Pedro...para mi las puertas significan,libertad.Suelo fotografiar puertas y ventanas, compro cuadros...Y mientras mas viejas,mas me atrae.El pasado nos hizo crecer y llegar a donde estamos.Te dejo Un Beso.Silvi
Las puertas son como las hojas de los libros, durante la vida se van pasando puertas-hojas, en un libro.Cuando cerramos una puerta otra se abre, vamos pasando páginas. Hay unas que las cerramos para siempre, hay hojas de los libros que volvemos a ellas, éstas puertas permanecerán entreabiertas toda la vida. Hay una puerta que nos espera con los goznes bien engrasados, que sólo se abrirá y se cerrará una vez en la vida, ésta una vez cerrada se oxidará eternamente.
Sólo debemos arrepentirnos de aquello que se quedó sin hacer, no de haber abierto ninguna puerta, aunque el recuerdo sea amargo, siempre queda algo bueno.
Me acuerdo de que a Camacho le preguntaron qué se hace para ser un gran defensa y el tío respondió, tan directo como siempre: nada, cuando el delantero, de un regate, te deja sentado en el suelo coges, te levantas y sigues. A continuar porque sí.
Siempre hay un pasado que no deja de gotear, que no deja de oxidar las puertas que abrimos o cerramos alguna vez. Siempre habrá pasillos oscuros de nuestra memoria, de nuestro presente que dolerán, rincones donde tantas veces fuimos a llorar, lugares que tanto daño nos hicieron.
Pero estuvimos, eso no hay nadie que lo pueda evitar o borrar. Y esta bien que así sea, sin esos lugares, sin esas puertas no hubiéramos llegado hasta el lugar donde estamos ahora.
Se necesita de todas las “mónadas” de la cadena para ser como somos.
De cualquier manera, hasta el infierno tiene algo de interesante.
Y si nó, siempre se está a tiempo para comprobar que hay detrás de esa puerta.Digo yo.. aiss guapo, lo que se puede llegar a decir con tan pocas palabras.
Puertas oxidadas que cerramos para no volver a abrir y para seguir caminando hacia otras nuevas, abiertas y con esperanzas de que no vuelvan a oxidarse.
En algún tiempo oxidé alguna puerta de mi casa...navegué por aguas turbulentas...y lo peor... la angustia que aquello me produjo... hasta que di con el deoxidante... al final conseguí perdonarme y reconciliarme conmigo misma... Acepté mis óxidos porque al final pienso que hay que aceptar nuestros grandes o pequeños errores.
Creo que no debemos cerrar las puertas del todo, porque a veces ver lo que hay detrás con un poco más de experiencia nos puede ayudar a entender muchas cosas y a cambiar la opinión de lo que habíamos dejado atrás. Un besito desde mi mundo.
¡Uf!!, ahi detras deben de estar todos los monstruos del mundo... Con razon... Saludos, con una mano y en la otra una buena brocha y pintura para adecentar el rincon. Jesus
No hay que desacerse de ellas sino limpiarlas, ponerles un protector y pintarlas de nuevo. Quedan como nuevas y para nosotros es como si lo fueran. Entonces hay que traspasarlas y vivir el nuevo mundo que aparece ante nosotros. ¡Animo Perico! Un besote enorme.
jajajaja!!!!! Y yo que venia a invitarte a que pases por mis laberintos! Pedro, lee por favor las ultimas entradas en mis dos blogs... y dime si hay alguna que este dedicada a ti!
Interesante esto de las puertas, muy interesante, fijate que yo siempre abro una mia bien herrumbrada, por cierto, y he que aqui que llego por un pasadizo secreto a una cueva llena de tesoros... creo que Ali Baba me los dejo alli. Y cada vez que necesito me sumerjo en ella ya sea para elevar algun tesoro a la superficie o para frotar la lampara de Aladino y que me venga el genio. Claro que es un genio revelde... a veces viene de buen talante y otras no...pero mis deseos los cumple.
