domingo, 15 de octubre de 2023

Es otoño, al fin.

 


Deberíamos portar lumbre en las manos al atravesar la noche mientras la lluvia empapa la tierra. Grandes capotes para caminar el bosque cegados por la barbarie del día. Cualquier camino indica que hay otros que ya han cruzado. Las hojas de roble caídas, se enternecen al mezclarse con el barro nuevo. Es otoño, al fin. La guerra, qué país más largo.

Un jardín que contempla la piel fresca del agua,
un árbol junto al pozo,
una rosa de octubre,
una línea de chopos,
el aroma rojizo de las nubes,
la tarde lenta y frágil del otoño.
La noche que se llega,
con temor de ave herida,
como un susurro leve,
¡atardece tan pronto!
                                     Desde entonces,
sueño tu mano en sombra sobre mi hombro.

© Pedro Ojeda Escudero, 2016

15 comentarios:

José A. García dijo...

Cada estación inspira sensaciones diferentes, eso es lo bueno de todavía poder ver los cambios...

Saludos,
J.

Emilio Manuel dijo...

Hay paises largos donde el otoño no ha llegado, han pasado directamente al invierno.
Saludos

María dijo...

Preciosa inspiracion me ha encantado y he respirado. Ya estamos a otoño.

Besos.

Sor Austringiliana dijo...

El jardín de los sueños espera tras la barbarie del día. Es otoño, pisamos hojas doradas y amarillas, llueve, el barro es tierno. Sigue la barbarie, un día más.

LA ZARZAMORA dijo...

Se ha resistido a hacernos un guiño, pero ya empieza a asomar su naricita, sí.

Besos, Pedro.

São dijo...

Belo poema ...

Que o Outono te seja feliz, querido amigo.


Fuerte abrazo.

Francesc Cornadó dijo...

Las sombras de otoño son alargadas, los días añoran la luz de estío y las nubes responden con su rojez bellísima.
El espectáculo conforta.
Saludos
Francesc Cornadó

Recomenzar dijo...

cuando el romance de palabras no es amor es maravilloso

Rita Turza dijo...

Por fin otoño... y la vida continúa.

Un fuerte abrazo, Pedro.

Ele Bergón dijo...

Sí, llegó por fin el otoño, con sus hojas caídas, su lluvia, su frescor y su melancolía en los paisajes.... y este año nos viene acompañado por esas guerras interminables que a veces toman un respiro, para resurgir con más fuerza, más muerte y sufrimiento.

Me gusta y mucho, este tu "retrato de interior". Y me lleva a estos versos de Miguel Hernández.


Tristes guerras

si no es amor la empresa.

Tristes, tristes.



Tristes armas

si no son las palabras.

Tristes, tristes.



Tristes hombres

si no mueren de amores.

Tristes, tristes.

Besos


El Deme dijo...

Ser rosa en octubre tiene su mérito, verdaderamente.

Neogeminis Mónica Frau dijo...

"Cualquier camino indica que hay otros que ya han cruzado" qué gran verdad!

SAU dijo...

linda estacion el otoño ....
besines

Luis Antonio dijo...

La estación otoñal se merece el homenaje que le brindas con tu bello poema.
Te felicito.
Un abrazo

Campurriana dijo...

Esa mano en sombra...