jueves, 16 de octubre de 2008

Un lío de imprenta del tamaño de un asno y un loco encuentra a otro loco (Cap. 1.23).

Hoy no, que me he enrollado mucho.

En este capítulo, debemos centrar nuestro comentario en dos aspectos: en primer lugar, un hecho externo a la narración que termina influyendo en ella; en segundo, la preparación de la nueva aventura que unirá los próximos capítulos.

Todo lector advierte ciertas incoherencias con respecto a la aparición y desaparición del asno de Sancho a partir del capítulo 23.

Aunque el lector de la primera edición -y de las actuales basadas en ella- aun no se encuentra con este problema, no tardará en hacerlo. Un poco más adelante leeremos, de pronto, que a Sancho le han robado su fiel rucio y que lo recupera sin que se nos haya narrado el robo. Este hecho es pronto advertido por los lectores de 1605, e incluso Lope de Vega hace escarnio del error.

Para solucionarlo, en la segunda edición, también de 1605, se introduce un breve texto -que la mayoría de los expertos piensan que es de Cervantes, aunque algunos se lo adjudican al editor- al inicio del párrafo del capítulo 23 que comienza "Así como don Quijote". En unas cincuenta líneas, se cuenta cómo, en una noche que pasan en la sierra antes de encontrarse con Cardenio -noche que no encontraréis aquí los que leáis el texto de la primera edición-, Ginés de Pasamonte roba el asno de Sancho. Tiene su lógica: el galeote necesita una forma más rápida de escapar y redondea su ingratitud con los que le liberaron robando el asno. Sin embargo, bien al editor, bien a Cervantes, se les olvidó corregir con detenimiento el resto del texto y, poco después, vuelve a afirmarse que Sancho va montado sobre su asno para que éste vuelva a desaparecer y ser encontrado sin más explicaciones y dejando al lector perplejo.

En la tercera edición, de 1608, vuelven a introducirse más modificaciones intentando aclarar el lío creado, sin corregir tampoco con cuidado todo el texto, con lo que se sigue complicando la situación.

Y, por si fuera poco, en la Segunda parte de 1615, el personaje de Sansón Carrasco alude a todas estas cuestiones criticando el descuido, a lo que responde Sancho con una historia descabellada sobre la desaparición del asno -ya lo veremos- y cuestionando la veracidad de lo narrado en la Primera parte. Es decir, en un rasgo genial de aprovechamiento de la historia editorial de su propia novela, Cervantes introduce los errores de la primera edición como parte del argumento y los utiliza para fomentar las dudas sobre la figura del narrador.

De todo ello, los cervantistas han deducido varias cosas.

En primer lugar, la premura con la que se realiza la impresión final de la primera edición: posiblemente sin la presencia del autor en los últimos momentos. Hoy en día se cree menos en la afirmación tradicional de que Cervantes era muy descuidado y no corrigió con celo su texto. Puede haber algo de eso, pero quizá todo se debió al poco tiempo en el que se realizó el trabajo final de impresión -ya hemos hablado de esta cuestión- y a que no se encontrara en Madrid.

Ahora bien, aun hay que explicar qué pasó para que se provocara esta confusión.

Según algunos, Cervantes decidió eliminar, en algún momento de la corrección del texto, todas las referencias al robo del asno. No le debía convencer cómo había quedado resuelta ni la forzada intervención de Ginés. Sin embargo, se olvidó de suprimir todos los pasajes sobre esta cuestión y el resultado fue incoherente. A mí siempre me ha parecido muy traída de los pelos esta explicación. En primer lugar, porque Cervantes necesita que Sancho no tenga su asno para que deba usar a Rocinante cuando don Quijote decide retirarse a meditar medio desnudo y haciendo cabriolas -lo veremos un poco más adelante-. En segundo lugar, porque eliminar la historia del robo del asno y no darse cuenta de todas las demás alusiones me parece mucho olvidar.

Tampoco podemos achacar los errores al impresor: son demasiado significativos. Toda la sucesión cronológica del intento de corrección en las ediciones siguientes y su explicación final en la Segunda parte, pueden aclarar, además, las fechas de redacción del texto.

Me han parecido siempre más ajustadas las explicaciones que parten de un cambio en la estructura del texto. Según éstas, Cervantes, en un momento determinado, decidió estructurar el texto por capítulos y no por partes -ya hemos mencionado aquí este asunto y la primera vez que se menciona el concepto de capítulo-, con lo que introdujo algunas modificaciones en la materia narrativa para equilibrarla ante la nueva fórmula. En consecuencia, se vio afectado el lugar de la historia que aquí comienza, la de Cardenio a la que Cervantes decidió alejar de la historia de Grisóstomo y Marcela, junto a la que se encontraría inicialmente (sería mejor decir que la historia de Grisóstomo y Marcela se anticipa varios capítulos a su lugar primero). Al modificar la narración y borrar de ella la presencia de Ginés, puesto que no debía aparecer hasta capítulos después, no percibió que quedaba sin explicar el robo del asno. Éste, según algunas interpretaciones, tuvo lugar en la noche de la estancia entre los cabreros que hemos visto capítulos atrás y no en una noche ocurrida tras la aventura de los galeotes -que sería inventada a posteriori, en la segunda edición, para solucionar el error.

