Al contemplar la flor
qué poema no sobra.
De Llano alto al arroyo de la Paloma, la vista se ensancha hacia las cumbres: el Calvitero, la Ceja, los Hermanitos. A los lados del camino, el espliego y la sorpresa de la chicoria andaluza, púrpura y amarilla.
¡Qué poema no sobra! Cómo llegar con palabras a ser flor al lado de un camino. Cuánta soberbia la del poeta.
5 comentarios:
Las flores de la primavera hablan una lengua que el poeta apenas balbucea.
¡¡Hombre!!, tampoco te pongas así.
Concordo de todo com Emilio ....
Besos, Poeta !
No le toques ya más
que así son las flores,
Imitando a JRJ.
Besos
El poema no crea la escena, pero sirve para describirla desde el sentimiento...
Aunque la belleza de la naturaleza parece obedecer a patrones matemáticos, la poesía sirve para resaltar lo que el poeta observa y para otros pasa desapercibido...
Abaro
Publicar un comentario