En realidad, esta entrada la escribí esta noche, ya madrugada, pero no me sentí con fuerzas para publicarla: miraba este sol entre cristales y su frialdad me llegaba tan adentro que no sabía muy bien qué hacer con las palabras. Esta mañana me dediqué a borrar las palabras nocturnas, como los jóvenes poetas de Viene la noche, de Óscar Esquivias, para dejar la auténtica poesía, esencial y desnuda. Tras el esfuerzo, comprobé el resultado. Todas y cada una de las palabras aparecían meticulosamente tachadas, salvo esta frase: A veces estamos tan dentro de nosotros que tenemos el alma aterida. Sobre ella, la fotografía, pura, fría y distante.
5 comentarios:
Te estas despidiendo del año con una serie sobrecogedora.
Digna de un Rectángulo mío.
No me esperaba una foto así, me sorprendes cada día.
No hay mas remedio que salir, buscar la calidez humana, que existe, y entrecerrar los ojos al arrope de es calor tibio y desentumecernos
Bonita frase y bonita fotografia. feliz 2008
desde luego, si hay alguien en la red que no se encierre ensimismado ese eres tu. tu generosidad es inversamente proporcional al frio que describes.
te agradezco infinito tu compañia.
feliz año para ti, para tu familia y para todo y todos los que amas.
JAVIER: gracias por tus palabras y por tu sorpresa diaria.
J.R.JUSTO: Buscar la carne tibia del otr@, en efecto, es la salvación del frío.
BAUTISTA. Gracias. Feliz 2008.
MaCGREGOR: Gracias por tus palabras. Feliz año también para ti y para los tuyos.
Gracias por pasaros por aquí en estas fechas.
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