Por lo tanto, lo más correcto es pensar que el cambio en la estructura y la nueva disposición de algunas de las aventuras para equilibrar el resultado, trajo consigo que algunos pasajes se trastocaran y se suprimieran a la espera de una revisión final que nunca tuvo lugar.

Así que, según la versión del Quijote que leáis, podéis encontraros con hasta tres formas -si no más, por la graciosa intervención de editores modernos que desean dar sus propias soluciones- de contar la desaparición del asno de Sancho. La mejor, sin embargo, será la del propio Cervantes en la Segunda parte. Lo veremos.

-.-

Por no alargar esta entrada, contemos, brevemente, el segundo núcleo interesante del texto: el encuentro con Cardenio.

Don Quijote, cediendo a las sugerencias de Sancho -en el fondo, sabe que es lo más sensato-, decide refugiarse en Sierra Morena para evitar a la Santa Hermandad tras la liberación de los galeotes. Allí se adentran en lugares de difícil acceso hasta hallar una maleta con un botín en escudos de los que se apropia Sancho aun a sabiendas que hace mal. La misma maleta contiene un libro con anotaciones en verso y prosa de alguien que sufre de amores. A este mismo personaje lo ven saltando de risco en risco en actitudes que desvelan ya la locura que sufre. Poco después, hallan una mula muerta que, según les explica un cabrero, es del mismo dueño de la maleta. Este cabrero les cuenta cómo este sujeto apareció en la zona seis meses antes y acabó manifestando un trastorno mental que le lleva a golpear y robar, en ocasiones, a los que por allí pasan.

Arranca aquí la historia de Cardenio: parodia de la novela sentimental, cargada de un fuerte componente teatral. Ya hemos dicho varias veces cómo en el Quijote hay un muestrario completo de casi todas las formas narrativas posibles. Faltaba ésta, que aparece aquí de la mano de un cabrero que se expresa maravillosamente -ambiente pastoril, por lo tanto, para su arranque, que lo enlazaría, en la versión primera anterior a las modificaciones, con todo el ambiente pastoril de capítulos anteriores- y en medio de una parodia de la novela caballeresca.

Un loco se encuentra con otro loco. Veremos, en el capítulo XXIV qué sucede. El próximo jueves, que esto se va alargando demasiado hoy y me temo que os he cargado de demasiadas quisicosas académicas. Perdonadme. Si no ha quedado claro, os contesto en los comentarios.

53 comentarios:

Teresa dijo...

-Me he perdido en la madre de todas las ediciones. Como tengo burro, mi incógnita se traslada a las pelotas de que Sancho que se halla en cueros porque así lo han dejado en el capítulo anterior, encima les han robado.. No aclara si se viste o no.

-Vuelve el cine con Almodóvar, (jeje)

-Fementido: que carece de fe y de palabra (una palabra muy interesante)I

-Un loco frente a un loco. Otra vez le hace la jugarreta Cervantes. Es como la imagen que debe asimilar un anoréxico de si mismo frente a un espejo

Pedro Ojeda Escudero dijo...

BIPOLAR: sí a todo menos a lo primero. En pelota, en el texto del capítulo anterior, no es desnudo, sino "en pellote", es decir, a cuerpo, sin abrigo.
Almodóvar debería rodar un Quijote.

Teresa dijo...

JUAS JUAS qué mente más calenturienta
Eso me pasa por ir de chula sin las anotaciones...

Me encantaría ver un avance de ese collage que ibas a hacer con las imágenes retocadas :P

Silvia_D dijo...

A mi, lo que me ha quedado claro, es que nadie se aclara, así que no voy a ser menos yo que Cervantes, los editores y lalalala.

Tu explicación es clara y no es larga, pero me voy a leer el capítulo mañana, ahora tengo sueño, a ver si me pongo las pilas y preparo algo sobre esto, que ya me vale :(

Besos... ;)

Silvia_D dijo...

Sí que ruede un Quijote, Almodovar, de Dulcinea, BIPOLAR, yo me pido ser el asno, se siente... :P

Merche Pallarés dijo...

Se me acaba de borrar el comentario que te había hecho.... ¡mierda!... creo que lo voy a escribir en tu e-mail y luego me lo pasas aquí. Besotes, M.

Anónimo dijo...

