denuncia la irracionalidad desatada por las grandes ideologías enfrentadas. No estaba ni España ni el mundo -cerca ya del conflicto mundial- para estas posiciones intermedias y su personalidad y su obra se fue diluyendo en el olvido salvo su biografía del torero Juan Belmonte, que siempre se puso como ejemplo del género y parecía escrita por un nombre sin persona detrás. No interesaba oficialmente ni al régimen de Franco ni los movimientos de oposición. Su recuperación se dio a partir de la transición hacia la democracia, en medio del postmodernismo, que miraba la historia reciente desde un ángulo alejado de las ideologías que habían sembrado el siglo XX de muertos y desde entonces el interés no ha hecho sino crecer.
A sangre y fuego es una colección de once relatos (los nueve de la mayoría de las ediciones y dos más rescatados de las ediciones mexicana y cubana por María Isabel Cintas) sobre la crueldad de aquella guerra. Son once historias abordadas de manera realista y cruda. Aparentemente, el narrador es objetivo y da el testimonio de lo que vio o de lo que investigó y se separa por igual de los bandos extremos enfrentados. Chaves Nogales busca la denuncia de la irracionalidad, de las actividades criminales en un intento de mostrar al mundo la perversidad de los dos bandos. No es su pretensión entrar en juicios sobre la legalidad histórica entre otras cosas porque todavía llevaba encima el recuerdo abierto de lo que había visto y de lo que seguía ocurriendo en España. Quizá de una forma un tanto ingenua pretendía llamar a las conciencias liberales del mundo occidental para que evitaran el desastre. Por eso buscó que su libro se tradujera rápidamente para aumentar la difusión. No se dio cuenta de que ese mundo al que apelaba también llevaba el camino de entrar en una devastadora guerra.
A lo largo del mes de marzo veremos cómo lo hace.
En lo interior, un gobierno dictatorial que con las armas en la mano obligará a los españoles a trabajar desesperadamante y a pasar hambre sin rechistar durante veinte años, hasta que hayamos pasado la guerra. Rojo o blanco, capitán del ejército o comisario político, fascista o comunista, probablemente ninguna de las dos cosas, o ambas a la vez, el cómitre que nos hará remar a latigazos hasta salir de esta galerna ha de ser igualmente cruel e inhumano. En lo exterior, un Estado fuerte, colocado bajo la protección de unas naciones y la vigilancia de otras.
Afirmaba eso después de comprobar lo ocurrido en los primeros meses de la guerra civil y de su conocimiento directo de la Rusia soviética y la Italia fascista. No se equivocaba demasiado en su pronóstico el autor, solo que aún no había llegado la II Guerra mundial y la guerra fría, que prolongó cuarenta años y no veinte al dictador que salió vencedor.
Habitualmente se simplifica la guerra civil española convirtiéndola en un choque entre dos bandos: nacionales y rojos, leales y sublevados, revolucionarios y fascitas. Ya durante la misma guerra. En todo conflicto resulta más fácil y útil para la propaganda de uno y otro lado construir de forma maniquea el enfrentamiento que andar en disquisiciones que debiliten las fuerzas. Las guerras no entienden de sutilezas. También le fue muy útil este maniqueísmo al dictador que gobernó España las décadas siguientes. Esta simplificación hace que se nos olvide que la mayor parte de la población suele encontarse en el medio de las fuerzas extremas y que su adhesión a uno de los bandos es más fruto del azar, del instinto de supervivencia o de las debilidades humanas. Quizá aún no estemos en condiciones de aceptar plenamente que la realidad fue más compleja a pesar de que ya hay suficientes documentos, testimonios, libros de historia y obras de arte que lo demuestran. Ni siquiera sé si hoy se le ocurriría a alguien una película como La vaquilla de Luis García Berlanga (1985).
