viernes, 24 de mayo de 2024

Recuerdo el final de los centauros

 



Recuerdo el amanecer sobre la pradera empapada por la sangre de los centauros y al viejo Quirón llorando sobre los cadáveres antes de que aquel hermoso joven -cómo le brillaba el sudor que cubría sus músculos a la luz lenta del verano- traspasara su pecho con la lanza.

También recuerdo cómo aquella muchacha se hirió ligeramente con la hoz al segar la hierba y a su enamorado arrodillado a su lado, vendándole el dedo después de chuparle la sangre.

Tengo recuerdos de un duro invierno de nieves en el que se helaron los ríos y de la madre avivando el rescoldo de la hoguera para encender de nuevo el fuego en la vieja casa a las afueras del pueblo. En la primavera que dejó de hacer frío, los prados se cubrieron de amapolas.

En la noche, me asalta la memoria de los niños muertos en la infancia y las madres en los partos y el luto en las familias durante años.

Hasta recuerdo un tiempo de romerías y almuerzos en las praderas de las ermitas.

Recuerdo también tu mano sobre mi frente cuando enfermaba y el sabor del queso fresco con dulce de membrillo.

Ayer encontré una vieja fotografía de la familia en la Rosaleda junto al Pisuerga. Detrás de nosotros, al cruzar el río, una tribu antigua miraba a la cámara.

10 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

La cantidad de recuerdos que nos traen aquellas fotos antiguas.

Sor Austringiliana dijo...

Los recuerdos duermen en las viejas imágenes vividas y en las imaginadas por otros. Las hacemos nuestras. Mitología al fin.

El Deme dijo...

Avivar el rescoldo, ese es el secreto.

Fackel dijo...

A veces acechan y se acumulan en sucesión los recuerdos del pasado. Importa medir su calidad para no dejarnos abrumar por la cantidad.

José A. García dijo...

Somos recuerdos, por eso morimos un poco cuando los perdemos.

Saludos,
J.

São dijo...

As memórias acompanham-nos e são, por vezes, a única coisa que nos resta.

Querido amigo, beso, boa semana.

Ele Bergón dijo...


Hay recuerdos que nunca se olvidan, pues permanece en lo que se llama la Memoria a Largo Plazo, sino ha cambiado de nombre, desde cuando yo estudiaba y no solo recuerda lo que pasó en el antaño sino también y en especial, los sentimientos que nos fueron emocionando

Besos

Ele Bergón dijo...


Hay recuerdos que nunca se olvidan, pues permanece en lo que se llama la Memoria a Largo Plazo, sino ha cambiado de nombre, desde cuando yo estudiaba y no solo recuerda lo que pasó en el antaño sino también y en especial los sentimientos que nos fueron emocionando.

Besos

Luis Antonio dijo...

A veces la desmemoria es más sana...Pienso que debería ser más selectiva y conservar solo recuerdos gratos aunque estos provoquen nostalgia.

andandos dijo...

Somos todos eso, pero ahora vamos delante

Un abrazo