En Salamanca, la gente se junta en corrillos para comentar que, por la noche, el diablo se ha llevado a Félix de Montemar.
A esa hora incierta en la que los que agotan la noche se encuentran con los que marchan a trabajar temprano el rumor es insistente. El diablo ha venido en forma de mujer ,vestida con telas vaporosas, tan finas que apenas ocultaban el cuerpo seductor en el que el estudiante vio un reto más de los muchos que había vencido a lo largo de su vida. No pudo contenerse don Félix, le arrastró todo lo que era y a lo que no estaba dispuesto a renunciar: siguió aquel fantasma hasta apurar la muerte, abrazado a él.
En cada relectura de El estudiante de Salamanca (1837) pienso que Espronceda hoy hubiera sido un autor de éxito: tiene todo para ser nuestro contemporáneo, incluso los avatares biográficos. Esta obra, que recogía las diferentes tradiciones del seductor y las mezclaba con la literatura gótica y una pizca de sorna romántica, construye como pocas un ambiente y un personaje rotundos. Don Félix de Montemar, a diferencia del Don Juan Tenorio de Zorrilla no se enamora: no puede hacerlo. Por eso mismo es capaz de jugarse a una carta o a los dados no sólo el retrato, sino a la misma dama que acaba de morir por su culpa, junto a su propia vida. Quizá hoy se entienda de otra manera su forma de hablar de la muerte de Elvira que cuando Espronceda lo escribió:
A esa hora incierta en la que los que agotan la noche se encuentran con los que marchan a trabajar temprano el rumor es insistente. El diablo ha venido en forma de mujer ,vestida con telas vaporosas, tan finas que apenas ocultaban el cuerpo seductor en el que el estudiante vio un reto más de los muchos que había vencido a lo largo de su vida. No pudo contenerse don Félix, le arrastró todo lo que era y a lo que no estaba dispuesto a renunciar: siguió aquel fantasma hasta apurar la muerte, abrazado a él.
En cada relectura de El estudiante de Salamanca (1837) pienso que Espronceda hoy hubiera sido un autor de éxito: tiene todo para ser nuestro contemporáneo, incluso los avatares biográficos. Esta obra, que recogía las diferentes tradiciones del seductor y las mezclaba con la literatura gótica y una pizca de sorna romántica, construye como pocas un ambiente y un personaje rotundos. Don Félix de Montemar, a diferencia del Don Juan Tenorio de Zorrilla no se enamora: no puede hacerlo. Por eso mismo es capaz de jugarse a una carta o a los dados no sólo el retrato, sino a la misma dama que acaba de morir por su culpa, junto a su propia vida. Quizá hoy se entienda de otra manera su forma de hablar de la muerte de Elvira que cuando Espronceda lo escribió:
Era vuestra hermana hermosa:
la vi, me amó, creció el fuego,
se murió, no es culpa mía;
y admiro vuestro candor,
que no se mueren de amor
las mujeres de hoy en día.
La clave está en que, por suerte, la mujer hoy -al menos en nuestra cultura- es libre de amar y de decidir con quién quiere o no quiere estar y cuándo y por lo tanto cuando es burlada hay dolor, pero no pecado social. Por eso, lo que dice don Félix de Montemar hoy se entiende de otra manera: pero si lo vemos con su sombrero, capa, espada y botas altas sabemos de lo que habla. Aunque parezca que las pasiones son universales, no lo son, no pueden serlo porque siempre hay una parte cultural en lo que sentimos.
El estudiante de Salamanca tiene una buena película dentro que alguien debería saber encontrar: tendría éxito porque el primer borrador del guión es inmejorable. El personaje de don Félix es un regalo para cualquier galán joven que sepa cómo sumar la palabra seductora y el gesto arrogante:
El estudiante de Salamanca tiene una buena película dentro que alguien debería saber encontrar: tendría éxito porque el primer borrador del guión es inmejorable. El personaje de don Félix es un regalo para cualquier galán joven que sepa cómo sumar la palabra seductora y el gesto arrogante:
Galán de talle gentil,
la mano izquierda apoyada
en el pomo de la espada,
y el aspecto varonil:
Alta el ala del sombrero
porque descubra la frente,
con airoso continente
entró luego un caballero.
No sería muy difícil tener éxito porque este tipo de literatura hoy es la que se lee mayoritariamente: pasiones desbordadas, acción, personajes en el límite de la existencia, historias de fantasmas. ¿Por qué no se lee hoy El estudiante de Salamanca cuando leemos cosas de menor calidad que repiten muchos de sus hallazgos?
