La sierra está inverniza, a la espera del sol. Estos días de helada, por el camino que va de Llano Alto al arroyo de la Paloma, la ladera protege del viento y el poco sol calienta el sendero por el que van los paseantes. Cuando agranden los días y la luz coja algo de fuerza, se estará bien al abrigo. El sol de enero poco duradero, dice la sabiduría popular, pero aún así hay días que sale con ganas y calienta.
La helada parece adormecer el monte, pero hay rastros de vida por todos los lados: bayas de invierno, tierra removida, trochas recién paseadas. Hasta en los momentos más duros del invierno late la vida.
En la simbología, las edades del hombre se asemejan a las estaciones: la primavera naciente y fresca, el verano joven y desentendido, el otoño lento y ensimismado, el invierno que cierra la existencia. En la simbología, los ciclos no se cumplen en una biografía, sino en una sucesión de vidas. Sin embargo, cuántos inviernos hay en una vida, tan necesarios, en los que todo se amortigua, pero late la vida y el deseo bajo la piel fría que busca el calor del sol de enero.
10 comentarios:
Inverniza, abrigo, el sol de enero es poco duradero, pero protégete de ese sol que también quema.
Con estos fríos, estoy amortiguado.
Buscamos un sendero protegido del viento, con la caricia del sol, aunque sea de enero. Después capeanos el temporal, cada uno como sabe, como puede.
Felices senderos.
Esta entrada me recuerda que hace mucho tiempo que no piso campo, llano o montaña, en invierno. Sentir y comprobar la estación en otros lares que se salen de lo urbanita es atractivo, si el cuerpo resiste. Así que a veces me limito a recordar años pasados en que a uno no le arredraba ni el frío, ni la nieve, ni el viento gélido ni los desplazamientos de tráfico. Claro que hoy me asusta mucho más la masa humana.
Aqui estamos beirando temperaturas negativas...
Gostei imenso do teu belo texto.
Amigo mio, te abraço com voto de alegre Dia de REis e excelente 2021!
Los que vivimos apegados al océano estamos acostumbrados a inviernos húmedos y con heladas razonables, ya que la nieve es casi un sueño inalcanzable, pero en esta semana de Reyes el frío ha llegado con inusitada dureza para nuestros cuerpos poco acostumbrados.
Feliz Año, Pedro.
Estos fríos y las imágenes de nieve, aludes y borrascas heladas tienen la mala intención de borrarnos la memoria de los veranos junto al mar a la sombra de un pino.
Salud
francesc Cornadó
En Barcelona no hace frío. Si acaso se nota algo la humedad. No puedo decir lo mismo de mi tierra turolense...
Días atrás, lucía el sol, pero cuando te escribo esto, las nubes grises y la nieve, junto con el hielo, han dado paso a la escarcha de los días anteriores.
Aunque el invierno se empeñe en enfriarlo todo, la vida sigue su camino en los animales, plantas y por supuesto, también en las personas.
El sol de enero es el que más apreciamos, porque nos es más necesario.
Besos
Es beneficioso hacer un recuento de qué estaciones recordamos. Imagino que como siempre ha sido, estoy olvidando buena parte de mi niñez e incluso adolescencia. O solo recuerdo fragmentos, retazos. En fin
Un abrazo
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