Hoy, querido J.R. Justo, le tocaba el turno a Kavafis, no sólo por la promesa. Pero estoy tremendamente cansado, e Ítaca aun está muy lejana de tan próxima y las calles de esta ciudad destruida que va dentro de mí, me persiguen con ferocidad. Mañana, quizá, conquiste las palabras para coronar al poeta como se merece.
2 comentarios:
A tu salud
" Y bebí un vino fuerte, como
solo los audaces beben el placer"
Salud, pero hoy me siento más cerca de sus cantos en los que la derrota es grande: "di adiós a Alejandría, que se aleja".
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