El óxido no es más que el propio disgusto de saber lo que había tras la puerta. De todos los rincones, incluso de esos, hemos aprendido algo, aunque, a veces, lamentemos haberlo tenido que aprender. Bicos ;-)
Hola a todos: no pude responderos a todos individualmente y hoy sois 40 los abrazos. Estas puertas que abrimos en su día son parte de nosotros en efecto: las abrimos, aunque no queramos reconocerlo. Los monstruos los llevamos dentro. Un abrazo a todos y gracias por vuestras palabras. Disculpad que no os responda hoy uno a uno.
43 comentarios:
Lo que pasó..pasó Pedro...
En todos sitios hay de este tipo de puertas y seguro que hemos entrado más de una vez¡¡;))
BESOOOTES PEDROOOO¡¡¡¡
Pedro...para mi las puertas significan,libertad.Suelo fotografiar puertas y ventanas, compro cuadros...Y mientras mas viejas,mas me atrae.El pasado nos hizo crecer y llegar a donde estamos.Te dejo Un Beso.Silvi
Quizás por haber estado allí seguimos caminando.
No podemos quedarnos cerca de esos rincones...
Un abrazo.
Antón.
Algunas cuesta de abrir, otras, no hay manera de cerrarlas...
¡Sabía que volverían los óxidos! Como eres..., no cambiarás nunca... ay, señor, señor... Besotes, M.
Las puertas son como las hojas de los libros, durante la vida se van pasando puertas-hojas, en un libro.Cuando cerramos una puerta otra se abre, vamos pasando páginas. Hay unas que las cerramos para siempre, hay hojas de los libros que volvemos a ellas, éstas puertas permanecerán entreabiertas toda la vida. Hay una puerta que nos espera con los goznes bien engrasados, que sólo se abrirá y se cerrará una vez en la vida, ésta una vez cerrada se oxidará eternamente.
Y la pared es precisamente así: esférica. Me voy alejando a tientas y cuánto más me alejo, más me acerco.
Es la puerta de los malos recuerdos que querríamos olvidar..
besos
Sólo debemos arrepentirnos de aquello que se quedó sin hacer, no de haber abierto ninguna puerta, aunque el recuerdo sea amargo, siempre queda algo bueno.
Por aquí ando con el tres en uno... te sigo.
Besos, niño.
Y de alguna manera, el óxido nos protege de la intemperie.
nuestros pies nos llevaron allí, seguramente por algo...
Besicos
Encarna
Hola Pedro:
De todo lo negativo , sale algo positivo.
No te arrepientas de nada,nunca.
Fuen
Entremos para seguir saliendo. Pero no dejemos encerradas las ilusiones ni las alegrías ni todo aquello que aun no hemos realizado.
Un abrazo
...y puertas que vamos a pintar que conducen a rincones en los que sabemos que no vamos querer haber estado, pero que vamos a visitar. Así somos.
Me acuerdo de que a Camacho le preguntaron qué se hace para ser un gran defensa y el tío respondió, tan directo como siempre: nada, cuando el delantero, de un regate, te deja sentado en el suelo coges, te levantas y sigues. A continuar porque sí.
Y los haces de luz, del sol de aquella tarde, oxidados penetraban por el ventanal de la frìa estancia......
Como iba de òxido la cosa!!
Pasar por delante sin mirarla o asumir que está ahí y seguir andando. No hay más alternativas.
Siempre hay un pasado que no deja de gotear, que no deja de oxidar las puertas que abrimos o cerramos alguna vez. Siempre habrá pasillos oscuros de nuestra memoria, de nuestro presente que dolerán, rincones donde tantas veces fuimos a llorar, lugares que tanto daño nos hicieron.
Pero estuvimos, eso no hay nadie que lo pueda evitar o borrar. Y esta bien que así sea, sin esos lugares, sin esas puertas no hubiéramos llegado hasta el lugar donde estamos ahora.
Se necesita de todas las “mónadas” de la cadena para ser como somos.
De cualquier manera, hasta el infierno tiene algo de interesante.
Un abrazo.
HologramaBlanco
Y si nó, siempre se está a tiempo para comprobar que hay detrás de esa puerta.Digo yo.. aiss guapo, lo que se puede llegar a decir con tan pocas palabras.