Te decía querido Pedro que en este capítulo he encontrado frases bastante "cantinflanescas" (por cierto en mi versión de Francisco Rico, el asno de Sancho no ha desaparecido ni el maromo se llama "Cardenio"...). Volviendo a Cantinflas, cuando D. Quijote le dice a Sancho que es un cobarde "...y desde ahora para entonces y desde entonces para ahora te desmiento...". Luego cuando encuentran la maleta, le dice a Sancho "...que algun caminante descaminado debió pasar por esta sierra...". Cuando el cabrero les cuenta que él tambien encontró la maleta "...sin saber cómo ni cómo no".
Otra cosa el tal Cardenio ¿no crees que podría estar mal de amores homosexuales? Porque en el poema menciona a "Fili" y luego se desgañita "¡Ah fementido Fernando! ¡Aquí, aquí me pagarás la sinrazón que me heciste, estas manos te sacarán el corazón donde albergan y tienen manida todas las maldades juntas, principalmente la fraude y el engaño!" (Aunque tambien podría ser el causante de su desdicha al haberle engañado con su amada.... tu dirás).
Tambien me he percatado por qué nuestro genial "El Roto" se llama así ya que Cervantes quiere que le llamemos a Cardenio "el Roto de la Mala Figura". Cabalguemos hacia el XXIV con o sin asno, a lomos de Rocinante (que el pobre aún sigue en pie...) Besotes, M.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

BIPOLAR: si es que no tengo tiempo...

DIANNA: eso. Ya veremos cómo lo soluciona el propio Cervantes, que es lo que nos interesa. ¿Y quién haría de Quijote?

MERCHE: Por supuesto que en la edición de Rico en este capítulo no se menciona el robo del asno. Como he comentado en la entrada, los que leen el texto según la
primera edición no verán el lío del asno hasta más adelante. Y, en efecto, el mozo no confiesa su nombre hasta el próximo capítulo: me he adelantado. En lo que dices de las frases, son muy divertidas: esconden que don Quijote no podía confesar fácilmente que debía esconderse de la Santa Hermandad.
Lo que dices de la homosexualidad, se soluciona más adelante: Fernando, según cree Cardenio, es el culpable de su mal de amores porque.... pero eso no te lo voy a decir aun. Besos.

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

He pensado mucho en este problema de la desaparición y posterior aparición "milagrosa" del asno de Sancho. Se que no te gusta que adelante, por eso guardaré silencio sobre lo que Cervantes dice en la 2ª parte.

Pedro, no puedo competir con tu probada y sabia opinión, pues conoces los "intringulis" literarios de la novela infinitamente mejor que nosotros; pero yo siempre he tenido la idea del simple despiste de Cervantes.

Quizás esté equivocado, pero me inclino por el simple despiste del Autor; al fin y al cabo el _Quijote es muy largo, y "errare humanum est".

En cuanto al triangulo Cardenio.luscinda.d.fernando.dorotea, te aviso de que es uno de los pasajes que más me gustó del Quijote. Lo comentaremos en su momento.

Un abrazo.

Silvia_D dijo...

Mira que yo de Quijote veo a a la Huete jajajaja, tú qué te pides? yo te veo Sancho pero no ancho, pero es igual, yo tampoco soy una asna, no? y a Javier R. de Cervantes, por creativo y a.. ( ya basta)

Sería todo muy psicodélico, me están entrando ideas raras :P

A ver si puedo... a ver que sale

Besos creativos

Señor De la Vega dijo...

