lunes, 22 de junio de 2015

La calle es mía / La calle es tuya, de Gaspar Francés.


Las ocupaciones de estas semanas me han impedido reseñar antes esta interesante exposición de Gaspar Francés que ayer se clausuraba (La calle es mía / La calle es tuya, en la Sala municipal de exposiciones del Teatro Calderón de Valladolid). Y bien que lo lamento porque es una de las propuestas más interesantes que han pasado durante esta temporada por esta sala que en Valladolid se dedica a los artistas locales.

Gaspar Francés (Valladolid, 1985) es un artista joven que desde hace años ha iniciado una carrera sólida, reconocible y muy comprometida ideológicamente con propuestas de intervención ciudadana en la vida política y la denuncia, a través del arte, de situaciones que aunque nos parezcan normales no lo son. De ahí también las técnicas que emplea, coherentes con el pensamiento de su obra: materiales reciclados (maderos, palés, andamios, plásticos, una tabla de monopatín, monitores de televisión, etc.), soportes provisionales, expresiones propias de arte urbano, reducción a elementos y trazos sencillos que no permiten matices por su planteamiento directo que apela a la conciencia del espectador y su definición instantánea ante lo que ve, etc. Sus obras se posicionan de forma inmediata con acontecimientos del momento pero, a la vez, tejen una inteligente red de intertextualidad con los modelos, fácilmente reconocibles puesto que no es su pretensión esconderlos, como El alzamiento de la antena (tanto en la serie de 2014 como en el cuadro de 2015).

El alzamiento de la antena (2015), de Gaspar Francés
Su forma de enfocar la realización de la obra viene de una secuencia que nace en el pop art, en el cómic y en los más activos representantes del arte urbano de las últimas décadas.

En esta exposición se reconocen todas estas características de Gaspar Francés, puestas al servicio de las ideas que explotaron en España a partir del 15M y que han crecido desde aquel momento hasta convertirse en una de las claves que definen la historia reciente española. El título de la exposición hace referencia a una frase pronunciada en 1976 por Manuel Fraga Iribarne cuando era Vicepresidente y ministro de Gobernación del Gabinete presidido por Carlos Arias Navarro. Muerto Franco en noviembre del año anterior, las organizaciones opuestas a la continuación del franquismo en aquellos primeros tiempos del reinado de Juan Carlos I quisieron celebrar el 1º de mayo y ante sus quejas por la represión policial ejercida, Fraga exclamó: "La calle es mía". Esta frase ha quedado como una de las referencias políticas de aquellos tiempos y fue recuperada por los movimientos de indignados del 2011 para reivindicar el derecho de los ciudadanos a manifestarse en los espacios públicos. De ahí la propuesta de Gaspar Francés en estas obras realizadas desde el 2011 hasta el 2015 (son dos años que enmarcan perfectamente las obras puesto que su origen coincide con los movimientos populares del 2011 y terminan con los cambios en las instituciones propiciados por ellos): ante la expropiación de la calle, del urbanismo y la arquitectura, por parte de los poderes políticos y económicos que la han convertido en un mero espacio de consumo en el que el ser humano individual es prescindible salvo como cliente, propone la toma de conciencia y el activismo, expresado firmemente en esa pieza en la que los puños se exponen a las garras del águila.
La calle es mía / tuya, de Gaspar Francés
Pero sería injusto reducir la muestra de Gaspar Francés a una intervención en lo inmediato puesto que también plantea una poética del ser humano que haga repensar la ciudad como concepto. En un paisaje apocalíptico - el artista, como he dicho, no pretende ser original en la definición usual de este término y las huellas tanto temáticas como técnicas son fácilmente reconocibles- la ciudad queda arrasada y se nos presenta como edificios y espacios vacíos, arruinados y sin sentido precisamente porque falta lo más importante en ellos, el ser humano.




Fragmento de Cementerio gallego (2015), de Gaspar Francés

3 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

Como muchos de mi edad, padecimos aquello de "la calle es mía", hoy, con la ley mordaza no está muy lejos de aquello. Con lo bonito que seria una calle de todos con comportamientos respetuosos.

Saludos

lichazul dijo...

es verdad , en la calle el arte se expresa a diestra y siniestra
pero andamos demasiados ocupados en el ombligo
y pocas veces damos cuenta del milagro creativo

bien por esta joven promesa que en tu tierra expone
felices los que vayan


besitos

São dijo...

Muchas gracias por mais este preciosa entrada.

besos, amigo mio