domingo, 20 de agosto de 2023

Caer hacia adentro

 

Hubo una época en la que fotografiaba ventanas con la esperanza de verme asomado en alguna de ellas.

Recuerdo una ventana de madera azul índigo abierta sobre el Mediterráneo. Sentado a la mesa pegada a la ventana escribí un poema de amor mientras las gaviotas sobrevolaban los barcos de pesca que entraban en el puerto. Recuerdo que la mesa era gruesa y firme, que la brisa hacía ondular las cortinas y que no era verano. También recuerdo mis pies descalzos sobre el suelo de barro cocido y que escribía con pluma estilográfica. Pensaba que el tiempo, al fin, se había detenido. Ni siquiera sé dónde fue a parar aquel poema.

Para los que sufrimos de vértigo, asomarnos a la ventana es caer hacia adentro.

7 comentarios:

Sor Austringiliana dijo...

Nos asomamos cada día y, si, muchas veces caemos hacia dentro.
Las ventanas tienen muchas lecturas, solas o con ser humano asomado.

La seña Carmen dijo...

Ventanas hacia adentro, ventanas hacia afuera... y los visillos.

Emilio Manuel dijo...

Yo no caigo ni pa dentro ni pa fuera, simplemente no me puedo asomar.

Rita Turza dijo...

Yo también fotografío ventanas y puertas...
Disfruto mucho de tus retratos de interior, son preciosos.

Un fuerte abrazo, Pedro.

Myriam dijo...

Me gusta la imagen de "asomarse a la ventana es caer hacia adentro" aunque, la verdad, yo no necesito asomarme a ninguna ventana ni tener vértigo para caer hacia adentro.

Las gaviotas, el mar y el encalado blanco me recuerdan a Grecia; siempre visten bien en un poema. ¿Dónde habrán quedado los míos de aquellos años?

Besos

Myriam dijo...

PD- La imagen es preciosa.

Ele Bergón dijo...

Es verdad que al ver una ventana, tanto abierta como cerrada, dan ganas de asomarte a ella. Necesitamos saber más de esa insinuación que nos brindan las propias ventanas

Seguro que el poema escrito en ese ambiente tan Mediterráneo, se lo llevaron las gaviotas a la persona que te lo inspiró.

El vértigo es una tortura y según yo estudié, está relacionado con las pérdidas.

Besos