Por primera vez en mi vida no he seguiod tu máxima (votar al menos malo, votar para que no gane el peor) porque lo que han hecho con esta pobre ciudad es demasiado ofensivo para votarles. Aquí no existe la izquierda y han regalado la ciudad a los promotores, que lo tiran todo, destruyen la historia, la identidad, para construir fealdad y ganar dinero del ladrillo. Si hubiera un partido verde o antiladrillo, ese votaría. Antes votaba a Iniciativa (izquierda unida de aquí) pero es que eran gente crítica que hacía oposición y tenía mentalidad de izquierda. Los de ahora son tan cafres como los otros. Así que voté en blanco!
Queridos Blogófago e Isabel: Da la impresión de que la política cada vez es más de medio pelo. Sólo una sociedad comprometida y participativa puede hacer algo diferente. Hay que empujarles a tomar conciencia de nosotros.
Paso por casualidad por aquí, y no puedo evitar hacer un comentario: siendo una lectora total de Saramago, he de decir que la mitad de este libro me resultó frustrante. Hace tiempo que lo leí y no quiero confundirme, pero creo recordar que me sobraron páginas.
CECILIA: gracias por comentar una entrada de hace más de un año. Puedes tener razón, sobre todo si has leído varios de Saramago seguidos, porque suele caer en la repetición de un tono que hace que la lectura decaiga en ocasiones.
5 comentarios:
¿Quien ha firmado esto por mi?
Por primera vez en mi vida no he seguiod tu máxima (votar al menos malo, votar para que no gane el peor) porque lo que han hecho con esta pobre ciudad es demasiado ofensivo para votarles. Aquí no existe la izquierda y han regalado la ciudad a los promotores, que lo tiran todo, destruyen la historia, la identidad, para construir fealdad y ganar dinero del ladrillo. Si hubiera un partido verde o antiladrillo, ese votaría. Antes votaba a Iniciativa (izquierda unida de aquí) pero es que eran gente crítica que hacía oposición y tenía mentalidad de izquierda. Los de ahora son tan cafres como los otros. Así que voté en blanco!
Queridos Blogófago e Isabel: Da la impresión de que la política cada vez es más de medio pelo. Sólo una sociedad comprometida y participativa puede hacer algo diferente. Hay que empujarles a tomar conciencia de nosotros.
Paso por casualidad por aquí, y no puedo evitar hacer un comentario: siendo una lectora total de Saramago, he de decir que la mitad de este libro me resultó frustrante. Hace tiempo que lo leí y no quiero confundirme, pero creo recordar que me sobraron páginas.
CECILIA: gracias por comentar una entrada de hace más de un año. Puedes tener razón, sobre todo si has leído varios de Saramago seguidos, porque suele caer en la repetición de un tono que hace que la lectura decaiga en ocasiones.
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