Para beber, las palomas quiebran el agua.
Si estuvieras aquí, para sanarme, ¿me darías de beber en el cuenco de tus manos?
En las fuentes del atardecer, las abejas bailan el secreto del agua.
Sed: impulso de vida.
Sus pies descalzos en el Duratón. El valle se hizo íntimo, como el corazón de un jilguero.
En el espejo de los ríos se graban los ojos de los desesperados.
Pecado: no debimos salir del agua.
Que caiga un chaparrón con azúcar y turrón y saltar los charcos: recoger el arcoíris en una malla de hilo fino para los días de tristeza.
6 comentarios:
A las palomas, ratas voladoras, no les doy ni agua.
Que bonito ha quedado lo de "que caiga un chaparrón.."
Y, para comer, quiebran lo que salga a su paso, a veces en la bandeja de los sufridos camareros. Han perdido la poesía las palomas urbanas.
Que caiga un chaparrón con azúcar y turrón, que se rompan los cristales de la estación. Alborozo de niños.
Gostei do teu poema, do seu ritmo, das suas imagens.
Também da fotografia.
Besos , querido amigo.
Me ha gustado esta forma de contar momentos... de reflejar sentimientos... de descripción de elementos de la naturaleza... Muy bella forma de hacerlo.
Abrazo
Ver reflejado el cielo en el agua, con su distintas formas y colores , siempre es hermoso de ver, aunque a veces, nos lleve por el camino de la melancolía, pero con una cierta paz
Besos
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