Buenos días,
En este Capítulo, (imaginando siempre y sin más académica base que mis lecturas), se convierte, el solo de instrumento, en sinfonía en manos de Cervantes, empezando este a introducir una suerte de historias que se han de alimentar en complejidad y colores narrativos las unas a las otras.
Además, según mi otro yo, (el Zorro también aquejado de mal de amores, allá en su cueva) entra el Quijote de pleno, en la poesía (amorosa), con un soneto que mencionaré adelante.
Pero por si fuera poco, se muestra El Quijote vulnerable, derrotado anímicamente, como creo que pocas veces se le verá, recordándome el final de la segunda parte, donde ya se veía convertido en Quijotiz pastor de ovejas y entregado a sus pensamientos amorosos como único y reparador sueño.
Y de lo que yo imaginando encuentro, también y unido a lo primero, El Quijote pasa de ser un cuento cómico, a convertirse el caballero de la triste figura en columna vertebral de lo que será la novela ya ambiciosa en su primera parte, y donde asumirá la responsabilidad de integrar historias el Quijote como suyas, que el manco de Lepanto tenía en su mente, y que posiblemente fueron pensadas como lectura propia y más cosas que no cuento, pero que se me ocurren imaginando su pasada vida (la de Cervantes).
Pero por casi último, puedo refrendar mi lectura interpretativa, que hice ya algún tiempo desde mis cortas entendederas, que Don Alonso de Quijano, no se vuelve loco por leer caballerías, sino por la falta de amores en su vida (entiéndase el no haber logrado encontrar la mujer que por 'rol' le correspondía, con el amor que la mujer se merecía en sus deseos, sin olvidar el sexual que por lo leemos de él nunca consuma) y así, debe tomar armas y darse a la mujer (dios) como último aliento en su vida. Y los paralelismos del loco Quijote con el loco Cardenio, se hacen tan claros que el primero bebe del segundo para imitar iguales usos en siguientes capítulos.
Leyendo el Cap.23 en concreto, Cervantes nos muestra de soslayo, (porque dura pocas líneas), como sería, si El Quijote (obra) fuese liderado por Sancho en el razonar y en el actuar, y a mí me mete miedo, pues me resulta una suerte de pura picaresca y espejo de valores de utilitarismo mundano y sin más gusto que el reírse, pero dejando en parálisis el cerebro, por la aceptación pasiva del loco y vencido caballero. Gracias a las musas no lo hace, y en teniendo un primer soneto entre sus manos, nos nace un trovador Quijote (de nuevo se alimenta del "amor" y ya maquina sus escritos propios, también de "amor"). Y nuevamente nos estimula el cerebro, interpretando (el soneto), donde crea una profunda visión yuxtapuesta entre Sancho y Don Quijote, y si bien tirar del hilo por mal entendido no fuese una primera buena lectura, del escudero, nos dará las claves durante todos los siguientes capítulos de lo que no es sino puro ovillo y que no se desenredará en el encuentro de Cardenio sino mucho más adelante.
Pero, y último, pues en esto me quedo por ahora, sirve ese amor plasmado en los versos a una llamada "Fili" a dar grandeza a cualquier enamorado, que por encriptado hasta en el nombre, a todos nos sirve y muestra las razones de Cervantes sobre el 'amor verdadero' el cual dice, no es culpa de nadie, ni su sufrimiento o gozo y solo la muerte libera, pues salir de él vivo es un milagro. Y al ir conociendo el desarrollo de las historias en próximos capítulos, cabría resumirlo con aquel estribillo de Sabina, "Y morirme contigo si te matas/y matarme contigo si te mueres/porque el amor cuando no muere mata/porque amores que matan nunca mueren." Aunque nunca llegue con El Quijote la sangre al río.
En fin, amores trovados y desde siempre argumento de la mejor literatura posible.
Abrazos y gracias por hacer que lo relea.
Suyo queda Cardenio, perdón El Zorro +-----
"soneto a Fili, que lo doy por asumido".
O le falta al Amor conocimiento,
o le sobra crueldad, o no es mi pena
igual a la ocasion que me condena
al genero mas duro de tormento.
Pero si Amor es dios, es argumento
que nada ignora, y es razon muy buena
que vn dios no sea cruel; pues ¿quién ordena
el terrible dolor que adoro y siento?
Si digo que soys vos, Fili, no acierto,
que tanto mal en tanto bien no cabe,
ni me viene del cielo esta ruyna.
Presto aure de morir, que es lo mas cierto;
que al mal de quien la causa no se sabe
milagro es acertar la medicina.

Unknown dijo...

La aparición del loco que salta entre los riscos es muy teatral. Ahora lo de las monedas es impagable. ¿Quién no ha soñado con encontrarse un maletín repleto de dineros? Y si lo encontráramos ¿quién no se sentiría tentado de abstenerse de indagar quién es el dueño? Yo me lo hubiera quedado todo, las camisas de lienzo y de hilo lo primero.
De todo el lío del asno no tenía ni idea. Veremos qué pasa en el capítulo próximo. Otra vez Cervantes nos deja a medias. Puñetero.
Un abrazo.

Unknown dijo...

Antes se me olvidó decirte que tenía el banner de La Acequia en la barra de menús del blog. De repente ha desaparecido, el enlace funciona igualmente pero la imagen no se ve.

lichazul dijo...

en líos de amores
siempre sale alguien pelado...
y no falta el que dice
que en amores todo es insensato.

muakismuakis

Anónimo dijo...

Pedro, gracias a tí descubro interesantísimas cosas que desconocía, así que te adradezco este tiempo que te tomas para escribir tu blog.

Gabiprog dijo...

Ostias!

Esta historia sería para juntarla en un blog monotematico!

¿no?

;-)

Silvia_D dijo...

Pedro, ya está mi entrada :) sobre el Quijote jajajaaja.

Beeeeeeeeesoss :))

Anónimo dijo...

hola
jajaja jueves quijote en nuestro blog el miercoles musica ajjaaj tu pones el nivel mas alto ajajajjaj
enga buen hombre no te canses de leer jajaaj.

abrazos

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

Ciertamente en al edición que poseo...viene ese texto del que hablas, haciendo mención a la aparición y desaparición del borrico. La entrada correcta, no podía ser de otra forma desde tu punto de vista didáctico...saludos

São dijo...

Meu amigo, sem tempo para mais que te desejar feliz fim de semana.
Um abrazo.

Anónimo dijo...

PEDRO(LINDA FOTO)

pregunto: don quijote sele agarra cierta locura por la travesia esta???
y dejame decirte que el analisis y el desglose de la obra me parece exelente y entendible (salvo por ahi )...y no es quisquilloso...mas diria que viniendo de alguien como tu...no se puede esperar otra cosa.....
imagino que a cada capitulo...lo tratas como a una bella mujer en brazos.... suavemente....

un besin!
buen fin de semana...

