El ajardinamiento con especies foráneas procura muchas sorpresas. He aquí la flor de la escallonia rubra, un arbusto que se utiliza para formar setos elegantes. Sus flores tubulares rosas parecen trompetas diminutas que anunciaran la felicidad del paso de la belleza. Aguantan por aquí hasta los primeros fríos de verdad, en noviembre. Según leo, procede de Chile y Argentina y se ha extendido en los jardines de todo el mundo por su eficacia en la separación de terrenos debido a la altura del arbusto, lo tupido de sus ramas y la floración que lo embellece durante muchos meses.
Arriba he escrito foráneas, pero estas se han aclimatado perfectamente a unos cientos de metros de mi casa y llevan en este barrio mucho más que yo, que soy un recién llegado, cumplen mejor que yo su función y no se andan con tantas disquisiciones. Tampoco las abejas, que las visitan. Así que paso en silencio, sin molestarlas mucho.
5 comentarios:
En una Buenos Aires con cada vez menos espacios verdes, estas flores sólo se ven en fotos.
Saludos,
J.
En un país seco, no parece mala planta por muy foránea que sea.
Las abejas son las que más saben de las escalonias y sus trompetas. Aunque, pensándolo bien, tal vez no sean sus favoritas y prefieran otras flores más salvajes. La belleza y la felicidad, cada uno las entiende a su manera. Las escalonias son foráneas guapas y merecen ser miradas, sin molestar, como haces tú.
¡Qué belleza! Me gusta mucho y alegra que Argentina vibre y la sientas cerca de tu hogar.
Siempre aprendo botánica contigo. Gracias. Y ya que estamos, pido pájaros también. Que mi hija se ríe y dice que de pájaros entiendo tanto como de plantas. Lo cual, llegada a esta edad me avergüenza un poco :-)
Besos
Creo que las he visto alguna vez y con alguna abeja dentro de ellas. Como siempre, no sabía ni de su origen ni su nombre. Nunca es tarde para aprender. Son bonita y originales.
Besos
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