lunes, 15 de marzo de 2021

Desde las minas de yeso de Valdeolmillos

 



Como en otros pueblos de El Cerrato palentino, en Valdeolmillos se horadaron las laderas para extraer yeso. La minería y comercialización del mineral fue muy importante en esta comarca durante décadas en el siglo XX, desde que se abrieran hacia 1914. Las minas, abandonadas hace años, peligrosas por los desprendimientos, tienen cientos de metros de galerías que se unen formando laberintos geométricos. Las bocas se ofrecen al paseante como la entrada sagrada a un templo. Toda profundidad de la tierra lo es. A mediodía, pegaba este sol de marzo. Desde la entrada, aquel laberinto se ofrece como ejemplo de la locura política que se ha desatado estos días en España, un juego de idas y venidas que dentro de unos años amenazará derrumbe. Todo pasa. Me di la vuelta para mirar el valle. Abajo, el arroyo Rioyo camina hacia el arroyo Mayor. Las aguas de esta tierra buscan ya el Pisuerga. Se tiene una idea equivocada de esta Castilla, a la que se cree seca. El observador descubre pronto en el campo los muchos regatos, arroyos, fuentes y manantiales, evidenciados por matas de árboles, hileras de chopos que siguen un cauce, charcas que reverdecen la hierba.

Durante un tiempo, cuando decayó la extracción del yeso, las minas se usaron para cultivar champiñón, pero aquello no cuajó, quizá por demasiado exótico. En otras tierras, a estas galerías se les ha sacado ese provecho o se han convertido en bodegas o en recurso turístico. No así por aquí, en donde todo tiene la condición de la espera a tiempos mejores.

Hace calor a mediodía bajo este sol de marzo. En unos días, dicen, se llega la nieve de nuevo y el frío. Más allá del páramo se escuchan rumores de juegos en los tableros políticos. Aquí ni se juega. Mientras tanto, tendimos el mantel bajo unos pinos.



9 comentarios:

mojadopapel dijo...

Pasear Castilla nunca decepciona, cuando menos te lo esperas allí surge la historia, el arte y vestigios de una forma pérdida de vida, un verdadero potencial, quizás, para ciertos emprendedores que quieran verlo y arriesgar en futuro.

Sor Austringiliana dijo...

Los laberintos dan miedo, pueden guardar un monstruoso minotauro. Mejor salir y mirar al campo. En mi ciudad, cabeza de la Castilla seca, el suelo se nos hunde por exceso de agua subterránea.
A ver la salida. De momento, a los manteles.

Bertha dijo...

Muy interesante esta noticia :esta en auge otra vez la pintura al yeso y sobre todo para Bellas Artes es, un producto muy usado.Se tiene que volver a aplicar los productos naturales que son menos tóxicos que los industriales.

uN ABRAZO

Francesc Cornadó dijo...

Imagino que debe ser un paseo fascinante, a mí, particularmente me gustan mucho los criatales del yeso, estoy convencido de que en las paredes de esa mina hay grandes cristalizaciones del mineral.
Salud
Francesc Cornadó

La seña Carmen dijo...

Chopos, cada vez menos... y la desertificación avanza.

Fackel dijo...

Me has retrotraído a la tierna juventud. Al cerro San Cristóbal, testigo junto al cerro del Águila de la bajada de las aguas hace millones de años para acabar generando el valle del Duero cerca de Valladolid solíamos ir andando a buscar piezas de yeso cristalizado en sus diversas formas -puntas de flecha, de lanza, conglomerados fantásticos- y nos maravillábamos. Luego supe que en diversas zonas del valle hay yeseras explotadas (por ejemplo en Quintanilla), donde algunos trabajadores dejaron la vida. La geología está ahí para hablarnos de la variedad, no de la escasez ni la sequedad con que algunos interesados han descrito a Castilla.

Myriam dijo...

Mejor picknick con amigos que juegos políticos ;-)

Besos

José A. García dijo...

Bienvenido a la Unión Europea, donde cada país tiene que hacer lo que otro le dice y arruinar su economía en beneficio ajeno.

Saludos,

J.

Ele Bergón dijo...

Dices bien, Castilla está llena de aguas subterráneas, en mi pueblo tan pequeño, tan seco... existen varios pozos y la bodegas se están llenando de agua a causa del asfalto de las calles, porque antes la tierra dejaba filtrar el agua y ahora se lo impide y el manantial, como es su costumbre, sigue manando.

Besos