Abejita de la Vega dijo...

Ea, le perdonamos lo del burro. El Quijote es tan grande que don Miguel queda absuelto.
Tuvo la suerte de no vivir en esta era de Internete, como diría un fantasma que se suele asomar por mi blog, tras colarse por los canalículos y asomarse por las cajitas con luz. Si fuera un escritor de nuestros días…sería presa de furibundas páginas web, no sé qué de fieras literarias, que andan a la caza de gazapos, por supuesto de los escritores o escritoras que no son de su cuerda. Las he descubierto hace poco… ¡Con lo políticamente incorrecta que era su finísima ironía!

Cuando en el Quijote se habla del Quijote, en el capítulo XXVII de su segunda parte, Cervantes se defiende alegando que ese desliz fue “por culpa de los impresores”, lo cual “ha dado en qué entender á muchos, que atribuían á poca memoria del autor la falta de emprenta”. Francisco Rico, en “El texto del Quijote. Preliminares a una ecdótica del Siglo de Oro” (Ed. Destino, 2006), nos describe el engorroso proceso de impresión de la época que justificaría muchos errores y omisiones importantes.
Pero este capítulo es mucho más que el burro Guadiana. Vemos a Sancho feliz, gracias a los escudos de la maleta, dar por bien empleados los vuelos de la manta, los vómitos del brebaje, las estacas, los puñetazos, el hambre, la sed y el cansancio. Estas monedas serán la única paga en metálico que Sancho reciba, en esta primera parte. Le permitirán justificarse ante su mujer, sola en la aldea.Los escudos del pañizuelo saldrán a relucir mucho más adelante, cuando en el Quijote se hable del Quijote…
Por primera vez, nuestro hidalgo actúa con prudencia, ante la eminente presencia de los dardos de la santa Hermandad; pero… que nadie sepa que”yo me retiré y aparté de este peligro de miedo”.Se retiran a Sierra Morena y allí se van a encontrar con otro loco, éste por penas de amor, el “Roto de la mala figura” que todavía no nos ha dicho su nombre. Tal vez esté inspirado en algún otro demente que vio el niño Miguel, acompañando a su padre en su labor de barbero-cirujano-curatodo. No nos ha dicho su nombre, pero sí el de su odiado Fernando. No adelantemos acontecimientos…
Hasta el próximo capítulo.

Anónimo dijo...

No quiere el autor que sus lectores piensen que la novela es imaginada; por esa razón, pienso yo, que aunque en el título del capítulo anterior de los galeotes advierte que la historia es imaginada, en ésta, tanto o más absurda, nos advierte de su verosimilitud ya desde el título.

A pesar de que D. Quijote se muestra poco dispuesto a poner la otra mejilla como manda el catecismo, en cuanto a prestar ayuda a malandrines, de nuevo se van a ver burlados por Ginés, que más listo que el hambre, les roba el burro de Sancho. Robo que supone una humillación para Rocinante al verse relegado por un burro en las preferencia del ladrón ¡Cómo lo vería de maltrecho!

Si al final del suceso de los galeotes al asno le zumbaban los oídos de las pedradas recibidas, aquí es a Sancho al que le zumban; ya siente los silbidos de los dardos de las saetas de La Santa Hermandad. No piensa que su amo haya escarmentado aún del pago recibido de los galeotes.


Parece como si Cervantes cometiera el error del burro a sabiendas, con el fin de que se hablara de él. De todas formas el autor no se olvida de darle relevancia, cuando es el encargado de abrir camino por las asperezas de sierra Morena, sólo holladas por las cabras y algún humano cabrero, o más loco que las mismas.

El capítulo queda mucho mejor con el robo del asnillo. De otra manera no tendríamos la escena de la guaya de Sancho al descubrir su falta por la mañana. Ejemplo perfecto de “El que no llora no…”: El tío no se calla más que cuando su amo le promete tres de los cinco que le quedan en casa.

El asunto del robo es consecuencia de la gran cantidad de detalles que siempre ofrece Cervantes. Es un riesgo que se muestra encantado de correr. En el mismo orden de cosas, pero con menos trascendencia, claro, estaría el hecho de que después de seis meses aún quede comida para los grajos en el cadáver de la mula, medio comida por los perros. Por otro lado, tu explicación de chapeau: yo miré varios Quijotes para ver los párrafos de la disputa. pancho

Abejita de la Vega dijo...

Están hablandoooooo de míiiiiiii.
Perono me dejaaaaan hablaaaar en esta eeeera pecaminosa de Internete.
Me cierraaaaaaan

Abejita de la Vega dijo...

Están hablandoooooo de míiiiiiii.
Perono me dejaaaaan hablaaaar en esta eeeera pecaminosa de Internete.
Me cierraaaaaaan

Sor Austringiliana dijo...