Chaves Nogales se declara "un pequeñoburgués liberal, ciudadano de una república democrática y parlamentaria". Con su trabajo intelectual se hacía la ilusión de motivar el espíritu de sus compatriotras y provocar en ellos el interés "por los grandes temas de nuestro tiempo". Pero la sublevación de los militares contra la república le pone en situación de riesgo porque con su posicionamiento contrario a los movimientos revolucionarios y fascitas "había contraído méritos bastantes para haber sido fusilado por los unos y por los otros". Fiel a la república liberal, sigue por sentido profesional al frente del diario Ahora incluso después de haber sido colectivizado por los obreros y gracias a la tolerancia con la que se le permitía trabajar a pesar de ser conocido su rechazo hacia la revolución. Cuando el gobierno republicano abandona el Madrid cercado por las tropas franquistas para trasladarse a Valencia, él no lo sigue y marcha al exilio, convencido de que entre los dos bandos que se le ofrecen "es preferible meterse las manos en los bolsillos y echar a andar por el mundo, por la parte habitable de munco que nos queda". Ninguno de los dos extremos se lo ha perdonado aún. Gracias a su condición de intelectual y a sus contactos, encuentra acogida en París y dedicarse a la escritura.
Salió de España a mediados de noviembre de 1936 y da por concluido el manuscrito de A sangre y fuego en mayo de 1937. Para entonces ya tenía una reconocida trayectoria profesional como periodista y como escritor. Al abordar A sangre y fuego pretende combatir precisamente los extremos de ambos bandos. Denuncia la irracionalidad desatada por las grandes ideologías enfrentadas. No estaba ni España ni el mundo -cerca ya del conflicto mundial- para estas posiciones intermedias y su personalidad y su obra se fue diluyendo en el olvido salvo su biografía del torero Juan Belmonte, que siempre se puso como ejemplo del género y parecía escrita por un nombre sin persona detrás. No interesaba oficialmente ni al régimen de Franco ni los movimientos de oposición. Su recuperación se dio a partir de la transición hacia la democracia, en medio del postmodernismo, que miraba la historia reciente desde un ángulo alejado de las ideologías que habían sembrado el siglo XX de muertos y desde entonces el interés no ha hecho sino crecer.
A sangre y fuego es una colección de once relatos (los nueve de la mayoría de las ediciones y dos más rescatados de las ediciones mexicana y cubana por María Isabel Cintas) sobre la crueldad de aquella guerra. Son once historias abordadas de manera realista y cruda. Aparentemente, el narrador es objetivo y da el testimonio de lo que vio o de lo que investigó y se separa por igual de los bandos extremos enfrentados. Chaves Nogales busca la denuncia de la irracionalidad, de las actividades criminales en un intento de mostrar al mundo la perversidad de los dos bandos. No es su pretensión entrar en juicios sobre la legalidad histórica entre otras cosas porque todavía llevaba encima el recuerdo abierto de lo que había visto y de lo que seguía ocurriendo en España. Quizá de una forma un tanto ingenua pretendía llamar a las conciencias liberales del mundo occidental para que evitaran el desastre. Por eso buscó que su libro se tradujera rápidamente para aumentar la difusión. No se dio cuenta de que ese mundo al que apelaba también llevaba el camino de entrar en una devastadora guerra.
A lo largo del mes de marzo veremos cómo lo hace.
Noticias de nuestras lecturas
Luz del Olmo cuenta su experiencia inicial en la lectura, abrumada por el dolor que le provoca un relato tan crudo como halla en las dos primeras historias. Seguro que podrá seguir con la lectura. No os perdáis las imágenes con las que ilustra su entrada.
Mª Ángeles Merino nos regala todo un testimonio personal. Su madre dialoga con el texto de Chaves Nogales recordando lo que ella vivió de niña en aquella guerra civil.
Comenta Pancho el primer relato de la serie, que nos lleva a los primeros días de la guerra y al despertar de los sentimientos más primarios. Excelente forma de afrontar el comentario.
Mª Ángeles Merino nos regala todo un testimonio personal. Su madre dialoga con el texto de Chaves Nogales recordando lo que ella vivió de niña en aquella guerra civil.
Comenta Pancho el primer relato de la serie, que nos lleva a los primeros días de la guerra y al despertar de los sentimientos más primarios. Excelente forma de afrontar el comentario.
