Septiembre en fiestas

Septiembre es un mes lleno de fiestas en España. Asociadas muchas veces a la vendimia. Como la traca final para despedir el verano antes de que gire el tiempo hacia el otoño. Cuando era niño, las fiestas de mi ciudad se celebraban en San Mateo, hacia el final del mes. Justo cuando venían las primeras lluvias y por la noche había que abrigarse. Era una sensación extraña porque ya había comenzado el colegio y para acudir a clase tenía que atravesar cada mañana el lugar en el que se ponían las casetas que, a esas horas, estaban cerradas y la calle sin barrer. Hace bien la gente en aferrarse a esos momentos de diversión, como de niños agarrábamos el globo que nos habían comprado para que no se volara porque siempre había un caballo que trepaba a los últimos pisos de los edificios y se perdía en el cielo. Aunque a veces parece que nos agarramos a esos globos con la esperanza de que nos lleven a lugares en los que siempre sea verano. En mi barrio también celebraban a final de este mes las fiestas, con verbenas y limonada en las peñas. Aún recuerdo cómo cambiaba la temperatura al atardecer y las chicas se abrazaban en ese gesto que solo las adolescentes saben hacer para protegerse del frío y que a los chavales nos estaba vedado. Poco después se abrazaban así por las mañanas a los carpesanos y los libros, camino del instituto. Y uno se iba haciendo mayor, casi sin notarlo.