jueves, 12 de abril de 2007

Puertas abiertas

Estos días, en la Universidad de Burgos, celebramos unas Jornadas de puertas abiertas dirigidas a los estudiantes que el próximo curso accederán a los estudios universitarios. No las había cuando yo accedí a mi Licenciatura. El hecho de que ahora sean necesarias nos habla, también, del paso de los tiempos y de la diferente mentalidad de la institución y de los alumnos. En principio, no me parece mal. Eso sí: no enseñamos nuestras miserias. Pero el objetivo se cumple porque mostramos in situ una guía de lo que pueden encontrar y se les da una primera muestra de lo que es la Universidad.
Esta mañana he mirado con detenimiento a estos jóvenes estudiantes. ¿Qué buscan en la Universidad? ¿Lo mismo que yo buscaba? Y, por otra parte, ¿qué les puede ofrecer la universidad española a estos jóvenes ahora que está inmersa en un cambio tan profundo que ni los que estamos dentro estamos seguros de a dónde nos llevará? ¿Son tan diferentes estos chavales de ahora a como lo éramos nosotros?
¿A cuántos les cambiará su primera opción esta presentación?
Al final del acto, se me acercó uno de ellos. Quiere hacer Filología Clásica. Le di la enhorabuena.

2 comentarios:

Administrador dijo...

Pensaba que ya habia enviado hace unos dias un comentario a esta entrada, pero veo que no ha aparecido. Probablemente la duermevela y el hecho de escribir a altas horas de la madrugada fueron causante de no haber rematado la faena y acertado en el boton"publicar comentario" en todo lo alto.

Me veo ahora incapaz de repetir la forma del comentario, pero si el fondo. Me sorprendio el hecho de que un futuro universitario ya tuviese claro que iba a estudiar filologia clasica. Si bien tradicionalmente se han asociado a las profesiones ligadas con la salud un fuerte componente vocacional, creo que tal y como esta el mercado de trabajo -dos de mis amigas son filologas y se dedican a otros menesteres-, encontarase con alguien que ya a tan temprana edad tiene clara esa vocacion es plausible.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

No, querido Blogófago, no lo habías enviado.
Este joven tiene claro que quiere hacer Filología clásica, tiene claro en qué Universidad y, además, tiene claro que lo quiere hacer antes de que entren los nuevos planes de estudio. Me sorprendió, y mucho.
Por otra parte, a veces este tipo de carreras que no están de moda son las más adecuadas para las vocaciones inteligentes: los buenos alumnos sobresalen más porque muchos de sus compañeros vienen rebotados de otras en las que no pudieron entrar, tienen mejores notas y más posibilidades futuras. En fin, quién sabe...