Recojo en estas noticias las entradas que hasta el miércoles han publicado los blogs amigos.
Durante el resto del curso leeremos:
-Media vida, de Care Santos (abril). Esta novela ha obtenido el último Premio Nadal y su lectura se programa en conjunto por varios clubs de lectura de Burgos.
-Brillante, de Luis Ángel Lobato (mayo). El autor publicará en breve un nuevo poemario.
-Pasos en la piedra, de José Manuel de la Huerga (junio). Como es ya conocido, esta novela ha obtenido el XV Premio de la Crítica de Castilla y León, fallado el pasado día 8 en Ávila, lo que da mayor interés, si cabe, a su lectura.
-Media vida, de Care Santos (abril). Esta novela ha obtenido el último Premio Nadal y su lectura se programa en conjunto por varios clubs de lectura de Burgos.
-Brillante, de Luis Ángel Lobato (mayo). El autor publicará en breve un nuevo poemario.
-Pasos en la piedra, de José Manuel de la Huerga (junio). Como es ya conocido, esta novela ha obtenido el XV Premio de la Crítica de Castilla y León, fallado el pasado día 8 en Ávila, lo que da mayor interés, si cabe, a su lectura.
Entrada del Club de lectura cada jueves, en este blog.
Seminario de literatura y danza
El curso pasado, la Asociación de Antiguos Alumnos y Amigos de la
Universidad de Burgos y el Club de lectura de La Acequia inauguramos
nuestro Seminario de Literatura y danza con el ballet Don Quijote
como parte de las conmemoraciones del cuarto centenario del
fallecimiento de Cervantes. Continuamos con la idea, que tendrá próximas
ediciones.
Mañana viernes día 10 de marzo veremos y comentaremos El sombrero de tres picos,
el ballet de Manuel de Falla con coreografía de Léonide Massine
estrenado en Londres en 1919 con un rotundo éxito. Los decorados y
figurines eran obra de Pablo Picasso. El ballet está basado en la novela
de igual título de Pedro Antonio de Alarcón, publicada en 1874. El acto
tendrá lugar en el Salón de actos de la Facultad de Humanidades y
Comunicación de la Universidad de Burgos (antiguo Hospital Militar) y
dará comienzo a las 19:00 horas. Entrada libre hasta completar el aforo.
El sábado 11 tendrá lugar un seminario de ballet clásico de nivel
intermedio al que hay que apuntarse según instrucciones del cartel que
copio arriba.
9 comentarios:
Despertar consciências ? Complicado, já que a violente guerra civil espanhola foi um laboratório para a guerra que devastou a Europa e não só.
Acabei de ler muito recentemente, de Francisco Espinosa, "La Columna de la Muerte" e o que os franquistas fizeram na Andaluzia e culminaram na matança desenfreada de Badajoz é terrível.
Para minha vergonha, Salazar teve interveniência directa e , para cúmulo, enviou opositores políticos misturados com quem fugia daí e que a ditadura devolveu .
Para Franco e sequazes a guerra nunca terminou ...
Amigo mio, buen finde y abrazos
Desde que hace unos años leí este libro de Chaves Nogales mi visión de la Guerra civil ha sido menos de blanco/negro. Es un autor imprescindible, ignorado durante mucho tiempo porque no interesaba escucharle por parte de tirios y troyanos. Permite perspectivas de análisis y reflexión que no aporta la simple y tantas veces maniquea narración histórica. También me pasó con mi perspectiva sobre la Revolución Soviética, y mira que hay miles de libros sobre el tema, al leer su novela "El maestro Juan Martínez que estaba allí". Nunca es tarde para descubrir y comparar.
Saludo.
Acabo de leer el aporte de la madre de Ma Angeles y me ha parecido mucho más real y conmovedor que las citas del libro que ahí mismo se reproducen. Al menos en esos párrafos, el cariz ligero que le dan los diminutivos empleados le quite, según mi entender, fuerza y realismo al relato. Me quedo con el testimonio de la madre de Ma Ángeles. Saludos!