Están hablandoooooo de míiiiiiii.
Perono me dejaaaaan hablaaaar en esta eeeera pecaminosa de Internete.
Me cierraaaaaaan
Ahoraaaa sí que aparezcoooo con mi nooombre

Pedro Ojeda Escudero dijo...

CORNELIUS: no niego que Cervantes cometiera descuidos... pero esto es algo más, puesto que se debe a un cambio estructural. Pienso que le faltó una última revisión al texto. Lo gracioso es cómo lo reutiliza en la continuación.
Toda la historia sentimental que comienza ahora es apasionante y llena de ángulos vitales y literarios. No me extraña que sea uno de los pasajes que prefieras en la novela. Lo iremos comentando. Un abrazo.

DIANNA: ya he visto tu divertida gamberrada. Me ha gustado, qué delirio. Besos.

SEÑOR DE LA VEGA: en efecto, éste es el comienzo de una bellísima sinfonía. También es muy correcto el parelelismo que establece entre don Quijote y Cardenio, que veremos desarrollarse en las próximas páginas. El soneto ya lo tenía escrito Cervantes, lo reaprovecha aquí (no es la única vez) y bien, por cierto.
Buenos versos del Zorro. Bien traídos.

ANTÒNIA: en efecto, por la extensión de la entrada, no he querido detenerme en estas otras cosas, tan interesantes. Comprendemos a Sancho, por supuesto. Un abrazo.
Es cierto que el banner no funciona, veré cómo lo soluciono. Si no puedo, crearé otro y os lo haré saber.

LICHAZUL: en efecto, en amores todo es insensato. Mucho. Besos.

ANÓNIMO: gracias, espero que podamos seguir aprendiendo cosas todos juntos.

GABRIPROG: bueno, ya sabes que La Acequia es así, variada. No nos aburrimos...

DIANNA: vista. Besos.

RIN_08: leamos juntos. Abrazos.

MANUEL: por eso he querido anticiparlo en el comentario de este capítulo, para advertirlo. Saludos.

SAO: feliz regreso, querida amiga. Un abrazo.

SAUVIGNONA: ya iba loco. Ahora lo que le pasa es que encuentra a otro como él. Cuido mucho cada capítulo, no sé si como a una mujer... Besos.

ABEJITA: absuelto quede, por lo tanto. Es cierto, hay muchos por ahí que intentan busca cosillas sin importancia en las grandes obras para rebajar su valor.
No adelantemos acontecimientos. Me ha gustado lo del burro Guadiana, el pobre va muy ajetreado tanto aparecer y desaparecer. En efecto, en este capítulo hay cosas usadas como le gustan a Cervantes: que ayudan a engarzar los capítulos.

PANCHO: los títulos del Quijote es una de las cosas más divertidas, debemos dedicarle alguna entrada.
Así es Sancho, para qué negarlo. Y hace bien, por supuesto.
No había prestado atención a lo de los grajos: es verdad, poca sustancia encontrarían. Tienes razón, en una novela con tantos detalles, es fácil que se escapen cosas, sobre todo si alteramos la estructura.

SOR AUSTINGILIANA: ay, que no hay nada como mentar a alguien para que aparezca con voz tenebrosa y dando miedo.
Bienvenida, aquí tiene su casa.
PANCHO:

Merche Pallarés dijo...

Por cierto ¿cómo va el tema de los castores? TAREIXA ¿has averiguado algo? Besotes, M.

María dijo...

No pidas perdón porque creas que te has extendido demasido, lo que yo creo es que ha sido poco lo que has escrito para tratarse de El Quijote, ya que, si nos damos cuenta el libro es demasido extenso y gordo, para lo cual, por mi parte sigo esperando más posts sobre esta historia. Muchas gracias.

Un beso.

Teresa dijo...

¡Eh Sancho, digo Pedro..!
La Di, me ha llamado fea, gorda, basta, ordinaria juas juas juas
y lesbi...
¿A que soy una sílfide?

Pon un poco de orden, ya que tú eres el único "juicioso" amigo Sancho

Martine dijo...

Me siento muy pequeña ante esta Entrada y muchos de los Comentarios... Sólo se me ocurre una cosa... con ordenador, Cervantes lo habría tenido más fácil a la hora de rectificar, añadir etc... Eso si tendríamos muuuuuchas más novelas de él...

Un beso Pedro... y... queda sin aclarar lo que pasó en la curva... ;-)

Martine dijo...

¿Lo habría o lo hubiera?.... Uy este castellano, que oxidado lo tengo.. Si mon professeur d'Espagnol me lisait.....il se fâcherait...

Silvia_D dijo...

Jolín, si lo sé la pongo de oveja ya que está buscando pareja jajajaajaja

Peor yo, que he quedado de asna para los anales (culos?) de la historia.

Si es que hay algunas, amigo Sancho-Pedro que no saben mas que quejarse!!

