jueves, 5 de abril de 2007

Agua tóxica

Me llega un grotesco correo electrónico con un enlace hacia una página de internet que infecta el ordenador. Parece ser que es el último envío masivo, por ahora, de este tipo de archivos. En el asunto se especifica "ESPAÑA VIRUS TERRORISTA EN AGUA POTABLE" y el texto dice:


La verdad, quien lea el texto y no sé dé cuenta de que algo raro pasa, merece que su ordenador se infecte. Está redactado en un pésimo español, casi seguro que por algún mal programa informático de traducción automática. De todas los avisos de alerta sobre este virus que he leído, ninguno habla sobre esta cuestión. Seguro que, a estas alturas, ya a nadie importan estas cosas.
En cuanto al aviso, es curioso que utilice una leyenda urbana, como ahora se denomina a estos bulos más o menos novelescos. La creencia de que alguien envenena el agua que bebemos está entre nosotros desde siempre. Alguna vez ha sucedido, claro. La mano humana envenena siempre.
En 1834, en Madrid, ante un rumor similar, se produjo una matanza de frailes, a los que se acusaba de tal envenenamiento para provocar la vuelta del absolutismo. El caso está aun por resolver, pero las sospechas, justas o no, persiguieron siempre al Misterio de Martínez de la Rosa.
Quizá el mayor error del correo electrónico consiste en creer que la gente vive ya instalada en un mundo virtual. Pero no. Los autores deberían haber dicho: en el barrio de la Glorieta de tal ciudad unos terroristas han envenenado el agua potable. Seguro que muchos habitantes de ese barrio se sentirían morir. Seguro que otros se concentrarían en alguna plaza y buscarían a esos terroristas. Por desgracia, los encontrarían en los diferentes (judíos, chinos, musulmanes) o en el visitante ocasional del barrio. Ha sucedido demasiadas veces.
Para algunas cosas, la globalización aun no funciona.

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