Ayer regresé a casa todo junio. Atardecía sobre la Peña de Francia y la luz doraba la avena loca como si fuera trasparente y frágil. Se pone el sol estos días para recibir el verano de gala. Caminaba yo tan ligero a tu lado que no percibía cómo me llenaba de luz, cómo la luz me llevaba monte abajo sin fatiga. Veníamos del agua de la sierra, que caía en cascada fresca por la garganta. Me parecía que todo merece la pena. Al llegar a casa, deposité en el centro de la mesa un ramo de luz, que jugó durante un tiempo a esconderse entre tus dedos. Sonreían verdes tus ojos, la casa entera.
9 comentarios:
¡Qué fotografías más bonitas!
Y el texto me parece magnífico... será que junio es así, inspirador de buenas sensaciones y sentimientos... yo nací en él... está a la "vuelta de la esquina"... por eso a mí me gusta también mucho este mes...
¡Qué gran idea, " un ramo de luz"! Me gusta ese cocepto, y hasta lo imagino...
Abrazo
¡Ah, qué bonito! (Todo, el paseo, el texto, la foto)
Besos x2
La avena tan leve y el sol de junio, un ramo de luz de verano. Guardadlo bien.
Bonita y simbólica imagen.
Precioso el texto, y las fotos. No sé cuánto me durará este verano, a ver. He cambiado lo que tú ves por la ciudad, en la que tengo que mirar el calendario más que antes. Aquí la naturaleza está domesticada. Veremos, este verano, cómo transcurre.
Un abrazo
¡ Qué seríamos si la Luz. ! Hermoso y sensible texto. Como siempre a tí te ilumina la luz. Bravo.
¡¡precioso!!!
"Un ramo de luz"qué imgen tan atrayente,después del paseo compartido de un verano que comienza.
Besos
Bajábamos con una luz dorada que lo inundaba todo, casi cegadora y la imágen del ramo de luz, es una explicacion perfecta a la sensación.
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