martes, 15 de diciembre de 2020

Presentación de La metáfora del mirlo en Valladolid (y a través de emisión en directo del acto por las redes sociales)

 


Mañana 16 de diciembre hablaré sobre mi libro, La metáfora del mirlo (Eolas ediciones y menos lobos, 2020) en la Casa de Zorrilla de Valladolid en un acto conducido por Paz Altés. El acto puede seguirse presencialmente en la Sala Narciso Alonso Cortés o a través de la página de Facebook de la Casa Museo. Será un placer compartir un tiempo con los que queráis estar presentes de una o de otra manera, escuchar vuestras opiniones y responder a vuestras preguntas, que podréis plantear bien en la sala NAC bien mediante comentarios durante la emisión en directo.

Desde el jueves 12 de marzo de este año hasta el lunes 25 de mayo, anoté en mi diario las impresiones de lo que nos estaba ocurriendo durante el confinamiento de la población decretado en la primera ola de la pandemia por COVID-19 que aún nos mantiene con la vida alterada. Esto es algo que diferencia este diario de otros, incluso con el que yo mismo escribo desde hace años. Se trata de una mirada personal sobre una experiencia colectiva. Mi día a día fue similar al de millones de personas en lo cotidiano. Tuve algunas diferencias que me hicieron sentir afortunado: pude elegir el lugar en donde pasar ese confinamiento, la ciudad de Béjar; me fue posible trabajar desde casa impartiendo docencia virtual en mi Universidad y colaborar con muchas actividades culturales que se organizaron aquellas semanas gracias a la tecnología digital.

Desde la calle Mayor de Sánchez Ocaña de Béjar medité sobre nuestro mundo y la equivocada manera que tenemos de entender el progreso. También expresé mis opiniones sobre la crispación actual y tantas otras cosas como han ocurrido en los últimos tiempos, pero sobre todo fue la literatura la que me permitió seguir adelante. La naturaleza, desde la ventana, se presentaba como campo de observación, libre de nosotros, y el tiempo, detenido, nos invitaba a viajar hacia muy adentro. 

Copio aquí el texto de la contraportada, para dar cuenta de la intención del libro:`

La metáfora del mirlo se presenta como un diario de días inciertos en los que la vida parece haberse detenido y las jornadas se suceden casi iguales sin confundirse gracias a la luz especial de cada una, siempre diferente. Aunque en él hay anotaciones propias de la vida cotidiana, el texto presta más atención a la meditación sobre la construcción del mundo actual y la crispación de la sociedad sometida a fuertes tensiones ideológicas y de convivencia, sobre la que triunfa un sentido colectivo de generosa solidaridad. La vida detenida procura también la reflexión sobre el mundo cultural y la literatura, la relación del ser humano con la naturaleza, el recuerdo de otros tiempos y la evocación de todos los paisajes vividos en un texto escrito con clara vocación literaria.

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(Pasado el acto, puede consultarse la grabación del mismo pinchando en este enlace.)
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Miércoles, 16 de diciembre de 2020. Casa de Zorrilla, 20:00 h. Limitación de aforo y medidas sanitarias.
El acto puede seguirse en directo a través de la página de Facebook de la Casa de Zorrilla (en este enlace).

El libro puede adquirirse en cualquier librería de España, a través de la página de la Editorial Eolas o a través de todostuslibros.com, la excelente página de las librerías españolas, pinchando sobre este enlace (disponible a fecha de hoy en 166 librerías, que pueden verse en el mapa del enlace).

Son muchos los lectores que han dejado sus impresiones sobre este libro en las redes sociales. Me sería imposible recogerlas aquí todas y hacerlas accesibles para su lectura. Aquí van solo algunas de las reseñas que pueden leerse sin entrar en Facebook, Twitter o Instagram, espero no olvidarme de ninguna porque todas son igual de importantes para mí.


15 comentarios:

Bertha dijo...

A lo largo de este año, ha sido una reflexión constante, por los cambios a que nos ha sometido este confinamiento. Es como, ese diario que cada uno llevamos en nuestra mente para darnos cuenta de la fragilidad en que nos sustentamos..

Bejar: una ciudad que a mi me trae muchos recuerdos.


Que todo vaya fenomenal.

Un abrazo






andandos dijo...

Leí en su momento la de Fermín Herrero, sí, y estoy con el libro. Y revivo todo aquello también. Realmente estamos en la continuación, aunque tú no lo escribas públicamente.

Un abrazo

Sor Austringiliana dijo...

Viví aquel día a día en tu blog y en el mío. Lo reviví con la lectura más pausada de "El canto del mirlo". Unos días que no olvidaremos.

Sor Austringiliana dijo...

Viví aquel día a día en tu blog y en el mío. Lo reviví con la lectura más pausada de "El canto del mirlo". Unos días que no olvidaremos.

São dijo...

Que seja um sucesso.

E como se tem tido motivo de reflexão neste malfadado 2o2o...

Besos, amigo mio

Luis Antonio dijo...

Otra vez, ¡ENHORABUENA!

Sor Austringiliana dijo...

Perdón, he querido poner 'La metáfora del mirlo",

Rita Turza dijo...

Gracias a este mundo que actualmente vivimos, el mundo virtual podré acompañarte esta tarde en la presentación de "La metáfora del mirlo"


Un fuerte abrazo.

andandos dijo...

Os he visto y escuchado. Todo ha ido muy bien, y vosotros dos muy bien, el libro se defiende solo.
Un abrazo

JLO dijo...

Y como fue todo? Vas a incluir algún video acá para ver algo de la charla? Buena portada con ese árbol, me gustó. Y que difícil hablar de esta pandemia y sacar muchas reflexiones como para un libro, saludos!

Pedro Ojeda Escudero dijo...

https://www.facebook.com/CasaMuseoZorrillaVLL/videos/438491340531818/

XuanRata dijo...

Supongo que esas reflexiones al hilo de los días qué ahora sentimos tan dolorosamente reales acabarán por convertirse con el paso del tiempo en ficción. ¿Cómo las leeremos cuando pasen veinte años? Gracias, Pedro, por prestarnos tu memoria.

Fackel dijo...

Felicidades por esa edición, habrá que acceder a ella.
Salud.

impersonem dijo...

Enhorabuena y le deseo el mejor recorrido a tu libro. Me gusta el título y la portada. Por aquellos días te leí algunos textos.

Ele Bergón dijo...

Como dice mi amigo chileno Carlos: Muchos cariños.

Besos