lunes, 8 de marzo de 2021

En Pampliega

 


Esta mañana, en el Arlanzón, los patos sentían ya la primavera entre juegos y avisos. A tan solo unos quilómetros al norte la nieve caída esta madrugada blanqueaba las tierras de Castilla, pero los patos se limitaban a ignorarla.

Es Pampliega un lugar de cruce de caminos desde siempre. Por aquí pasaban dos calzadas romanas que cruzaban el río por el vado en el que hoy se levanta el puente de origen medieval. Cerca de Clunia y de Sasamón, ambos lugares importantes para el Imperio. Desde la ribera del río, la villa escala la ladera que trepa hacia la mota de la antigua fortificación. Aquí vino a morir el rey Wamba, engañado y retirado de todo. Curiosa historia la de este rey visigodo que no quiso serlo y que terminó engañado y echado del trono. No debía ser mal lugar este en aquellos tiempos, bien comunicado y abastecido. No lo es hoy, tampoco. Quizá el antiguo rey trepara a diario hasta lo alto para mirar desde allí todo aquello a lo que renunció. Y abajo, el Arlanzón, hinchado por las lluvias y las nieves, camino del Arlanza en donde se rinde entre Palenzuela y Quintana del Puente, poco antes de que este lo haga en el Pisuerga antes de llegar a Torquemada.

¿Qué pensaría Wamba desde allá arriba, de los sinsabores del gobierno y de la vida?

5 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

¿Pensaría lo mismo que nuestros reyes de hoy?, seguro que no.

Sor Austringiliana dijo...

Los reyes, visigodos o no, no están preparados para dejar de serlo. Si Wamba renunció era porque le iba la vida en ello, menudas intrigas las de las familias godas, menudos puñales gastaban. No le parecería mal lugar. En fin, que hacemos de la historia lo que nos da la gana.
La nevada de ayer fue bonita por corta e inesperada. Los patos a lo suyo.
Hoy ni rastro. Buen día.

Luis Antonio dijo...

Si no recuerdo mal, Wamba fue rey a su pesar...

Fackel dijo...

Qué poco sabemos (ni nos interesamos) por este rey Wamba y otros reyes visigodos. Como si no hubieran sido parte de nuestra historia.

Ele Bergón dijo...

La indiferencia de los patos nos perturban a nosotros. Ellos siguen su instinto, en la corriente de los diferentes ríos.

Conocemos Clunia y Sasamón, pero creo que nunca estuvimos en Pampliega, aunque si tengo su nombre en mi niñez.

No sabía nada del rey Wamba. Mi recuerdo es tan solo como el último o de los últimos, de la famosa lista. A saber qué hizo este rey antes de morir, pero si podemos imaginar bastantes siglos después, lo que pudo o no pudo hacer, como también imaginamos los sentimientos de los patos.

Besos