Yo no he dicho que fueras gorda, sílfide de la pradera, era del pedo que te caías, que no te enteras!!

Y lo de lesbi?? eh? eh? si nos ponemos a hilar tan fino...

CHIVATA!!! CHIVATA!!!!!!

Besos, Sancho, tú ni caso :)

Pedro Ojeda Escudero dijo...

MERCHE: eso, necesitamos seguimiento.

MARÍA: sé que este medio no es muy bueno para extenderse, pero veo que os gusta leer. Me alegro. Un beso.

BIPOLAR - DIANNA: ¡Paz y sosiego! En la historia de Dianna, alguien estaba fumando un porro, que lo pase y que haya tranquilidad. Me gusta que seais traviesas.

SELMA: ambos casos son válidos, uno añade más hipótesis que otro, más subjetividad. Habría es más coloquial, yo prefiero, en esa frase hubiera. Depende de lo que quieras expresar. No estoy seguro de que Cervantes lo hubiera tenido más fácil: hoy tenemos ordenadores y no hay muchos Quijotes por ahí...
Lo de la curva seguirá siendo un misterio...

Martine dijo...

Me quedo con hubiera, o hubiese... lo que también me queda es mi curiosidad insatisfecha ;-) sobre la curva....

Teresa dijo...

Et tu quoque, Petronio, fili mi!

Silvia_D dijo...

Oissss lo que ha dichooooooo!!
De qué tendrá la boca llena para hablar así? jaajajajajaaaaaa

LUISA M. dijo...

Este capítulo de las aventuras del caballero de la triste figura y su fiel escudero en Sierra Morena me ha resultado curioso y divertido, no lo recordaba, por eso lo leí antes de leer tu entrada.
El tema de la misteriosa desaparición y aparición del asno de Sancho podría explicarse por un simple despiste de Cervantes o por la modificación en la estructura de la obra que tú tan bien argumentas; de cualquier forma nos da pie a imaginar y comentar cuáles fueron las razones...
¡Qué bien les vienen los nombres de Cardenio y de su amada, Luscinda, a este episodio de carácter amoroso! (bueno, más bien de amor y desamor).
La carta que encuentran don Quijote y Sancho: una joya, nos deja entrever, sin desvelar totalmente, la causa de la desdicha y "locura" del joven, antes de presentárnoslo.
"Desechásteme, ¡oh ingrata!, por quien tiene más, no por quien vale más que yo; mas si la virtud fuera riqueza que se estimara, no envidiara yo dichas ajenas ni llorara desdichas propias..."
Y genial la frase de Sancho cuando encuentran monedas en la maleta:
"-¡Bendito sea todo el cielo, que nos ha deparado una aventura que sea de provecho!"
¡Hasta otra entrega!

Pedro Ojeda Escudero dijo...

SELMA: vale. ¿Hago entrada sobre la curva?

BIPOLA: en latín... como los poseídos...

DIANNA: ay, que la vais a liar...

LUISA M.: al fin, Sancho ve recompensados tantos golpes. Le sacará provecho al asunto, lo veremos.

matrioska_verde dijo...

Menos mal que nos cuentas todas estas cosas porque yo no se si me daría cuenta...

bicos,

Anónimo dijo...

¡Uf! Mi padre me ha contado mil veces esa historia del rucio y siempre acaba diciendo que el Cervantes no se entera. Entonces empieza a reirse y mientras come un buen trozo de queso y pan, me dice con la boca llena, que vio cómo el burro se iba detrás de una burrita y que los dejó con su arrumacos porque él estaba muy entretenido con la maleta y las monedas.¡Nunca había visto tanto dinero junto!

-Ese es todo el misterio, Sanchico-
Ahora lo que nos ha desaparecido al Alonso y a mi es la furgoneta. Pa mi que la han congido los bancos, pues creo que andan a dos velas. Lo pior es que ahora no podemos recoger la chatarra.

-Anda ya- le contesto yo y me voy porque no quiero que me siga contando sus rollos que cuando empieza no termina

El Sanchico

Pedro Ojeda Escudero dijo...

ALDABRA: vosotros me contáis otras de las que yo no tenía conocimiento. Y así leemos mejor, entre todos. Besos.

SANCHICO: ay, que tu padre va a tener razón...

Esther dijo...

La verdad que lo que comentas del burro es curioso y sería raro que con un libro tan grande y bueno como el del quijote el autor tuviera un fallo ,aunque todo puede ser..como dice cornelivs errar es de humanos.

un beso

Pedro Ojeda Escudero dijo...

ESTHER: y Cervantes era humano, hasta en los errores. Un beso.

Euphorbia dijo...

Hola Pedro, nada que añadir. Supongo que con tanto manuscrito a plumilla, hoja por aquí, hoja por allà, era fácil liarse. Creo que le faltaba un buen procesador de textos y un portátil.
Fantástico abrazo de locos del final del capítulo: Diós los cría y ellos se juntan.
Un beso

Pedro Ojeda Escudero dijo...

