lunes, 15 de febrero de 2021

La mano de mi madre

 


Un grupo de científicos ha descubierto que el asteroide que chocó contra la Tierra, causando la extinción masiva de los dinosaurios, llegó hasta nuestro planeta por casualidad, a partir del impulso que recibió por el campo de gravedad de Júpiter, que lo desvió de su órbita dirigiéndolo hacia el Sol. La fuerza de atracción solar hizo que se dividiera en varios fragmentos y uno de ellos impactó en la Tierra porque esta se encontraba cerca de su trayectoria y lo atrajo. Los científicos han calificado al acontecimiento como billar cósmico y afirman que, de vez en cuando, suceden cosas así en el Universo. Ocurrió también con el meteorito que provocó el cráter Vredefor en Sudáfrica y el cráter Zhamanshin en Krazajstán. Es decir, una ligera variación en lo que siempre sucede deviene en novedades que lo cambian todo. En este caso, algo que sucedió a decenas de cientos de millones de quilómetros acabó con el predominio de los dinosaurios y provocó el reino de los mamíferos que ha llegado hasta nosotros. Hoy he cambiado el sentido de mi paseo habitual por el parque que está cerca de mi casa y temo las consecuencias.

En la noticia anterior, he leído Zhamanshin y Krazajstán. Solo con el sonido de esas palabras, cabalgo por la estepa sobre un caballo kazajo. Existen palabras así. A veces tan humildes como lezna, que a mí me traslada a los cuartuchos que ocupaban antes los zapateros en los bajos de las casas. Entonces, lezna no significa ya la herramienta, sino el olor a cuero, el espacio en penumbra y mi mano agarrando fuerte la mano de mi madre, que llevaba a reparar un par de zapatos de mi padre. En la vieja caja de herramientas de mi padre encontré una lezna. Al tocar el mango de madera recupero el calor de la mano de mi madre.

12 comentarios:

São dijo...

Não dizem que o bater de asas de uma borboleta no Japão causa uma tempestade no antípodas?...

Querido Pedro, te abraço com voto de saúde e alegria.

Emilio Manuel dijo...

A lo ocurrido es un ejemplo del llamado efecto mariposa o teoría del caos.

Sor Austringiliana dijo...

El asteroide pulverizado viajó por el universo de palabras con zeta, de ahí al de los sentimientos e hizo carámbola en el mejor y más puro de todos, el amor de una madre y su recuerdo. Bendito billar.
cósmico.
El billar cósmico no para, a ver qué nos trae hoy.

Sor Austringiliana dijo...

Anoche leí tu entrada y me vi en un piso oscuro de la calle Sombrerería de Burgos, el mismo donde una placa señala que allí nació el músico Antonio José. En la habitación del balcón trabajaba un viejo zapatero, rodeado de gatos. Un niño dio un caramelo toffee a uno de los mininos, el animalito las pasó canutas. El recuerdo viajó en palabras con dos efes, toffee.

María dijo...

Ese olor con recuerdos.

Besos.

Doctor Krapp dijo...

¿Crees que en el billar del universo existe una tronera donde se depositan las bolas?
¿Serán ellas eso que llaman agujeros de gusano?

Mariluz GH dijo...

Esa cadena de eslabones "sin relevancia" de la que se vale la memoria para traerlos de vuelta. A los padres, digo.

María Pilar dijo...

Hay palabras que están lejanas en el tiempo, pero basta cerrar los ojos para sentirlas. Pertenecen al ámbito de la infancia y están entrelazando el mundo de los afectos con los que construimos nuestros propios recuerdos.
Yo también tengo algunas.

Myriam dijo...

Ese calor siempre está en ti, aunque ahora con más fuerza por la evocación de este recuerdo que te lleva a dias de la infancia.

Y desde luego, mil gracias por tus felictaciones dobles por mi cumpleaños, ya sabes que en cuanto a viajar, lo hago de cualquier modo, ya sea real o virtual. Cada viaje no importa el cómo, nos deja un aprendizaje. De todas formas, cuando la pandemia temine, me tendrás por tus lares, siempre que esté viva, claro.

Besos y abrazos

Alimontero dijo...


Los aromas, fieles testigos de momentos de nuestra niñez.. en segundos nos transportan a momentos queridos del corazón... a veces lo contrario.

Tu madre y tu padre están siempre presente en tu vida. Siempre hay algo que me recuerda a ellos...son los aromas las naves de mi recuerdo, también.

Buena semana Pedro,
beso,
Ali

andandos dijo...

Hace algún tiempo, no mucho, supe la diferencia entre el valor (o quizá sentido) de las palabras, el connotativo y el denotativo. Hay palabras que, según nuestra edad, se extienden, sugieren un campo, supongo que semántico es la palabra adecuada, muy extenso y particular. Ya ves, yo explicándote esto, pero es que con las imágenes, hablando de fotografía, sucede algo muy parecido.

Un abrazo

Ele Bergón dijo...

Y al leerte, me lleva la palabra "lezna", a mi padre y una especie de banquillo, creo que lo llamaban burro, que tenía en su parte superior una especie de suela de zapato, pero de metal, donde mi padre arreglaba sus albarcas y posiblemente algún zapato, pero no era zapatero, de eso estoy segura.

¡ Qué importantes son las palabras que nos llevan a a despertar nuestros recuerdos...!

Besos