Uno de los aciertos de la perspectiva narradora de Almudena Grandes es presentarnos las cosas desde ángulos que se alejan de la simplicidad de las novelas de tesis. Huye la autora de fáciles implicaciones morales o juicios de valor sobre aquella España de la primera postguerra: predominan los matices. El efecto de esta posición narradora se acentúa por dos elementos: el hecho de que el narrador adulto enfoque todo desde su mirada de niño, que comienza a comprender el mundo; la mayor parte de los personajes ocultan sus pensamientos o partes de su biografía puesto que no son del todo lo que su posición en los meses narrados podría señalarlos. En el fondo, todos son supervivientes de unos acontecimientos históricos que les han situado a uno u otro lado de un frente bélico aun no cerrado. El caso del guardia civil Sanchís es el más claro: un hombre solo cuyo único eje vitial -no ideológico- es un amor imposible y extraño. Pocas cosas son lo que parecen. Este aprendizaje es clave en el proceso de madurez de Nino y está ejemplarmente narrado por Almudena Grandes con este juego que parte de la mirada infantil para explicarnos una España en la que todo debía velarse.
Noticias de nuestras lecturas
Gelu teje una entrada de bicicletas y sueños de Verne para enlazar muchas cosas a esta lectura.
Mª Ángeles Merino comenta el simbolismo de Sísifo en la novela y lo entrelaza de imágenes y el descubrimiento del mundo que rodea a Nino.
La próxima semana terminaré con el comentario de El lector de Julio Verne y propondré el futuro plan del Club de Lectura.
11 comentarios:
Gracias Pedro por esta aventura. Puedo decir que a pesar de que no he publicado entradas en mi espacio de esta lectura, he disfrutado mucho con todos y todas de esta lectura maravillosa, de un pasado que gira sobre nuestro presente y nunca se recicla.
Besos
Amedida que he ido leyendo las distintas entradas me doy cuenta y comparto esta observación .De que es... un frente que aun no esta cerrado del todo...Dificil de olvidar estos resquemores.
Un abrazo Pedro.
El punto de partida de la novela son los recuerdos biográficos de un político comunista demócrata que llega a ser representante de sus paisanos jienenses en las primeras elecciones democráticas después de la Dictadura. La apuesta de la autora es arriesgada porque el relato parte de un viaje al corazón de las tinieblas, al interior tenebroso de un cuartel de la Guardia Civil durante la postguerra de plomo en el lugar más comprometido e incómodo, olvidado a partes iguales por los dos bandos porque la memoria es selectiva, a menudo interesada. Y durante bastante tiempo no interesó activar resortes que desembocaran en desavenencias en tiempos de reconciliación.
Pero en literatura interesa la manera de narrar, no los hechos que se narran. Y en eso la autora demuestra su habilidad y muchas horas de vuelo.
Yo, querido profe, que me adentré por primera vez en las letras de Almudena a iniciativa suya, con esta novela, quedé "tocada", en el más amplio sentido de la palabra, y aunque creo haberlo comentado ya, vuelvo a decirlo hoy también.
Leí el libro, devorándolo, porque me metí de lleno en la historia de cada uno de sus personajes. En algunos, reconocí rasgos que marcan parte de mi propia historia, y lloré de pena, de miedo; rabié, temblé de pánico y de impotencia con todos ellos.
Terminé llorando como una cría, cerré el libro y no quería cerrarlo, lloraba, porque dejé escapar muchas cosas que llevaba estrujadas en mis entrañas.
ME EMOCIONÉ hasta el tuétano!
Pensé colaborar en este Club de lectura activamente, pues los análisis de libros me seducen muchísimo, pero, no he podido hacerlo, mi oleaje está con el "ralentí" puesto este tiempo.
Pero sí quiero comentar así mis impresiones.
Es cierto que cada uno de los personajes de esta novela nos "engaña" de algún modo, unos más descaradamente que otros, y con más de uno nos hemos llevado una buena sorpresa.
Me han marcado los personajes de Pepe en Portugués y Doña Elena. Gracias a ellos, Nino, encuentra ese salvavidas tan necesario para él en momentos tan duros y confusos, y alcanza la verdadera visión de la realidad de la época. Esas circunstancias que él vive, y las personas que comparten su pequeña vida, son las que hacen de Nino, el Nino que después vendrá...
En fin, un verdadero placer la lectura de esta novela!
Gracias por la recomendación, la incitación y la invitación (con ripios y todo!)!
Un besote!
;)
Contar la realidad desde los ojos de un niño que no llega a comprender las razones de lo que vive es un muy buen recurso para aproximarse al relato sin los prejuicios que quizás un adulto tenga más impregnado.
Un abrazo
Si alguien en algún sitio creyó que el proyecto de ley de transparencia que anunció hace cuatro meses la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, vendría a abolir el principio secular de que “cuanto más grave es un asunto, más lo tapan”.......
Veo en los comentarios anteriores que Nino ha calado hondo. Y que gusta, aunque esta vez las entradas blogueras se hayan prodigado menos.
Una mirada infantil en un mundo de supervivientes. Un mundo que esconde muchos secretos, nada es lo que parece en el cuartel de Fuensanta, nada es lo que parece en la posguerra española. No podía ser de otra manera. Acertadísima Almudena Grandes en un libro duro y tierno a la vez.
Tu criterio siempre ha sido acertado, confío en que las lecturas futuras también lo serán.
Besos, Pedro.
Espero tus próximas propuestas lectivas... Besotes intrigados, M.
TE DEJO SALUDOS MU QUERIDO AMIGO PEDRO...
SAU
Aunque tarde, estoy leyendo El lector de Julio Verne y me ha enganchado.
La escena de Nino cantando a su hermana para acallar lo que ocurría al otro lado de la pared...,
Imagino sus ojos descubriendo los libros de doña Elena...
Voy a seguir con la lectura.
Bueno, veo que juegas con la intriga y tendremos que seguir esperando por las próximas propuestas...o plan.
Un beso, desde Madrid.
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