domingo, 19 de noviembre de 2023

Niebla

 



En los días de niebla, hay siempre una incertidumbre sobre la existencia de las cosas. En las horas en las que es más densa, inevitablemente tú eres ya otro, quizá el más cierto. Después, te alejas. 

10 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

Es tiempo de locura.

Fackel dijo...

Lo malo es cuando hay certezas que se imponen a las nieblas para hundir a los humanos en nieblas más densas (hechos de allende el océano con los que me encuentro hoy al despertar)

Abejita de la Vega dijo...

Lo malo son las certezas, a las nieblas estamos acostumbrados.

São dijo...

Sinceramente, não aprecio nevoeiro, mesmo nada.

Querido amigo, boa semana y fuerte abrazo.

Francesc Cornadó dijo...

La niebla espesa confunde el sentido si bien, en alguna ocasión, puede despertar el magín. Prefiero, sin embargo, que la espesura no me confunda.
Salud

Rita Turza dijo...

La niebla tan espesa da la sensación de tragárselo todo a su paso, a veces es necesario.
Precioso, Pedro.

Un abrazo.

El Deme dijo...

Cuando hay niebla hay incertidumbre y, eso, intranquiliza.

Campurriana dijo...

No sé por qué motivo me atrae la niebla, las historias que se sumergen y brotan de ella. Imagino sucesos misteriosos entre sus brazos. Recuerdos de esa naturaleza húmeda que de vez en cuando cruje, del rural más silencioso y tenebroso...
Belleza. Calma. Tempestad. Y de nuevo calma.

José A. García dijo...

Entre la niebla las cosas, las personas, los recuerdos, siempre se alejan.

Saludos,
J.

Ele Bergón dijo...

Y entre la niebla, busco un recuerdo. A vece se encuentra y otras... se ha difuminado por completo.

Besos