Quizá sólo le faltó a Espronceda comprender, como se hacía ya en otras literaturas europeas, que el futuro de estas historias no era el verso sino la prosa. A él y a Zorrilla hoy estaríamos leyéndolos en el metro si en la España del momento no hubiera pesado tanto la tradición del poema narrativo. Escribieron para ser declamados y hoy nadie declama ni lee en alto la poesía. Pero merece la pena adentrarse por estos versos y dejarse llevar. Si lo hiciéramos más no nos sorprenderían tanto algunos autores de ahora.
Quizá sólo le faltó a Espronceda comprender, como se hacía ya en otras literaturas europeas, que el futuro de estas historias no era el verso sino la prosa. A él y a Zorrilla hoy estaríamos leyéndolos en el metro si en la España del momento no hubiera pesado tanto la tradición del poema narrativo. Escribieron para ser declamados y hoy nadie declama ni lee en alto la poesía. Pero merece la pena adentrarse por estos versos y dejarse llevar. Si lo hiciéramos más no nos sorprenderían tanto algunos autores de ahora.
26 comentarios:
La oferta de lectura es tan variada que no se abarca nunca,en todas las épocas hay grandes escritores que han sabido reflejar el sentir,debilidades y grandezas humanas y se diferencian por el lenguaje de cada una de ellas,llegamos a conocer a nuestros clásicos por la enseñanza convencional y nos llegan a gustar,en mi adolescencia me gustaban mucho los escritores rusos,los españoles Galdós,Pereda,Valera y los realistas de otros países,luego en C.O.U. conocí por una asignatura también a los hispanoamericanos y me quedé prendada:García Márquez,Sábato...
Pero yo no tengo criterio fijo para leer,igual me gusta una época que otra,un género u otro.
Bueno,El perfume no he sido capaz de terminarlo y hay algunos más.
Abrazos
Es una lectura atractiva desde ese punto de vista sobrenatural y fantasmal, ciertamente hoy muchos rechazan un poema narrativo, por serlo. Una auténtica pena.
Me vino a la cabeza D. Víctor Quintanar declamando... cada uno con sus fantasmas...
Preciosa reivindicación de "El estudiante de Salamanca".
Besazos.
Pues perdamos las malas costumbres... seguiré tus consejos (no te acostumbres :)y leeré, hasta que se me caigan los ojos.
Besos, besos!!!
Esta es una de esas entradas donde su lectura produce un placer difícil de entender para aquellos no suelen leer.
Una gran entrada, imagen incluida.
Un abrazo
El perrito del señor de la derecha es una dulzura, ahi bien peinadito y con su cola levantada y pose esbelta.
Espronceda a mi lista después de esta entrada tuya que goticamente me motiva a su lectura.
Besos
PD Hoy, ayer, me venció el sueño temprano... que oportuna entrada ésta para leerla al despertar en medio de la noche, a esta hora incierta.
Seguiré tu consejo. Otro libro que apuntaré en mi lista aunque me parece que no tendré años suficientes para leer todos los que muchos recomendais... Pero leer a Espronceda es imperativo. Besotes esproncedianos, M.
Aqui no Brasil, em alguns lugares, existe o costume de reunirem-se para declamar poesias ou trechos de livros,inclusive em teatros e existe uma atriz, Tereza Lucinda, que declama seus versos até em anúncio de televisão.
Seducir, como sedujo Calypso (en este caso vestida con telas vaporosas)a Ulises que tampoco pudo contenerse, cambia el paisaje, de una ciudad donde las piedras en corrillos nos hablan de amor, fantasmas, diablos, en un momento del día que no es de día, pero tampoco de noche todo rodeado de una niebla, por una isla azul, llena de luz y color que seduce.
Hoy poca gente lee y menos declama poesía, se nos trataría de locos hoy se leen esos "betsellers" que parecen que estén hechos en una coctelería, donde se mezcla, dinero, pasión, ambición,miserias...etc y se echa en unas máquinas para que juntas las letras salga una novela, cuántas más páginas mejor.
Espronceda. Pues sí, es verdad. Qué ojo tienes para traer oportunamente a clásicos. Un tipo, Espronceda, con gustos afines ("y allí un sepulturero de tétrica mirada con mano despiadada los cráneos machacar". Lo que tiene la docencia que todavía nos deja en la memoria cosas) para un lector de novela gótica.
Não conheço o livro, mas conheço Salamanca. Que é uma cidade bem bonita, sem dúvida.
Besos, mi Amigo.
No conocía "El estudiante de Salamanca". Siguiendo tus recomendaciones (estás consiguiendo que lea obras que nunca antes habría imaginado) acabo de leerla y tengo que decir que ME HA EN-CAN-TA-DO. Como bien dices es una obra que perféctamente podría ser un best-seller.
Un beso
¡Cómo me gusta la luz de esta foto!
Si se cansase de verme
comentar a su vereda,
no se le ocurra alejarme
con las rimas de Espronceda.
