Ahora que viene la nieve, han florecido las orquídeas de casa. Es una planta que ya cuenta unos años. La flor de la orquídea tiene algo de belleza extravagante y presuntuosa que le impide pasar desapercibida. Una orquídea contiene toda la afirmación de orquídea en cuanto abre sus flores, tan complejas. Es imposible no verla.
Dicen que estos próximos días nevará. El invierno quiere hacer honor a su condición. Lo veremos. Tengo ganas de que nieve y que durante unos minutos la ciudad quede en silencio. Solo ahí es posible el sosiego. He dicho ahí como medida de tiempo. Después de una nevada, aquí y ahora se unen en una perfección asombrosa mientras quien mira nevar desaparece, encogido ante la sencillez de lo sublime.
Hoy, por ejemplo, he estado tan ausente de mí que al regresar a casa yo solo era mi eco.
9 comentarios:
De la orquidea me asusta su belleza, son demasiado perfectas.
Efectivamente dicen que va a nevar, justo los días que salimos de viaje, ¡¡maldita sea!!
La fascinación por la nieve, para los que prácticamente no vemos nevar nunca.
Es la aristócrata de las flores, o en eso la hemos convertido. Prefiero las que crecen libres por ahí y que tan bien conoces, incluso nos das nombre, mitología y etimología. Es bella, eso no se lo quita nadie.
Esta mañana he visto nieve en el cerro de San Miguel, no sé si nevará de verdad, con silencio de nieve y pisadas bien dibujadas.Lo del silencio lo veo más difícil.
Tengo una amiga que vive sola y en los peores meses de la pandemia, esta flor fue la que le hizo compañía. Todavía hoy, florece y ella le está muy agradecida. Realmente es muy muy bella.
Mirar la nieve a través de un cristal, creo que es un regalo de la naturaleza que nos invita, efectivamente, al sosiego que transmite el instante de la belleza.
Me impresiona tu último aforismo. No estarías tan ausente cuando ha sido capaz de escribirlo.
Besos
A tua orquídea é belissima.
Onde vivo, não cai neve.
Adoro neve, mas no campo ; nas cidades, não.
Besos, amigo mio
Preciosa orquídea y precioso retrato de interior. Esperaremos la nieve y el silencio.
Un fuerte abrazo, Pedro.
Nuestra ubicación no nos da derecho a la nieve que siempre nos roza pero nonos llega. La última en el 87, pero hoy llegó su temible sucedáneo llamado granizo.
Hubo un tiempo y un lugar donde florecían las orquídeas de mi casa. Ahora, apenas queda una con tres hojas verdes...
Si nieva en la ciudad es un caos circulatorio y con peligro para la integridad de los que no pueden resguardarse en interiores. Eso pasa en las ciudades que no están habituadas a la nieve. En algunas, ni siquiera estamos acostumbrados a la lluvia.
Pero que bonita la nieve y el silencio.
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