viernes, 13 de abril de 2007

Paisaje de gato con bombonas


A veces, en mitad de un trabajo, siento la necesidad de salir a la galería de mi casa a mirar la calle. No vivo en una calle hermosa y la vista se estrecha con la fachada próxima del edificio vecino. La vida en ella se manifiesta, sobre todo, en los gatos. Hay uno, pequeño y nervioso, que asoma de vez en cuando a una ventana y mira hacia el cielo, quizá soñando cazar alguna de las muchas palomas que pasan. Casi enfrente, un señorial gato negro suele tomar posesión de un balcón presidido por dos bombonas de gas. Allí lo vi el otro día, tumbado majestuosamente, con esa elegancia que sólo los felinos tienen. Nos miramos durante minutos. Creo que él sintió pena por mí. Tuve que darle la razón.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusta cómo escribes, sobre todo por lo que está implícito... Curiosamente ese balcón podría ser el mío, la calle en la que vivo también es estrecha... Aunque en mi balcón sólo tengo una bombona y de vez en cuando sale mi gata que no es del todo negra... Que no sé a quién mirará y si sentirá pena de lo que ve... A veces la acompaño, quizá para agradecerle su compañía mientras trabajo en mi tesis, también para descongestionarme del estudio y oxigenarme cuando necesito llenar mi ánimo de colores.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Hace siglos escribí un cuento, "Retrato de mujer joven con gata", a partir de una foto. Aun conservo aquella foto. Hace siglos..., cuando aun había colores.
Gracias por tus palabras, Amparo.

Anónimo dijo...

Los momentos de desconexión con la mirada más allá de nuestra ventana son espejos de nosotros mismos. El mágico animal que es el gato nos lleva acompañando en nuestro caminar humano desde hace tanto que ya nos conoce. En la fotografía, parece increpar y decir "¿Qué haces que no piensas en tí mismo? Sólo estoy aquí para recordártelo"

Encantado de descubrir este espacio y de participar en él... Y la culpa de Blogófago, como siempre.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Sr. K.: la mirada del gato nos interroga.
Bienvenido, y gracias.