viernes, 8 de enero de 2021

A la espera de la nieve

 


La ciudad se ha encogido con las noticias de la nieve, como si ya notara el silencio de la blancura en mitad de la noche.

Los buenos propósitos de fin de año no duran, en algunos, ni siquiera el tiempo de pasarlos a limpio.

Quiere que nieve para no barrer debajo de las alfombras.

Cuando se va la nieve deja un regusto de ahazar en las pupilas.

En la infancia no hay mayor placer que frotar dos grandes pedazos corcho blanco para provocar el invierno en mitad del verano. No he vuelto a ver copos de nieve como aquellos.

Cuando nieva me escuecen los sabañones de mis padres.

Solo los que no tienen nada saben el verdadero significado de la nieve.

7 comentarios:

Francesc Cornadó dijo...

La nieve llegará. Aunque tiritando, la recibiremos estoicos.
Salud
Francesc Cornadó

Emilio Manuel dijo...

Año de nieve, ¿año de bienes?.

Sor Austringiliana dijo...

En un libro de mi infancia, Corazón de Edmundo de Amicis, un niño escribía su diario escolar. Un día hubo una nevada y, alborozado, contaba la alegría del juego con la nieve. El siguiente capítulo era la página escrita por su padre, una cariñosa reprimenda por alegrarse y olvidar a los que reciben la nieve sin ropa, sin calor, sin cobijo, sin alimento. Y con sabañones, algo que tú no conociste, yo tampoco, pero nuestros padres nos lo contaron. Mi madre, claro hija, cómo no voy a saber lo que son los sabañones.
Solo los que no tienen nada...

São dijo...

Na minha região não neva, mas visitei Edimburgo sob um fortissimo nevão de Abril.

Devo dizer que não me agradou a neve na cidade: fica suja e torna-se num gelo traiçoeiro.

E concordo de todo : os bons propósitos de algumas pessoas derretem-se como neve ao sol e só quem não tem nada sabe o verdadeiro significado da neve.

Beso de buen finde, querido Pedro.

Rita Turza dijo...

Dicen que año de nieves es año de bienes, 2021 ha empezado con tanta fuerza que da miedo.

Un abrazo enorme, Pedro.

andandos dijo...

Cuando era niño y nevaba nosotros no hacíamos nada, pero creo que muchos adultos tampoco. Ahora creo que eso es imposible para unos y otros. Hay que optimizarlo todo.

Un abrazo

Ele Bergón dijo...

La nieve después vino y nos complicó a todos. Pero hay que reconocer que su venida nos ilusiona y nos produce alegría, es muy similar, en determinados aspectos, a la propia vida.

Besos