Si al contrario con agrado,
pretendiese saludarme,
no hay texto más apropiado
para en respuesta tentarme.
El relleno es lo que sobra
del salmantino estudiante,
estrofas vanas, en obra,
cargan un verso brillante.
El sarcasmo y el desdén
le dan un toque inmortal,
pues el pecado es sostén
de un insolente genial.
Y consciente muere Elvira
en su sexo despertado,
sume amor, después, lo gira
y las cosas no han cambiado.
De su texto algo despunta
que soy capaz de extraer,
que la rima es ya difunta
si historias quieres vender.
Le tengo que hacer notar,
quizás, en imprenta ocurra,
pero no hemos de negar:
qué en la web, versar se curra.
No pienso ni por ensueño
que recitar es pasado,
pues se agotan en su empeño
raperos de cualquier lado.
Es mi Zorro contrapunto
de ese estudiante vicioso,
mayoría hoy y mal doloso,
que a nada teme en el mundo
que al bueno torna iracundo
que el amor desprecia ocioso.
Los fantasmas del pasado
hoy son fashion del vestido,
gótico oscuro alarido
que se convierte en jolgorio,
donde todo es abalorio
y ninguno sale herido.
Así el bestseller de arcanos,
solo es forma, que no culto,
donde el temor a lo oculto
se ha convertido en engaño
y de mensajes de antaño,
ya no hay fondo, solo bulto.
El problema es que en el resto
ha sucedido lo mismo,
se presume del arresto
y nos pierde el consumismo.
Nuestras guerras van matando,
Montemar sigue jugando,
a nadie importa un ardite
pues oro estamos contando.
Y la arrogancia es tan fiera
que vivimos desposados
con estados calavera
que al entierro van guiando.
¿Visionario El Espronceda
o solo giramos rueda
de un repetido escenario?.
Suyo quedo Pedro Ojeda,
Z+-----
Buenos días, profesor Ojeda:
Acertada fotografía, ¡lujo de entrada, de texto, de comentarios...! y ¡para remate! el número 14, con los octosílabos “impecables” del Señor De la Vega.
Y ¿quién no ha recitado en voz alta
los versos de “El pirata” de Espronceda?
Los poemas son pensamiento y música,
Y en la web, de ellos, los blogueros gustan.
Saludos. Gelu
Este país, “que los vivos muertos parecen”, y que descubre un libro “extraordinario” todas las semanas, no puede permitirse el lujo de que las nuevas generaciones se olviden de autores como Espronceda. Sin embargo, no interesa mucho recomendarlo por un simple problema de comparación cualitativa, navega en otra dimensión.
¿No crees que con la llegada de Internet se está avanzando en la vuelta a la oralidad de la poesía? Ahora, cualquiera con interés puede escuchar recitado los grandes poemas de todos los tiempos por los mejores actores en el arte declamatorio.
Bonito juego de arcos en la foto, nos descubres una Plaza con nuevas perspectivas (¡mira que es difícil!). Conozco al perro y a quien lo lleva.
Esa foto tiene magia,es hermosa.Besos
Tienes razón. En la poesía de ahora no se dice nada que no se hubiese escrito antes, sólo cambia la forma. Besos Isabel.
Sin embargo, creo que sigue ocupando un lugar importante dentro de la literatura universal… No se ha perdido del todo.
Un fuerte abrazo.
¡Qué genial el poema de mi querido SEÑOR DE LA VEGA! ¿Igual vuesa merced es Espronceda renacido? A sus pies, M.
Es cierto lo de la Plaza,la última vez que estuve en ese punto justo acababa de caerme un aguacero,habíamos estado mi cuñada y yo paseando cuando nos tuvimos que refugiar en un vano de la Casa de las Conchas,¡qué miedo,agua por todas las partes! creo que por esa zona nos recogió mi hermano.¿Pasa el autobús por ahí?.Abrazos
Quizá la clave sean las modas, los intereses de las editoriales, en definitiva el marketing que rodea el mundo de los escritores. Hoy se quiere vender aquello que es "vendible" por encima, a veces, de la calidad literaria.
Cuantas buenas historias han corrido por este lugar y sin embargo quedan en rincones, olvidadas, ni siquiera barridas por las fútiles modas.
que hermosos versos,me gustaron y que interesante post , un aprendizaje siempre nos dejas Profe:=)
besitos
¡Cuántas veces habré pasado por el soportal de la foto!
Leyendo ahora tu comentario sobre "El estudiante de Salamanca" que yo no he leído, tengo que decirte que me gustaría volver a leer un post que habías hecho, citando algo de las Sonatas de Valle-Inclán que justo estoy leyendo ahora, pero no me acuerdo en qué sitio puede estar en tu blog.
Si fueras tan amable y me lo dijeras, te lo agradecería.
bicos,
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