¡Muack!.
Hay puertas que mejor no atravesar, el sentido común lo dice. Pero todos hemos perdido alguna vez el sentido común.
Puede llegar el momento en que la herrumbre acabe el trabajo empezado y la puerta se derrumbe, dejando entrever que no había para tanto...
Un beso... sin puertas, Pedro.
Puertas oxidadas que cerramos para no volver a abrir y para seguir caminando hacia otras nuevas, abiertas y con esperanzas de que no vuelvan a oxidarse.
Un beso.
En algún tiempo oxidé alguna puerta de mi casa...navegué por aguas turbulentas...y lo peor...
la angustia que aquello me produjo...
hasta que di con el deoxidante...
al final conseguí perdonarme y reconciliarme conmigo misma...
Acepté mis óxidos porque al final pienso que hay que aceptar nuestros grandes o pequeños errores.
Creo que no debemos cerrar las puertas del todo, porque a veces ver lo que hay detrás con un poco más de experiencia nos puede ayudar a entender muchas cosas y a cambiar la opinión de lo que habíamos dejado atrás.
Un besito desde mi mundo.
Es bueno que existan...de todas formas son parte de nuestra vida....saludos
¡Uf!!, ahi detras deben de estar todos los monstruos del mundo...
Con razon...
Saludos, con una mano y en la otra una buena brocha y pintura para adecentar el rincon.
Jesus
No hay que desacerse de ellas sino limpiarlas, ponerles un protector y pintarlas de nuevo. Quedan como nuevas y para nosotros es como si lo fueran. Entonces hay que traspasarlas y vivir el nuevo mundo que aparece ante nosotros. ¡Animo Perico!
Un besote enorme.
Y a veces hasta nos han dado con ella en las narices.
Un abrazo.
Estoy con Isabel H., pero por el lado negativo: la pintura nueva es la capa de nuestra decapada conciencia.
y a veces nos equivocamos de puerta mmmm
un abrazo.
jajajaja!!!!! Y yo que venia a invitarte a que pases por mis laberintos!
Pedro, lee por favor las ultimas entradas en mis dos blogs... y dime si hay alguna que este dedicada a ti!
Interesante esto de las puertas, muy interesante, fijate que yo siempre abro una mia bien herrumbrada, por cierto, y he que aqui que llego por un pasadizo secreto a una cueva llena de tesoros... creo que Ali Baba me los dejo alli. Y cada vez que necesito me sumerjo en ella ya sea para elevar algun tesoro a la superficie o para frotar la lampara de Aladino y que me venga el genio. Claro que es un genio revelde... a veces viene de buen talante y otras no...pero mis deseos los cumple.
Un Abrazo
¡Por favor, que alguien suelde esa puerta, para que sea imposible volverla a abrir...!
Un abrazo.
Es mejor arrepentirse de cruzar una puerta que de no haberlo intentado.
Estamos cuatro días en este planeta de puertas....¡qué más da, no¡
Abrir, cerrar, abrir otra.....
J.
Saludos exfoliantes, regeneradores y antioxidantes. Un besazo Isabel.
El óxido no es más que el propio disgusto de saber lo que había tras la puerta.
De todos los rincones, incluso de esos, hemos aprendido algo, aunque, a veces, lamentemos haberlo tenido que aprender.
Bicos ;-)
Siempre hay alguna, siempre.
Siempre aprendemos algo, siempre.
estuvimos y ya no hay lugar para arrepentimientos... hay que apechugar con lo que hicimos mal, o con lo que no hicimos, simplemente.
bicos,
A veces las pesadillas más oxidadas te las encuentras tras la esquina.
Hola a todos: no pude responderos a todos individualmente y hoy sois 40 los abrazos.
Estas puertas que abrimos en su día son parte de nosotros en efecto: las abrimos, aunque no queramos reconocerlo. Los monstruos los llevamos dentro.
Un abrazo a todos y gracias por vuestras palabras. Disculpad que no os responda hoy uno a uno.
¿Y no existe la antitetánica para la vida?
BIPOLAR: me temo que sólo la muerte, así que hay que apechugar y seguir adelante.
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