MÓNICA: Comprendo que no has leído el texto de Chaves Nogales. Este es real, crudo. Pero no es como el de la madre de Mª Ángeles. No puede serlo. Chaves escribe como se hacía en aquella época y, además, intenta conmocionar al público no extremista del momento. La madre de Mª Ángeles recuerda desde hoy sus memorias de niña. Uno escribe con una intención concreta, la otra cuenta y recuerda. Ambas cosas son necesarias. Te invito a leer a Chaves Nogales y participar en este mes de comentarios. Un beso.
Chaves Nogales era un perfecto desconocido hasta hace unos cuantos años, pocos eran los que podían decir algo más que el nombre sobre él. Cuando autores importantes (Muñoz Molina, Pérez Reverte, Trapiello...) empezaron a hablar sobre él, me llamó la atención el concepto que tenía del periodismo, pegado al suceso. Chaves Nogales era un aventurero. Subirse a un avión para recorrer Rusia en aquellos años era cosa de los pioneros de la aviación.
Chaves Nogales hizo gala de una gran independencia al no alinearse con ninguna de las dos facciones porque sabía que las guerras las ganan los que tienen más cañones, los que más matan y en el caso de España, los que más ayuda externa recibieron.
Muchos intelectuales abandonaron el país porque enseguida comprendieron que la tercera vía era imposible. Se quedaron en tierra de nadie por no agarrarse al clavo ardiendo de la tribu cercana para seguir mandando y salvar el pellejo en un ejercicio de puro darwinismo de selección natural. El caso de don Miguel de Unamuno es paradigmático con hijos en ambos bandos.
Por eso molesta tanto esa manera tan agresiva de dirigirse a la gente que hace imposible cualquier acuerdo. Los políticos están para calmar ánimos, si alguno no lo entiende, mejor que se dedique a otra cosa por la buena marcha del negocio. Ya está la gente con la crisis demasiado radicalizada para que vengan con discursos incendiarios.
Sombrerazo por este análisis tan lúcido.
Un cadena sin fin de charcos de sangre. Violencia, venganza, más violencia y más venganza. Como esas luces en clave Morse de uno de los relatos, vamos a por ella que ahí está el enemigo, pum pum, eliminado. Pero mira que allá se ve otra luz, otro disparo, pum pum, eliminado. Y luego habrá otra y otra y otra. La cadena será interminable.
Chaves Nogales anuncia una España sometida a una cómitre que nos hará remar a base de latigazos. El cómitre será fascista o comunista, no hay salida afortunada. Probaremos el
corbacho durante casi cuarenta años.
Y mi madre no tenía muy claro quién dirigía a los pajarracos de acero que arrojaban huevos de fuego sobre la población aterrorizada. Eran los contrarios, así me contestó cuando se lo pregunté.
Los mismos que fusilaron a su tío Paco en Málaga. El franquismo hizo estragos sobre la generación de mi madre.
Leeremos más relatos, tal vez recoja algún comentario de mi nueva colaboradora, la niña de trece años en Alcalá de Henares.
Redactaré la crónica de la reunión de ayer, la de Patria, una novela que ha gustado, así da gusto.
Una tarde completa la de ayer. Con lectura y luego ballet y más literatura.
Un abrazo, Pedro.
Gracias, Mónica por tus palabras, de parte de mi madre. Su visión fue la de una niña a la que no permitían ir muy lejos. Sin embargo sę ha pasado la vida diciendo: a mí me van a contar los libros, yo que lo he vivido. Pero mamá tú sólo viste un trocito. A mí me van a contar los libros. Ahora ha escuchado palabras de un libro, por fin.
Aunque sea duro, te aconsejo leerlo. Un abrazo, Mónica.
Durísimo y crudísimo y muy bien escrito.
Tengo programado mi aporte para este miércoles.
Besos
Y me alegro de que el Sombrero de Tres picos
con literatura y danza fuera y un éxito
Seguiré muy de cerquita vuestras lecturas.
Este tema lo he seguido y sigo siguiendo de muy cerca.
Besos, Pedro.
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