Hielo, solo es hielo a mil metros de altitud pero tiene la consistencia de todas las pesadillas. En la subida a Peña Negra. Como si el camino se hubiera levantado huraño y con la cabellera despeinada. Sin embargo, la subida fue ligera y nos esperaba Mariano en la Peña de la Cruz a media mañana con unas sopas de ajo y unos huevos fritos con patatas que comimos fuera, al sol, sentados a la mesa, junto a la fachada. El día ya estaba ganado para el recuerdo.
8 comentarios:
¡Pues una auténtica maravilla, Pedro!
Gracias por compartir ese hielo y ese día.
Besos
;)
¡Qué maravilla de comida! Yo también me apuntaba a la subida.
El hielo se deshiela ante una sopa de ajo.
Bellas fotos y bella estampa campestre... pues nada, que lo ganado para el recuerdo nunca te lo arrebate el olvido...
Mi sueño. Esa experiencia con huevos y fresco sol de invierno.
Buen remedio para combatir el frio
¡Qué así se ganen más días!,
todos los que quieras.
B
e
s
o
s
y abrazos
Buena recompensa después del esfuerzo. Así te vi el martes tan relajado y con un buen color en la cara.
Besos
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