Un calendario jamás está en blanco. Debajo de cada una de las anotaciones se encuentra todo lo vivido antes. Otros lunes, otros meses de marzo. Estos días, me afano en preparar el del 2021 -me resisto a dejar la agenda en papel o el calendario de la cocina- y he pasado al nuevo los cumpleaños de la familia y de los amigos, los primeros compromisos ya cerrados, los plazos obligados del trabajo. No he sido capaz de dejar en blanco los días de los cumpleaños de los que ya no están. Quizá esta anotación rápida me asegura que no los he perdido del todo.
Dejar determinados días en blanco no aligera la vida pasada. De hecho, yo tengo varios así, de cuando decidí que determinadas personas no me acompañarían más. No rellenar algunas fechas en el calendario nuevo, no anotar en la agenda aquel cumpleaños o aniversario era el último gesto del abandono. De algunos días he huido, en otros he naufragado. El espacio en blanco en el calendario nuevo tiene a veces la profundidad de las simas más profundas del océano. En otras, el día se convierte en un palimpsesto.
10 comentarios:
Si pierdo mi agenda de papel, pierdo mi cabeza.
Qué interesante lo que cuentas de fechas en blanco acerca de personas desaparecidas. Me lo tomo como sugerencia. También soy de agenda de papel, pero se empieza con mucha ilusión de anotar y al cabo de un mes y pico me he rendido. Claro que tal vez se deba a que hoy carezco de viejas actividades, obligadas o elegidas, que no practico ahora. De agenda en móvil soy un absentista total.
Tengo pocos días para comprar el taco calendario del Corazón de Jesús. Me he acordado al leer tu entrada. Apenas lo leo pero a mi madre le sirve de orientación. Agenda ya no tengo, ni apunto nada, se me va a olvidar escribir a mano. Este año se ha pasado muy rápido y muy lento a la vez, es difícil de explicar. Tic, tac, hay que cambiar el taco ya.
No, un calendario jamás está en blanco.
Yo busco calendarios ya rellenados por los impresores. Calendarios con fechas históricas, de contenido ecológico o científico. No me gusta el horror vacui y me ahorra escribir datos muy personales salvo cuando empecé o terminé de leer un libro etc...
Fantástico ese palimpsesto publicitario que parece estar convirtiéndose en un baile de figuras soñadas por Modigliani.
Las fechas, esas flechas que disparamos mientras la diana no para de moverse.
SEm relógio e/ou sem Agenda , estou perdida....
Boa semana, amigo mio.
Besos
Cada día hay un motivo para vivir (una actividad, un recuerdo, un plan, una receta de cocina). Si somos capaces de poner algo en el recuadro de la agenda, entonces tenemos ilusiones, esperanza, alegría.
Calendarios, agendas...fiel testimonio de nuestros pensamientos, quehaceres y fechas en blanco, que como tú, siguen ahí para recodar, honrar y agradecer. Fechas que nos marcan y han marcado, sin duda.
Gracias Pedro... y mientras tanto..a seguir cuidándonos! (por supuesto que anotado en casi toda mi agenda del 2021!).
beso,
Ali
Nunca tuve, ni he tenido, ni tengo agenda. Prefiero confiar en mi memoria. Así pasa que luego, siempre hay algo importante que no recuerdo y más desde que voy cumpliendo años, pero claro, mi agenda es bastante sencilla y más ahora en esta jubilación en la que me encuentro tan libre, como en mi temprana edad.
Besos
Bonito cartel desgajado cómo ha sido este año... curiosamente, la belleza a veces se oculta detrás de todas las ruinas. Somos contraste.
Publicar un comentario