La extensión de la pandemia por COVID-19 provocó que el desarrollo de nuestro Club de Lectura se interrumpiera bruscamente en el mes de marzo del año pasado. La situación que se vivía en las casas cuando se decretó el confinamiento estricto de la población, la incertidumbre, la imposibilidad de reunirnos en el formato presencial sostenido por Alumni UBU en Burgos y las dificultades para obtener de la forma habitual los libros que debíamos leer, aconsejaron aquel corte y esperar prudentemente el desarrollo de los acontecimientos. La epidemia continúa, pero todos nos hemos habituado a vivir bajo su amenaza adoptando los consejos sanitarios y los confinamientos que se decretan no son tan radicales como el que se vivió el año pasado. Por esta razón, ya en el mes de noviembre lancé la noticia de que en este mes de enero regresaba el Club de lectura y, con algunas novedades y recuperando parte de los libros que no pudimos abordar, continuamos. Será un curso muy corto, pero espero que nos devuelva la la alegría de leer en comunidad. Los que seguís el Club a través de internet (este blog y los espacios asociados por los colaboradores; la página de Facebook del Club y las noticias en mi perfil de Twitter) no percibiréis apenas cambios. En donde puede habar mayor incidencia es en las sesiones del Club de lectura en Burgos, porque estaremos sometidos a la evolución de la enfermedad. Por eso mismo, las entradas correspondientes a estas lecturas adoptarán frecuentemente el formato audiovisual.
En este enlace tenéis el listado de obras y las condiciones de lectura de las mismas.
Primera lectura:
Algunas historias no sirven para escribir canciones de amor
En este mes de enero leemos Algunas historias no sirven para escribir canciones de amor de José Ignacio García. Como primera guía de lectura podéis consultar dos vídeos:
El volumen consta de diecinueve relatos de diferente extensión más una nota introductoria del propio autor y un luminoso prólogo del siempre acertado Tomás Sánchez Santiago, De la escritura simbólica, en el que da cuenta de cómo llegó al conocimiento de Ignacio García y de su "pasión expansiva por el hecho de contar. En Algunas historias no sirven para escribir canciones de amor también se modulan las tramas y los personajes y el estilo y la voz narradora se ajusta a lo narrado. Lo veremos en las próximas entradas, con los análisis de las características esenciales.
José Ignacio García (San Sebastián, 1965) cumple veinticinco años de dedicación a las letras en un amplio sentido. Como narrador se dio a conocer en los años noventa en León, en donde residía, pero también ejerce de crítico literario en varios medios de comunicación y de generoso gestor de proyectos culturales y literarios. En este último aspecto, la historia del relato breve en España le deberá siempre la mejor colección temática de largo recorrido, Contamos la Navidad. Surgido en 2009, son ya doce volúmenes que han reunido a muchos de los mejores relatistas e ilustradores españoles. Una colección que se ha convertido ya en una joya editorial de gran éxito. Se anuncia para las próximas semanas, la salida de imprenta de una esperadísima antología de cuentistas castellanos y leoneses actuales que ha cuidado con mimo para Castilla Ediciones, Cuentos pendientes. Cuarenta y tres voces del cuento castellano y leonés del siglo XXI y que con toda seguridad marcará un antes y un después del género en la región.
Ignacio García tiene un lugar bien asentado en la narrativa castellano y leonesa. Sus libros se han sucedido desde Me cuesta tanto decir te quiero (1998), Vidas insatisfechas (2000), Entre el porvenir y la nada (Premio Delibes de Narrativa, 2009), La sonrisa del náufrago (2012), El secreto de su nombre (2014), El cuento que quisiera escribir contigo (2015), más la novela Mi vida, a tu nombre (2006). Su obra se caracteriza por el relato de los comportamientos y actitudes humanas que nos pueden hacer felices o infelices, desde una cierta mirada esperanzadora en la existencia.
Noticias de nuestras lecturas
A partir de la próxima semana recuperaremos esta sección en la que daré cuenta de las noticias de interés de nuestro club, así como de las lecturas compartidas por sus participantes.
Recojo en estas noticias las entradas que hayan publicado los blogs amigos. Entrada del Club de lectura cada jueves (salvo casos excepcionales) en este blog.
Para conocer la forma de seguir las lecturas de este club y sus características y la lista del presente curso, pinchar sobre este enlace.
ADVERTENCIA: Las entradas de La Acequia tienen licencia Creative Commons 4.0 y están registradas como propiedad intelectual de Pedro Ojeda Escudero. Pueden ser usadas y reproducidas sin alterar, sin copias derivadas, citando la referencia y sin ánimo de lucro.
5 comentarios:
Interesante lo que escribes y como lo escribes Como yo vivo al dia solo el dia es importante El mundo ha cambiado tanto que ni siquiera una buena amistad existe brindemos por la alegria de vivir
Muito interessante o teu post.
Amigo mi, bom final de semana.
Besos
Ayer, comenzaba el último relato de "Algunas historias no sirven para escribir canciones de amor" cuando pude saludar en el móvil a la añorada muñequita del Club de Lectura de La Acequia, siempre bienvenida. El último lleva el título del libro y contiene trazas de dejarnos en el rincón de pensar, tan impactados como con el primero. Y con los demás, que cada lector elija el que le dejó más KO, con los esquemas más del revés.
Los protagonistas parecen pedir nuestra complicidad, no es para tanto esto que me sucede a mí y qué voy a hacer, ya ves, lo mismo que cualquiera, por más extrema que sea la situación. Nada les va a salir bien, no habrá perdices. José Ignacio García nos coloca delante del lado más duro de la vida, sin amargura, con ironía y su buena dosis de comprensión y cariño. Y cada personaje es todo un mundo, un universo.
No son relatos para canciones de amor, o sí, o el amor es precisamente eso que estamos leyendo, por muy tremendo que nos parezca. No es nada lo del ojo y lo tenía en la mano.
A ver si escribo más, ay mi blog. Bienvenidos sean, el virtual y el presencial. Y si los dos tienen que ser virtuales, es lo que hay ahora, la salud es lo primero.
Besos
Tomo nota del primer libro para este mes de enero que acaba de empezar. Lo intentaré buscar con mi librera, pero da la casualidad de que el lunes 11, nos confinarán hasta el 25. No creo que lo tengan en la biblioteca. Si puedo leerlo, lo leeré.
Besos, en este día que no deja de nevar y que todavía le falta unas cuantas horas.
Lo miraré, sin duda. Tengo una catarata en el ojo izquierdo que va a más, tanto como la lista de espera para el oculista. Tengo una lupa, como aquel detective.
Un abrazo
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