EUPHORBIA: sobre todo, si se trabaja con la urgencia que hubo en la impresión. No sé si hubiéramos tenido Quijote con un portátil, no sé...

Myriam dijo...

Hola, aqui estoy:

1- Mientras otros comentaristas buscaban al jumento robado, yo entre a Sierra Morena y tuve un encuentro cercano del 3er tipo, con Sancho. Susu ojos como linternas, me ayudaron.
Fue muy productivo, tambien " satisfisimos el estomago con los relieves que del despojo clerical habian quedado".

2- Fascinante, me parecio la introduccion de la parodia sentimental en la de la caballeria. Fascinante!

3- Tambien me parecio extraordinaria la reutilizacion de Cervantes de los deshechos narrativos de una manera tan productiva. Yo lo veo como un precursor de la ecologia, sin duda.

4- Me fui al enlace sobre la Composicion del Q y cai sobre las palabras de Martin Moran que dice que Cervantes era materialmente incapaz de imaginar como un todo coherente una trama tan extensa ....... y que habria utilizado la tecnica de collage con yuxtaposicion suelta de episodios e historias con los que habria conformado una narracion continua"

Me molesto especialmente y quiero saber tu opinion. Yo capto por lo que llevo leido de la obra, lo contrario: Que justamente porque Cervantes tenia una vision global, es que pudo jugar con el entretejido de las historias que incorporo a la trama central y en la variedad de planos en que lo hizo. De ninguna manera puedo verlo, como una tecnica de collage.
Tu me diras....

Gracias y paso al siguiente capitulo.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

MYR: entrar con Sancho de guía ya apunta perspectiva de lectura, que te alabo.
Martín Morán tiene razón, en parte, sólo en parte: el relato fue creciendo por yustaposición a partir de la novelita inicial (los primeros capítulos) pero, al final, hay pruebas de que Cervantes pensó en la estructura y le dio equilibrio. ¿La mejor prueba? Que dejó cosas sin corregir tras los cambios (los famosos errores cervantinos). Es decir, yuxtaposición sí pero con una fuerte revisión posterior de la estructura: hay un momento en el que Cervantes decubre la importancia de la totalidad por encima de las partes y modifica el conjunto: acaba de descubrir la novela moderna. En el fondo, no debe olvidársenos que es la primera novela larga a lo moderno que hace Cervantes y él mismo descubre todo el potencial del género, hasta entonces sólo explorado en parte por otros autores.
La segunda parte es diferente: está meditada en su totalidad. Dos formas diferentes de componer una novela.
Excelente pregunta la tuya.

Juan Luis G. dijo...

Hola.

Como ves, estimado Pedro, ando más perdido que el burro de Sancho Panza. Es curioso como el tema de la errata trae de cabeza a los especialistas; hasta en eso es un libro especial.

Un saludo.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

JUAN LUIS: por mi experiencia, sé que el Quijote es un libro que se disfruta igual, aunque se esté perdido. Adelante.

Asun dijo...

Después de leer todo el quebradero de cabeza que ha traído la desaparición del asno, he de decir que yo afortunadamente no he tenido problemas en la comprensión del capítulo (lo suelo leer antes de leer tu entrada para así no verme condicionada, y si después veo que hay cosas que se me han pasado desapercibidas, que suele ser, lo releo), ya que aunque en mi edición no había desparecido si que en una de las notas a pie de página explica con todo detalle la cuestión y reproduce el texto que cuenta el robo.

Besos

Pedro Ojeda Escudero dijo...

ASUN: por eso es muy recomendable usar buenas ediciones de los clásicos. Besos.

Susana dijo...

Se agradecen las quisicosas académicas. Así tenemos otro detalle en que fijarnos, más adelante.
Este capítulo está lleno de misterio, con la maleta, el libro y el personaje de identidad desconocida que se oculta en las entrañas de Sierra Morena. Me encanta la denominación de “librillo de memoria” y la descripción del objeto. Yo también trataría de apropiarme de él.
Me quedo conmovida por el largo abrazo de don Quijote al Roto. Un gesto extraño, de loco a loco, cargado de emotividad. Me quedo pensando en qué fue lo que conectó a don Quijote con ese hombre. Por qué lo vio como un pobre desventurado (o eso creo yo) en lugar de un ladrón violento al que castigar. Lo sabremos en seguida. Cervantes nos vuelve a dejar con la intriga al final del capítulo.
Y no quiero dejar de comentar cuánto me gusta esta referencia recurrente a don Quijote y Sancho dejando confiados que sea Rocinante quien guíe sus pasos. Bueno, una vez decidido que se adentrarían en la sierra. Y él va por donde puede, el pobre animal. No dejo de ver aquí una metáfora de la vida y de una manera saludable de afrontarla, asumiendo tranquilamente la incertidumbre. Suerte que el Quijote tiene infinitas lecturas y cada uno puede hacer la suya.
Saludos.
Susana.