viernes, 9 de julio de 2021

El mar, de noche

 


El mar, de noche, es más mar, tan grande como de aquí al abismo de tus miedos.

He llegado al mar cuando anochecía después de un año sin verlo. Al fondo, las luces de la Punta del Moral, allá Isla Canela, allá Isla Cristina. Detrás de mí, las marismas. Levanto la vista, aún no están todas las estrellas. Llegarán, como he llegado al mar después de un año. Qué fatigado estoy. Ni siquiera el mar me alivia.


12 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

Si ni escuchando las olas te relajas es que estás muy "chungo".

Sor Austringiliana dijo...

El mar, las estrellas, no tienen prisa.
Feliz descanso.

El Deme dijo...

El mar es un espejo en el que nos miramos, nos devuelve la imagen que le proyectamos: a veces temor, a veces calma, casi siempre incertidumbre.

La seña Carmen dijo...

Dichosos aquellos que tardan solo un año en volver a ver el mar.

Francesc Cornadó dijo...

Mirar el reflejo de las estrellas sobre el mar, mecerse en el ritmo de las olas, apreciar los matices cromáticos de las aguas ya sean de noche o al amanecer. Dejar que pase el tiempo y la relajación llega.
Abrazos
Francesc Cornadó

Myriam dijo...

Hay un mar para cada estado de ánimo.

El sur te hará bien.

Besos

María dijo...

A mí me encanta la Isla Cristina, estuve un año allí veraneando, y ese lugar es precioso, disfruta del mar, de las estrellas, de las olas, disfruta para que te desestreses y ójala que el mar te alivie, Pedro. Yo desde antes de la pandemia que no veo el mar y lo echo mucho de menos, no se si al final podré ir según están las cosas me da miedo viajar.

Besos.

São dijo...

Assim que entrares , pé-ante-pé, nessas águas salgadas que te esperam há tanto tempo ficarás renovado e sem sombra de cansaço...


Te abraço, amigo mio, bom fim de semana e estupendas férias :)

impersonem dijo...

Dale tiempo al tiempo, disfruta de ese mar y del brillo de las luminarias que tu vista alcance a ver en la bóveda celeste y seguro que, al paso de los días, encontrarás el alivio que necesitas y volverás cargado de fuerza...

Felices vacaciones y feliz verano...

Abrazo

Ele Bergón dijo...

Quizás ya lo haya escrito por aquí, pero mi primer encuentro con el mar fue cuando un verano de mi adolescencia, me lo presentó en la noche avanzada y sentí miedo al escuchar su sonido y no ver su color.

Besos

andandos dijo...

Creo que la naturaleza asiste bastante impasible a nuestras lo impaciencias, lleva otro ritmo y no nos echa de menos tanto como nosotros a ella.
Un abrazo!!

Edurne dijo...

El mar, la mar... Los de arriba, los de abajo... ¡Mar! Tan iguales, tan distintos...
Besos marinos.
;)